Poco más de 100 mil familias, viven aún los estragos de la marginación y pobreza, producto de la falta de interés de las autoridades para generar y aplicar políticas públicas en el campo oaxaqueño. La poca efectividad en los apoyos al sector, además de la expropiación de la tierra y la migración, es cada día más evidente.
Las posibilidades de desarrollo en el agro, son reducidas debido a que más del 70 por ciento de las tierras de las regiones de Valles Centrales, la Mixteca, la Sierra Norte y Sur, son infértiles ante la erosión, así como la falta de atención.
Hasta hace 50 años, y de acuerdo a diversos estudios de expertos en la materia, ese suelo no sólo producía frijol, maíz, calabaza y hasta trigo, sin embargo, hoy se encuentran desérticos y sin esperanza.
La región de la Mixteca, es un claro ejemplo de los 100 años de olvido que ha vivido esa región, pues el panorama agrario es completamente desolador. Más del 80 por ciento de la extensión territorial se ha convertido literalmente en un ”desierto”, en donde ni la reforestación podría ser la solución, y mucho menos la producción de granos básicos.
El campo “agoniza” ante el claro abandono. La falta de apoyos a los agricultores y la descapitalización que ha sufrido esta región es evidente.
Tierra estéril
Poco más del 50 por ciento de las 11 mil hectáreas de tierra con las que cuenta tan sólo la región de la Mixteca oaxaqueña, son estériles e infértiles, de acuerdo a los estudios. Este fue el reporte que emitió hace ocho años la Comisión nacional de las zonas áridas (Conaza), de la Secretaría de agricultura, ganadería, desarrollo rural, pesca y alimentación (Sagarpa).
El tráfico de la flora y fauna y los estragos causados por el pastoreo de los años 80’s, apoyó mayormente a esta situación. Sin embargo, la falta de políticas públicas y apoyos directos a los campesinos, fue lo que provocó prácticamente la muerte del campo en la región, mencionó Joel Santiago Martínez, representante de los campesinos en esta zona.
En este contexto, se han perdido 200 toneladas de tierra en esta zona, por lo que el panorama se ha tornado grave debido a que un centímetro de suelo requiere de 300 años para recuperarse, y el doble para que produzca nuevamente.
Situación de la que no está exenta las regiones de Valles Centrales, Sierra Norte y Sur, a pesar de la capitalización que se ha empezado a dar en los últimos años por parte de las autoridades federales y estatales, de acuerdo a los últimos reportes.
El problema de la tierra ha generado también, una constante migración no sólo a Estados Unidos, sino a zonas del país considerados como productivos y de alto crecimiento económico; es decir, estados del norte en donde se han generado las ultimas políticas públicas con grandes resultados.
La situación es complicada, difícil, muy grave, asegura Manuel Antonio Juárez, integrante de los pequeños productores de hortalizas de San Francisco Lachigoló, quien manifestó que ante la falta de apoyos se ha optado por la siembra de dichos productos y dejar de lado los granos básicos.
“La producción es un poco más barata, pero también se requiere del interés de las autoridades para poder comercializar no en otros estados, sino en Oaxaca, el cual se abastece de estados como Puebla y del norte, en donde las políticas públicas y los apoyos sí llegan y a manos llenas”, señaló.
El hombre manifestó que a 100 años del auge que tuvo el campo oaxaqueño, hoy la tierra se encuentra literalmente improductiva y con poca capacidad para poder lograr abatir las demandas de granos básicos y hortalizas.
Hasta hace unos meses, las autoridades estatales reportaron que se contaba con un déficit de maíz, de al menos unas 200 toneladas, y una cifra similar de otros granos que son indispensables en la canasta básica para quienes habitan en esta zona de la república mexicana.
“El futuro del campo en Oaxaca es incierto, ya no sabemos si nos llegará o no el apoyo, y sobre todo, ante los siniestros naturales”, señaló Manuel Antonio Juárez.
Por: Carina García
Vía: Viral Noticias