Gabu Gonzalez
Una nueva modalidad de fraude está explotando con una velocidad inquietante. Grupos delictivos están suplantando a bancos y a Mercado Pago mediante llamadas y mensajes que imitan a la perfección la comunicación oficial. El guion es siempre el mismo: te hablan para “verificar un cargo sospechoso”. Lo que buscan, en realidad, es acceso directo a tu dinero.
Los estafadores utilizan números que parecen reales, perfiles clonados, mensajes con logos idénticos a los institucionales y un tono profesional que desarma a cualquier persona. La operación es rápida, precisa y silenciosa: basta con que la víctima comparta un código, responda unas preguntas o entre a un enlace falso para que los delincuentes tomen el control de la cuenta. Y una vez que lo hacen, el vaciamiento es inmediato.
Decenas de usuarios están denunciando retiros masivos, bloqueos repentinos y la desaparición total de su saldo en cuestión de minutos. Muchos descubren el fraude cuando ya no tienen forma de revertirlo.
Expertos en seguridad digital recalcan que ningún banco solicita contraseñas, códigos de verificación ni aprobaciones por llamada, SMS o WhatsApp. La única medida efectiva es ignorar cualquier enlace o mensaje inesperado, cortar la comunicación ante la mínima sospecha y contactar personalmente al banco a través de sus canales oficiales.
El incremento acelerado de casos está generando preocupación entre quienes realizan operaciones digitales todos los días. La recomendación es clara: en un escenario donde el engaño es cada vez más sofisticado, la prevención empieza por la desconfianza.







