Al menos tres personas han muerto y otras siete han resultado gravemente heridas este miércoles durante un tiroteo en una fábrica cerca de Lucerna, en el centro de Suiza, según ha anunciado la policía. Los hechos se han producido sobre las nueve de la mañana en la compañía maderera Kronospan en la ciudad de Menznau.
El autor de los hechos, un suizo de 42 años que llevaba más de 10 en la empresa, ha fallecido en el tiroteo. “No ha disparado al azar y ha apuntado a sus víctimas con una pistola”, ha comunicado el portavoz de la policía en una rueda de prensa.
Un diario local, el Willisauerer Bote, señala que la empresa había anunciado recientemente una “reducción de la producción”, tras un descenso de la cantidad de madera disponible. El director de la empresa ha definido a su exempleado como una persona “muy tranquila” y que “no llamaba la atención”.
El suceso se produce un mes después de que un hombre armado matara a tres mujeres e hiriera a dos hombres en el pueblo suizo de Daillon, haciendo saltar a la primera línea de la opinión pública el debate sobre la tenencia de armas de fuego en Suiza.
No solo el Ejército asegura la defensa de la Confederación Helvética. Entre los 18 y los 34 años, los hombres deben servir a su país tres semanas cada año y guardar el arma reglamentaria en sus casas, formando así una suerte de milicia. Una vez finalizado el servicio militar, los varones pueden conservar las armas si así lo desean.
Los ciudadanos que no han hecho el servicio militar pueden solicitar un permiso para comprar hasta tres armas a partir de los 18 años. No existe, además, un registro nacional, y algunas informaciones indican que al menos uno de cada tres de los 8 millones de habitantes de Suiza posee un arma. El país está en el tercer puesto mundial en tenencia de armas por habitantes después de Estados Unidos y Yemen, según la ONG Small Arms Survey con sede en Ginebra.
En 2009, una iniciativa popular reunió 100.000 firmas para exigir la creación de un registro nacional de armas y el fin del sistema que permite que los suizos puedan conservarlas después del servicio militar. A raíz de esto, se celebró un referéndum sobre la cuestión. Los lobbys proarmas criticaron entonces con dureza la propuesta, y la mayoría de los ciudadanos, un 56,3%, les dio la razón en las urnas.
El País