Al menos seis personas murieron hoy en Siria, la mayoría en el bastión opositor de Homs (centro), al continuar la ofensiva de las fuerzas leales al régimen de Bachar al Asad, pese a la presencia de observadores árabes.
El grupo opositor Comités de Coordinación Local informó en un comunicado de que cuatro civiles murieron en Homs y uno en Al Qahmana, en la provincia de Hama (centro), por disparos de las fuerzas del orden, mientras que en la localidad de Kafar Batna, cerca de Damasco, un soldado fue asesinado al rechazar abrir fuego contra los manifestantes.
En la ciudad de Homs, las fuerzas de seguridad han protagonizado un amplio despliegue de vehículo militares y efectuado disparos en varios barrios.
Entretanto, la provincia meridional de Deraa, otro de los feudos de la oposición a Al Asad, fue escenario de campañas de arrestos que coincidieron con la llegada de los observadores de la Liga Árabe a la población de Tafas, donde hay francotiradores apostados en los tejados de los edificios.
La misión árabe trata de verificar sobre el terreno el cumplimiento de la iniciativa árabe que estipula el cese de la violencia, la liberación de los detenidos en las protestas y el repliegue militar, entre otros puntos.
Ayer, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, denunció la presencia de francotiradores y la continuación de los “asesinatos” y enumeró algunos logros de los observadores.
Al Arabi explicó que la misión ha logrado hasta ahora la liberación de 3.484 detenidos por el Gobierno sirio, que saldrán de los centros de reclusión en cuatro grupos, y la retirada de los tanques del Ejército de las ciudades y de los barrios residenciales.
Desde que comenzaron las protestas a mediados de marzo pasado, más de 5.000 personas han muerto por la represión del régimen sirio, que acusa a grupos terroristas armados de estar detrás de las revueltas populares.
EFE