Casi todos los análisis y enfoques mediáticos de la prensa en México reclaman que el presidente López Obrador hubiera abierto el expediente acusatorio de la DEA contra el general Salvador Cienfuegos Zepeda y casi nadie ha enfocado el problema como una decisión de seguridad nacional del Estado mexicano ante el acoso de un Estado extranjero.
El asunto –que no caso– Cienfuegos tiene muchas aristas:
1.- El general Cienfuegos tiene una representación institucional y simbólica del ejército mexicano.
2.- El ejército mexicano, a diferencia de otros sudamericanos, es el eje de la soberanía, la seguridad nacional y el Estado.
3.- Como nunca, el gobierno de los EE. UU. encontró voluntad en las fuerzas armadas mexicana para establecer relaciones profesionales.
4.- En el sexenio de Peña Nieto, el general secretario Cienfuegos fue muy directo en las relaciones militares con los EE. UU.
5.- El arresto del general Cienfuegos fue iniciativa de la DEA en base a un expediente armado en México sin cumplir con los requisitos legales. Por tanto, en su juicio se iba a exhibir al sistema penal-judicial de México como parte de la inseguridad.
6.- México violó acuerdos de confidencialidad en procesos judiciales, pero la DEA, con el aval del gobierno de los EE. UU., también violó esos acuerdos porque ha operado en secreto en México, al margen de las leyes y sin intercambiar información e inteligencia.
6.- El sistema político, judicial y de seguridad de los EE. UU. ha sido horadado por la corrupción: la instalación de cárteles mexicanos en los EE. UU, el control del tráfico de drogas al menudeo en más de tres mil ciudades estadunidenses y el lavado de dólares del narco ha sido posible por la corrupción estadunidense.
7.- En este sentido, los EE. UU. dependen más de México en la lucha contra el narcotráfico, que lo que depende México de los EE. UU. La mayor parte de la droga que se siembra, produce y trasiega en México va para atender la demandas de 30 millones de adictos dependientes estadunidenses y dos veces más de consumidores no regulares. La demanda determina la oferta.
8.- La investigación de la DEA no fue profesional ni procesal, se basó en interpretación de rumores e intercepciones telefónicas y en conclusiones no sustentables. Pero eso en los EE. UU. no importa porque ahí se juzga y condena por razones no judiciales, como lo prueban los miles de presos sentenciados, algunos de muerte, basados en expedientes irregulares.
9.- Los reclamos de la DEA por el regreso del general Cienfuegos a México debieron de endosarse a las autoridades judiciales y de gobierno de los EE. UU. que lo avalaron. México ejerció su derecho a exigir la liberación de un ciudadano arrestado por investigaciones irregulares, superficiales y hasta ficticias.
10.- México ejerció su derecho de conocer el expediente, lo pasó por los filtros locales y todos han reconocido que se trató de una investigación maliciosa. Las amenazas estadunidenses contra México por la decisión soberana de México de difundir el expediente para exhibir la pobreza jurídica de la investigación de la DEA responden más al ridículo en que quedó la agencia estadunidense que a las sospechas de veracidad de los indicios investigados.
11.- La DEA le dio un balazo en el pie de la estructura de seguridad nacional de los EE. UU. al arrestar de manera ostentosa y grosera a un reciente exjefe del ejército y con ello romper las relaciones del ejército de los EE. UU. con el ejército mexicano.
12.- El ejército mexicano es una pieza exterior del escudo de seguridad nacional de los EE. UU. por la frontera de casi tres mil kilómetros. La DEA no midió la dimensión de su operativo ni siguió los canales institucionales adecuados.
13.- El ejército mexicano ha sido una pieza clave de la estructura de lucha contra los cárteles mexicanos y siempre ha encontrado suspicacias, ofensas y dudas en los EE. UU. Ahora México tiene todo el derecho de cerrarse a los E. UU. y que la Casa Blanca rompala colaboración militar de seguridad nacional con las fuerzas armadas mexicanas.
14.- Para regresar a la colaboración, México necesita exigir reciprocidad equidistante y que los estadunidenses no traten a los mexicanos como madrinas judiciales de los agentes estadunidenses.
15.- Las reglas de control de operaciones de las agencias extranjeras en México fueron un golpe severo a la estructura de inteligencia, espionaje y seguridad nacional de los EE. UU. y un ejemplo a seguir por otras naciones que padecen la invasión policiaco-militar-espionaje de las agencias estadunidenses,
Política para dummies: La política consiste en no dejarse del más grande.
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