Ningún fenómeno natural, político o social había puesto a prueba la capacidad de respuesta del mundo en la historia moderna como la pandemia del Covid-19, desafío monumental para los países desarrollados, más aún para las economías emergentes y rezagadas. Hoy toca el turno de América Latina, con un crecimiento exponencial en número de contagiados y de muertos y sin la infraestructura hospitalaria y la fortaleza económica para enfrentar el desafío. Hoy, más que nunca, la atención de la OMS está centrada en esta parte del orbe.
En el oriente asiático, ya China, Corea del Sur y los tigres industrializados, el número de enfermos y la pérdida de vidas humanas se ha disipado o está en franca retirada, mientras en Europa los principales países afectados (Italia, España y la Gran Bretaña) han estabilizado los contagios y los decesos han decrecido, con excepción del último país, por lo que la vuelta a la normalidad en la vida económica y social se ha iniciado. Hoy Europa contabiliza menos de 25 por ciento de contagiados del total mundial.
En América del Norte, los contagios no han descendido, pero la tasa de letalidad ha decrecido en el país líder, Estados Unidos. Paulatinamente el desafío se ha trasladado al subcontinente latinoamericano: hasta los últimos días de la semana pasada, en el mundo se registraban más de 6 millones de contagios, de los cuales 59 por ciento se encontraban en el continente americano y 32.29 por ciento del total mundial en América Latina; otro dato de suma gravedad es que de todas las muertes por Covid-19 contabilizadas la semana pasada, cerca de 30 por ciento correspondieron a esta región, y el porcentaje va en ascenso.
América Latina, en efecto, atraviesa por el momento más álgido de la pandemia; la región acumula 51.4 por ciento de los más de 800 mil casos activos detectados en las últimas dos semanas en el mundo. Esta parte del hemisferio ha superado los 800 mil casos de contagio. La OMS ha calificado ya a esta región de ser el nuevo epicentro de la enfermedad del siglo XXI
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Por eso, al menos 14 millones de personas podrían pasar hambre en América Latina debido a la creciente pandemia del coronavirus, que recluye a la gente en su casa, destruye puestos de trabajo y lastra a la economía, como advirtió el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
Brasil es el líder regional, con más de 430 mil casos y con más de 28 mil muertes. Este país latinoamericano ocupa el segundo lugar mundial en contagios, sólo detrás de Estados Unidos y con una mortalidad al alza. Brasil ha registrado hasta 900 fallecimientos por día, superando a Estados Unidos, ya con menos de 700 diarios.
La propagación del virus en Brasil coincide con una crisis política entre niveles de autoridad constitucional. El presidente Jair Bolsonaro está en confrontación abierta con los gobernadores que aplican el confinamiento y en general las medidas recomendadas por la OMS en sus estados.
En Perú, el gobierno considera que ha llegado a la cima de los contagios. Pero desde hace dos semanas el país andino no baja de 4 mil contagios diarios, y hay días en que ha registrado más de 5 mil casos, para rebasar ya los 140 mil acumulados y más de 4 mil personas fallecidas. El presidente Martín Vizcarra ha prorrogado por quinta vez el toque de queda, una medida controvertida que no ha logrado detener la propagación del virus. Perú es el segundo país latinoamericano con más infectados.
México también vive su momento más difícil, pues registra ya más de 87 mil contagios y más de 9 mil 700 muertos. Por primera vez superó los 500 fallecimientos en un día, el 26 de mayo. Las medidas de higiene y sana distancia, combinando esfuerzos de gobierno federal, gobernadores y sociedad, han impedido un mayor ritmo de contagio.
En Ecuador, en un espiral ascendente, los contagios de Covid-19 superaron ya 40 mil, y los fallecimientos 3 mil 500, además de que se sospecha de otros 2 mil más.
Colombia reporta ya más de mil nuevos casos de contagio por día, para rebasar 25 mil casos acumulados; los mil 46 nuevos positivos es su mayor registro diario desde el inicio de la pandemia.
Mientras, Argentina extendió otras dos semanas el confinamiento obligatorio que rige desde el 20 de marzo. Alcanzaba, hasta mediados de la semana pasada, 11 mil 353 casos positivos y 445 muertos.
Los registros oficiales colocan a Venezuela como uno de los países con menos casos: 944 positivos y 10 muertos. Pero los contagios se han disparado 40 por ciento durante la última semana, crecimiento que indica que la situación puede cambiar rápidamente.
En el balance positivo, la OMS informa que cinco países de Latinoamérica han logrado recuperar más de 50 por ciento de sus contagios detectados: Cuba, Uruguay, México, Panamá y Costa Rica.
En suma, es la hora de América Latina. Es momento de que los países de la región, sus gobiernos y sociedades, formen un bloque sólido para enfrentar el mayor desafío sanitario del siglo XXI: que el fenómeno no colapse los sistemas hospitalarios, preserve la salud y la vida de los latinoamericanos, y no impacte estructuralmente los aparatos productivos de la región.
La unidad de todos los sectores, público, social y privado, es la clave.
* Presidente de la Fundación Colosio