El pasado miércoles 25, el Gobernador Constitucional del Estado, Gabino Cué hizo “un llamado firme, honesto y decidido a las organizaciones sociales y sectores de la entidad, a los pueblos indígenas, a los maestros, a transportistas y a grupos de colonos; a los empresarios, sindicatos, intelectuales y artistas; a los jóvenes y a las mujeres, a las personas de la tercera edad, para que juntos suscribamos un Acuerdo de Gobernabilidad y Concordia y hagamos de Oaxaca un modelo de democracia en el ejercicio irrestricto de los derechos de todos”. Lo anterior bajo el anhelo de construir en el estado un entorno de libertad, paz, seguridad y armonía. Que permita hacer de Oaxaca un modelo en el ejercicio amplio de las libertades públicas y de los derechos humanos, así como la construcción de un entorno de concordia, en el que se respeten los intereses legítimos de todos los oaxaqueños, especialmente de los grupos más vulnerables de nuestro tejido social. El espíritu del acuerdo propuesto busca “que las demandas y luchas sociales de todas las regiones, municipios y comunidades de nuestro estado, puedan expresarse y obtener respuestas, sin lastimar los derechos de terceras persona, ni la armonía social y otorgue cabal respeto al desarrollo de las actividades productivas, laborales, culturales y sociales del Estado”.
Los considerandos de dicho acuerdo se reducen a tan sólo nueve, pero en realidad dadas las circunstancias por la que hemos atravesado los oaxaqueños durante los últimos meses y años, pudieran ser muchos más, pero en los expuestos se engloban la mayoría de ellos. Estos parten de “Que Oaxaca es un Estado pluricultural y multiétnico, caracterizado por una histórica tradición de lucha social por la reivindicación de los derechos sociales”. “Que a la par de las cotidianas muestras de solidaridad, unión y convivencia que distinguen y engrandecen la interacción social de los oaxaqueños, son también frecuentes las manifestaciones de inconformidad ciudadana y de organizaciones que se expresan a través de movilizaciones y acciones públicas para exponer y defender sus reivindicaciones; las cuales confluyen mayoritariamente en la capital del Estado con el propósito de obtener respuestas a sus demandas”. “Que frente a las movilizaciones sociales, resulta necesario conciliar el ejercicio de los derechos y libertades de asociación y manifestación con los derechos fundamentales de las personas que se ven afectadas de diferentes maneras por la práctica de estas expresiones públicas”. “Que a ningún oaxaqueño se le debe conculcar su derecho a la manifestación de las ideas, ni su derecho a reunirse o asociarse; como tampoco se le puede negar a la sociedad su derecho a disfrutar de la tranquilidad, al libre tránsito y a disfrutar de la paz pública”. “Que Oaxaca requiere consolidar el Estado de Derecho para fortalecer su armonía e impulsar su desarrollo”. “Que los oaxaqueños requerimos de un Acuerdo de Gobernabilidad y Concordia, fundado en la voluntad libre y democrática de la sociedad, y que por ningún motivo se imponga mediante la fuerza pública, condicionamientos o la coacción”.
“Que la sociedad oaxaqueña ha expresado en forma reiterada su deseo terminar con la tensión e incertidumbre que genera la percepción de una sociedad dividida y anárquica, cuyas expresiones han inhibido el desarrollo sostenido del estado y sus comunidades, además de afectar el curso de la economía, la generación de empleos y la calidad de vida de todos”.
“Que este entorno de incertidumbre limita también las oportunidades de los niños y jóvenes de Oaxaca, quienes esperan de nuestra generación, la mayor responsabilidad y el mejor desempeño, para que ellos puedan tener una educación y un futuro a la altura de sus necesidades y expectativas” y “Que la mejor manera de atender los rezagos de Oaxaca y las diversas demandas es la apertura de vías de diálogo y acuerdo entre las
Instituciones y las organizaciones sociales; que el ejemplo y legado republicano y reivindicador del Gran Benito Juárez, es el que debe guiar e inspirar la construcción de un presente y un futuro de grandeza para Oaxaca”.
En reciprocidad el Gobierno del Estado se compromete a lo siguiente: “El respeto irrestricto de los derechos y libertades públicas y civiles de los oaxaqueños y de sus diversas formas de organización y lucha social.
El respeto a los derechos y libertades de terceros.
Atender con prontitud, respeto y eficiencia a las organizaciones sociales, sin importar su filiación política o condición social, además de responder en cada caso con claridad y en el marco de la Ley lo que proceda, siempre velando por el interés superior de todos los oaxaqueños.
No poner en riesgo la paz pública, los servicios básicos, ni las actividades productivas de fuerte repercusión en la economía y bienestar de la sociedad, así como restaurar la confianza en las leyes y las instituciones, mediante un ejercicio democrático y socialmente responsable de los actos
de autoridad. Mantener el Estado de Derecho y el orden público, por ser patrimonio irreductible de todos los oaxaqueños, pero nunca a costa de las libertades y derechos fundamentales de ciudadanos y las organizaciones sociales. Ofrecer un trato digno, eficiente y diligente a los particulares, organizaciones sociales o asociaciones civiles que realicen trámites en las instituciones de la Administración Pública Estatal, con la finalidad de evitar a la ciudadanía pérdida de tiempo, gastos infructuosos y traslados innecesarios de alguna región del estado a las oficinas gubernamentales ubicadas en la Ciudad de Oaxaca. Fortalecer la transparencia en las acciones del gobierno a través de la difusión oportuna y veraz a la opinión pública del avance en los acuerdos obtenidos con los diferentes sectores y organizaciones de la población. Contar con una policía cada vez más eficiente, respetuosa de los derechos humanos, mejor coordinada, regionalizada y cercana a las comunidades, a fin de brindar una mayor seguridad a los ciudadanos y sus familias y a trabajar en estrecha cooperación con los Poderes Legislativo y Judicial del Estado para mejorar sustancialmente la procuración y la administración de justicia, mediante la mejor preparación de ministerios públicos, jueces y magistrados, así como la apertura de cada vez más centros de mediación para la resolución amistosa de conflictos familiares y sociales”.
En tanto las Organizaciones Sociales se comprometen a: “Expresarse y manifestarse en ejercicio de sus legítimos derechos, en un marco de apego a la Ley y de respeto a los derechos de terceros. Se comprometen asimismo a no poner en riesgo la paz pública, los servicios básicos, ni las actividades productivas de fuerte repercusión en la economía y bienestar
de la sociedad. A construir juntos, Sociedad y Gobierno, un nuevo espacio para dialogar con respeto a la Ley y encontrar a través de una comunicación permanente, la solución a los problemas ancestrales y emergentes, con el único límite que supone la capacidad financiera del Estado y la legalidad de las demandas planteadas”.
Estoy convencido de que es tiempo de darle un nuevo rumbo al destino de nuestro estado, razón por la que celebro dicho acuerdo y como un ciudadano comprometido con el desarrollo del mismo, lo suscribo con el mismo anhelo manifestado por el Gobernador Gabino Cué; ¡Oaxaca se lo merece!
¿Y usted amable lector?
Twitter: @Mario_Mendoza_F