La manoseada discusión sobre si hubo, hay y/o habrá o no sub ejercicio en diversos rubros del gobierno del estado de Oaxaca –hablando básicamente del presente sexenio- ha convertido el tema en algo tan banal que se pierde de vista la importancia sustancial del asunto, es decir, el terrible daño al desarrollo real de la entidad cuando un dinero asignado para diferentes aspectos, entre ellos, combatir la miseria deplorable vivida por muchos sectores oaxaqueños. Las variables de ese perjuicio son diversas y cualquier observador con mediana inteligencia se preguntará: “¿De qué diablos sirven los presupuestos “históricos” conseguidos los últimos años, si al final terminan regresando una buena parte del dinero conseguido a la federación y a través de intensos cabildeos en el Congreso de la Unión?” Las causas para regresar esos recursos son diversas, devolución llamada subejercicio –creo-, y están presentes en todas la dependencias de gobierno, decía, las causas son múltiples, a saber entre las más socorridas, la falta de capacidad para presentar proyectos viables, no saben los funcionarios como completar los requerimientos para las autorizaciones de las dependencias federales, no se depositan los paripasos (parte proporcional que debe aportar el gobierno del estado, generalmente entre el 15 y 20 por ciento del total del proyecto), en fin, hay fallas de todos colores y sabores. De esta manera y por ejemplo, desde el primer año del presente mandato estatal, 2011, había 30 millones de pesos autorizados por el gobierno de la República para la construcción de un verdadero Centro de Convenciones –no como el salón de bailes Monte Albán- en la capital oaxaqueña, inmueble sin duda destinado a ser detonador de una mayor derrama de turismo a la ciudad al haber logrado poner –si se hubiera construido- a Oaxaca de Juárez en competitividad con otras ciudades como Guadalajara, Cancún, la propia Ciudad de México, al contar con una sede para recibir grandes grupos de convencionistas, algo inexistente hoy en día en la capital. Sin embargo, el gobierno estatal no depositó su paripaso y el dinero se regresó a la federación. Así de simple. Esta columna tuvo la oportunidad de entrevistar en su momento sobre este tema al entonces titular de la Secretaría de Finanzas, Gerardo Cajiga Estrada, quien dijo sencillamente: “Son sólo 30 millones entre decenas de miles asignados a la entidad. Sin problema se reasignarán el año entrante (2012)”. La cruda realidad es que ya pasó ese 2012, 2013 y en este 2014 no está contemplada la reasignación presupuestal de esa obra; en forma real y práctica esa posibilidad se fue, cuando ya se tenía en la bolsa el recurso.
SALOMÓN JARA Y SU GOLPE MORTAL
Entre todos los casos de sub ejercicio, el realizado en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura, Sedafpa, por el primer titular de esa dependencia del actual sexenio, Salomón Jara Cruz, no tiene precedentes y sus consecuencias negativas alcanzarán a varias generaciones de oaxaqueños. Me explico. A la llegada de Gabino Cué Monteagudo y su derrota al PRI en el estado por primera vez en 80 años, su bono democrático era muy alto; así y quizá por eso entre otras razones, el presidente de la República en ese primer año del mandato gabinista – Felipe de Jesús Calderón Hinojosa- tenía un ánimo de ayuda muy elevado hacia nuestra entidad y quizá por eso también se vio beneficiado en forma abundante el rubro del campo, es decir, el presupuesto destinado para ejercer el 2011 en Oaxaca entre la Sedafpa, coordinados con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Sagarpa, delegación Oaxaca, con el gabinete federal y en conjunto con el Fideicomiso de operación de la Alianza para el Campo, alcanzó ese año una cifra inédita de poco más de mil 243 millones de pesos. Al revisar otros estados como Nayarit con 50 millones anuales, o Jalisco con 150 millones anuales, el comparativo reflejaba una impresionante oportunidad de crecimiento y detonación administrativa y financiera en materia agrícola, ganadera, pesquera y toda el área en general, pero sucedió algo inexplicable y muy poco claro, de lo cual hasta hoy, Salomón Jara no ha dicho “esta boca es mía”. Su primer tropiezo fue impedir la llegada de 585 millones al campo oaxaqueño en ese 2011 y de ahí provocar un daño patrimonial en cascada.
NEGLIGENCIA, TORPEZA ¿O QUÉ?
Para entender la magnitud y la ruta de ese crimen contra el agro oaxaqueño es necesario explicar cómo opera la distribución de recursos de la federación hacia los estados en general cuando de participaciones y presupuestos federales se trata. Por regla general se remiten los dineros por semestres, o sea, aproximadamente la mitad del presupuesto anual aprobado se radica durante el primer semestre del año, por lo cual, Oaxaca recibió en el primer semestre 2011 la cantidad aproximada de 687 millones de pesos. La regla marca que los gobiernos estatales deben aplicar esos recursos, en este caso la Sedafpa de Salomón Jara, al menos en un 70%; esto significaría haber presentado proyectos viables y dispersar una inversión al campo de por lo menos 481 millones de pesos (70% de lo radicado a la dependencia de Salomón) en ese primer semestre, para que la federación enviara en el segundo semestre el resto, 560 millones de pesos. Sin embargo, el secretario del ramo estatal, en coordinación con el delegado en Oaxaca de la Sagarpa de ese tiempo, no tuvo la capacidad y sólo ejerció -¡Imagínese Usted, amigo lector!- el 20% del recurso recibido, lo cual representó alrededor de 140 millones de pesos de los 687 millones de pesos ¡ya en la bolsa! Por supuesto, al recibir el reporte el gobierno federal del no ejercicio -¿si no se llama sub ejercicio, entonces cómo se llama?-, por consecuencia ya no depositó los 560 millones comprometidos para el segundo semestre 2011. En el colmo de la incapacidad, negligencia y actitud criminal por torpeza, todavía la administración de Salomón Jara regresó 45 millones de pesos más por no ejercicio de lo recibido durante el primer semestre 2011, para cerrar con broche de oro y termina aplicando en ese año menos de 100 millones de pesos ¡Increíble, pero cierto!.
