El sol intenso no mata las esperanzas, pero la crisis económica hace que la venta de las tradicionales palmas en pleno Domingo de Ramos agonice. Para decenas de familias que provienen de la Mixteca y dependen de la venta de este producto, la situación financiera es mucho muy complicada.
A ellos y a ellas, no se les apoya con programas ni federales ni estatales, porque en su mayoría son excluidos de los mismos; no cuentan con un establecimiento propio, porque la necesidad no se los permite y nos ha llevado a convertirse en los nómadas de este siglo.
“La venta es muy poca, la inversión es regular”, manifiesta Eugenio Méndez quien como decenas de las familias de la región de la Mixteca ha continuado con el legado de sus antepasados,
Mientras busca sombra entre la plancha de la Alameda de León, el hombre de tez morena, sin dejar de trabajar en los crucifijos de palma, para este Domingo de Ramos, pasa desapercibido entre la grey católica y los representantes de los mismos.
La falta de circulante, la exclusión de este sector así como muchos más ha generado que estos hombres y mujeres, no cuenten con una certeza financiera, como miles de oaxaqueños y oaxaqueñas.
En plena conmemoración de la Semana Santa, muchos de ellos no han logrado obtener ni siquiera el salario mínimo y muchos de ellos y ellas han generado mas gastos que ganancias.
“Es difícil pero aquí estamos, tal vez en esta semana si se venda algo”, dice Eugenio quien no pierde las esperanzas a pesar de que sabe que la producción de este producto agoniza.
Carina García/Libertad-Oaxaca.info