Al menos 289 personas murieron en el incendio de una fábrica textil de Karachi, sur de Pakistán, en el peor incendio de la historia de esta ciudad de 17 millones de habitantes, mientras que en otro incendio fabril en Lahora se registraron 21 muertos.
En total 310 personas fallecieron en ambas catástrofes.
El primero de los siniestros se produjo en una planta de fabricación de sandalias de plástico de Lahore, ciudad de 10 millones de habitantes del este de Pakistán, y provocó 21 muertos, según el último balance comunicado el miércoles por las autoridades locales.
El segundo afectó una fábrica textil de Karachi y corazón de la industria paquistaní.
Después de las primeras informaciones sobre este último siniestro el martes en la noche, que daban cuenta de una decena de muertos, el balance de víctimas fatales ha sido multiplicado al menos por veinte.
“Hasta ahora, los socorristas han recuperado 281 cadáveres. Los equipos siguen trabajando y tememos que haya otras víctimas”, declaró a la AFP Iqbal Mehmood, jefe de la policía de Karachi.
“Los bomberos encontraron (el miércoles en la mañana) decenas de cadáveres en una gran pieza en el subterráneo de la fábrica”, señaló Ehtesham Salim, jefe de los bomberos de la ciudad, que precisó que los trabajadores murieron asfixiados antes que sus cuerpos fuesen carbonizados.
Las causas exactas de la catástrofe de Karachi se desconocían hasta el miércoles en la mañana. Pero como ocurre regularmente en Pakistán, se señaló la inadaptación y la falta de seguridad en las instalaciones.
“La fábrica había sido construida de manera no muy sólida. Estaba repleta de gente. Había poco espacio para la ventilación y carecía de salidas de emergencia”, explicó el comandante de los bomberos.
“Desgraciadamente, el propietario de la fábrica había clausurado todas las puertas salvo la de entrada en el frontis del edificio”, precisó.
Unos sesenta obreros también resultaron heridos cuando saltaron por las ventanas para escapar a las llamas.
El ministro de Industria del Sindh anunció el inicio de una investigación por negligencia contra el propietario de la instalación.
Poco antes en Lahore, 21 obreros murieron en el incendio de una fábrica de sandalias de plástico, según el último balance entregado por Karamat Ali, portavoz de los servicios locales de socorro.
El incendio se propagó rápidamente en esta fábrica instalada de manera improvisada en una residencia, quedando atrapados más de treinta trabajadores, indicaron los responsables de los servicios de socorro.
Según un responsable gubernamental, Tariq Zaman, el siniestro fue provocado por una falla técnica del generador eléctrico.
El primer ministro Raja Pervez Ashraf presentó sus condolencias a las familias de las víctimas de los dos siniestros, que dejan en evidencia la vulnerabilidad del sector manufacturero paquistaní, uno de los pilares de la economía del país de más 180 millones de habitantes y fuertemente limitado por problemas de producción de energía.
AFP