Al fin descansan mis oídos: Horacio Corro Espinosa

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10-horacio-corro-300x144Les quiero hacer una pregunta a todos ustedes: ¿no sienten como que están viviendo, de hace unos días a la fecha, más relajados, mas desestresados, menos irritables? A la mejor no se habían dado cuenta de eso, pero soportar 16 millones 174 mil 80 spots que fueron difundidos en casi todas las estaciones de radio y televisión de todo el país durante 60 días, es para poner a cualquiera de malas, muy de malas.

Fíjense, yo tengo tres hijos, el más chico de los tres tiene 10 años de edad y todo el día está hablando. Es tanto lo que habla que a veces tengo que decirle: “mi niño, cállate un ratito para que dejes descansar mis oídos y descanse un ratito tu lengüita”.

Imagínense, si eso pasa con uno de tus hijos a quien lo quieres, lo amas, cómo entonces vas a soportar a gente extraña que durante todo el día te estuvo diciendo que votaras por él.

Y esto no nada más sucedió en radio y televisión, si te asomaste a los diarios impresos y portales de Internet, ahí estaba el anuncio de algún candidato. Y no nada más eso, sino que te decían que ellos eran los más capaces para transformar todo el país.

Todos estos señores que se dedican al negocio de la ficción política, minaron nuestra frágil estabilidad emocional. No encuentro ninguna diferencia entre un producto de belleza y un candidato. Un producto de belleza te promete desaparecerte las patas de gallo, endurecerte el busto, levantarte las pompas, etc. si tú compras ese producto, estas comprando ilusiones, nada más. Es lo mismo con los candidatos: todos te están vendiendo ilusiones y sueños. Y esos sueños tú los compras por la simple necesidad para que se corrijan los muchos defectos de tu tierra. Escoges lo mejor de todo lo fatalito que te ofrecen.

Como no hubo ninguna propuesta clara de los candidatos, uno se dejó llevar por los simples lemas de campaña. Pero, ¿algún ciudadano escuchó la explicación por parte de algún candidato, lo que significaba su lema de campaña?

Así es esto de los abarrotes. Cada candidato desde su tiendita o su tiendota, despacharon o revendieron los que no tienen y a la mejor ni va a tener. Es por eso que todo candidato ofreció ampolletas de ilusiones. Por ejemplo, les leo  estos lemas: “Con la fuerza del pueblo”, “con seguridad empleo y libertad”, “nuevo es mejor” etcétera.

No faltaron los candidatos que te ofrecieron, no en un frasquito, sino en botella de caguama, lo que a ti se te antojara. Cada producto se vendió de acuerdo a sus promesas.

Ante este bombardeo de información electoral que sufrimos a través de los medios de comunicación, no sé qué se pueda decir al respecto. Lo único que se me ocurre es eso que se usa en el juego de las canicas: marcar los rasgos en la tierra y decir, chiras pelas, mueres de retacho y para las próximas campañas, que ya no falta mucho tiempo, lean, oigan y vean lo que buenamente puedan aguantar; pero lo más importante es desentrañar quién es quién en eso del abarrote político. O sea, quién es el mejor candidato para desempeñar el cargo.

Y cuando se les haya llena el buche de tanta dosis electoral, apaguen el interruptor y enciendan el cerebro para leer algún libro, creo que es mejor.

Twitter: @horaciocorro

Facebook: Horacio Corro

horaciocorro@yahoo.com.mx