Cuba acusó al gobierno de Estados Unidos de entorpecer las frágiles relaciones diplomáticas binacionales denegando visas a sus representantes en la embajada de Washington y de distorsionar la realidad para generar nuevas tensiones entre los dos países que ya atraviesan un momento de distanciamiento.
Una declaración de la Cancillería cubana difundida el miércoles por la noche desmintió que sea La Habana quien impide a los diplomáticos estadounidenses venir a la isla para realizar su trabajo y manejar la sede, como lo mencionó el Departamento de Estado. Por el contrario, se aseguró, Washington rechaza las visas para los funcionarios cubanos.
“Estados Unidos ha ido generando un nuevo pretexto para afectar las relaciones diplomáticas bilaterales”, expresó el comunicado oficial.
La isla aseguró que desde finales de 2017 Estados Unidos otorgó 26 visas a sus diplomáticos y denegó seis. Cuba, en cambio, entregó a los estadounidenses 105 y solo rechazó una “en reciprocidad a la actuación del Departamento de Estado”.
“Se trata claramente de un comportamiento desbalanceado y ajeno a las normas de reciprocidad que constituyen práctica esencial en las relaciones diplomáticas”, indicó el comunicado de la Cancillería.
Las relaciones entre ambas naciones sufren un fuerte distanciamiento desde que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca y luego de que su predecesor, Barack Obama, acordara en 2014 con su homólogo Raúl Castro reabrir sus respectivas embajadas.
Los dos últimos años de mandato de Obama y al calor de la normalización diplomática se sucedió un histórico acercamiento, miles de estadounidenses viajaron a la isla, delegaciones de empresarios mostraron su interés en la nación caribeña y se firmaron acuerdos de cooperación. Sin embargo, el exgobernante norteamericano no logró convencer a su Congreso de levantar el embargo y eliminar las sanciones.
En un giro de 180 grados, Trump reimpuso el ajuste como forma de presionar a la isla para un cambio de modelo en su sistema político y a mediados de 2017 retiró a la mayoría de su personal diplomático y consular en Cuba luego de reportar que éstos sufrieron extraños ataques acústicos.
Cuba rechazó la existencia de tales incidentes y señaló que era una excusa para incrementar la hostilidad.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores mantiene el ánimo de facilitar los requerimientos de cada parte para el respectivo funcionamiento de las Embajadas sobre la base de la reciprocidad”, expresó el comunicado de la Cancillería.
Fuente: jornada.com