EL DAÑO EN CASCADA
Dentro de la lógica presupuestal en la relación gobierno federal-gobierno estatal, los presupuestos se incrementan año con año no a partir de lo asignado en el año fiscal, sino a partir de lo ejercido. Esto significa que si un año le destinaron a una entidad digamos 100 millones para un rubro, y sólo ejerció 50 millones, al año entrante partirán de un incremento mesurado sobre los 50 millones y no sobre los cien. De esta manera, en el 2012 Oaxaca sólo obtuvo un presupuesto alrededor de los 733 millones de pesos porque sólo resolvió la inversión de casi 600 millones el año anterior; por lo tanto, dejó de recibir al menos otros 500 millones de pesos si hubiera aprovechado lo asignado en el 2011, o sea, mil 243 millones. En el 2013, el mismo concepto alcanzó 888 millones de pesos , es decir, un poco más del año anterior , 2012; por lo tanto, en lugar de recibir en ese año quizá mil 300 millones de pesos, sólo se obtuvieron casi 900, lo cual significa en promedio otros 500 millones de pesos menos, grosso modo. Finalmente, este 2014, el concepto del campo en Oaxaca obtuvo una asignación presupuestal de 987 millones aproximadamente, cuando debería haber sido de mil 400 millones aproximadamente, pero recibimos 500 millones menos. Si sumamos de manera simplista 2 más 2, el daño provocado por Salomón Jara es en forma real de cuando menos mil 500 millones de pesos, aunque los últimos mil millones entran en el terreno de las suposiciones y de la lógica presupuestal, pero los del 2011 sí son 560 millones de pesos de sub ejercicio real y efectivo, se vea o se explique como se quiera.
LOS FACTORES GARCÍA CORPUS Y EDGAR GUZMÁN
Hoy en día vemos una evidente confrontación política entre el nuevo titular de la Sedafpa, Edgar Guzmán Corral, y el nuevo delegado de la Sagarpa, Teófilo Manuel García Corpus, a decir de los cercanos de cada uno de estos funcionarios, Guzmán intenta destituir a Corpus desde el gabinete federal y a su vez Corpus a Edgar Guzmán del estatal. Más allá de esa lucha, también está la batalla por las diputaciones federales en el 2015, porque ambos personajes han manifestado de manera interna sus intenciones de contender por ese cargo de elección popular, cada uno desde su partido, Corpus en el PRI y Guzmán en el PAN. Sea cual sea la realidad, ambos han declarado echando la bolita uno al otro. Sin embargo, Guzmán Corral tiene el antecedente de haber sido delegado federal de la Sagarpa justo antes de ser nombrado secretario en la Sedafpa durante el tiempo de Salomón Jara como secretario de la Sedafpa, por lo tanto, tiene el pulso de lo acontecido con Salomón los primeros años del sexenio, pero también parte de la responsabilidad de ese boquete a las participaciones federales por haber sido titular de la delegación Sagarpa cuando se regresaron esos 560 millones.
LO QUE VIENE
Actualmente las ansias políticas están desbordando este tema del agro oaxaqueño, pues aparte de las intenciones mencionadas de Corpus y Guzmán, el propio Salomón Jara es uno de los puntales dentro de la organización de Movimiento Regeneración Nacional, Morena, punta de lanza de Andrés Manuel López Obrador con vías a ser partido político. Si tomamos en cuenta la fuerte presencia de Andrés Manuel en Oaxaca, se puede entender el velo de impunidad que cubre a Salomón para reclamarle su desafortunado paso por la Sedafpa. Más aún, tiene un severo conflicto de 25 millones de pesos revisado actualmente en la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, y según fuentes de esta columna, existe gente del gobierno estatal abocada a tratar de solventar ese monto pendiente de comprobar: “Pero al menos”, han dicho a esta columna esas fuentes, “15 millones de pesos no los libra”. En un análisis de todos estos hechos, se prevé una fuerte batalla campal entre los encargados de las áreas estatal y federal cuando lleguen los tiempos de las candidaturas, así como el recrudecimiento de ambos lados por exhibir al oponente político. Para Salomón, nada. Sólo un crecimiento político a la sombra de Andrés Manuel, haber hasta dónde llegará eso. Por otra parte, el incremento gradual de los recursos al campo de Oaxaca otorgados por la federación luego del descalabro 2011, habla de una buena administración en ese rubro de algunos funcionarios. Evidentemente no de Guzmán Corral. jaimelabc22@gmail.com