El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pierde poder e injerencia en los gobiernos.
Después de haber tenido el control de hasta 16 secretarías de Educación en los estados, dos años después de la caída de Elba Esther Gordillo, sólo quedan tres secretarios locales ligados al sindicato.En 2008, periodo en el que el SNTE firmó la Alianza por la Calidad de la Educación con la SEP, la mitad de las secretarías de Educación estaban en manos de dirigentes gremiales.
Al terminar el sexenio de Felipe Calderón, en 2012, sólo quedaban 6 titulares de educación pertenecientes al SNTE, pero había 22 subsecretarios de Educación Básica ligados al gremio magisterial.
En la SEP, el sindicato, además, tenía el control de la subsecretaría de Educación Básica que le fue entregada a Fernando González, yerno de Gordillo.
Ahora sólo el subsecretario de Educación Básica de Zacatecas, Alberto Ruiz Flores Delgadillo, proviene de la dirigencia local del SNTE.
Otros subsecretarios de Educación Básica son egresados de las escuelas normales, maestros de profesión y quienes han desempeñado diversos cargos dentro de la Secretaría de Educación del Estado: Aguascalientes, Michoacán, Morelos, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Veracruz.
De estos pueden ser relevados, tras el cambio de Gobierno, los de Sonora, Aguascalientes y Michoacán.
Actualmente 12 de los titulares de educación son políticos de carrera ligados al partido en el poder, quienes han ocupado diversos cargos en la entidad o han sido diputados locales o federales.
En 2008, época en la que el SNTE tuvo la mayor injerencia en las secretarías de Educación de los estados, la mitad de los titulares de educación eran del sindicato y la otra mitad, ex rectores de las universidades estatales o institutos de educación superior.
Actualmente, sólo hay 12 ex rectores, académicos, o directores de instituciones de educación superior estatales encargados de la Secretaría de Educación local, cuatro menos que en 2008.
En este nuevo mapa de las autoridades educativas locales, entre los responsables de poner en marcha la reforma educativa hay dos titulares del ramo que han sobrevivido al cambio de sexenio y están o estuvieron ligados a la ex lideresa magisterial: Chiapas y la Administración Federal de los Servicios Educativos del DF.
La ruptura del pacto político entre el Gobierno federal y Elba Esther Gordillo, ex dirigente magisterial, se replica en los Gobiernos estatales, aseguró Alberto Serdán, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
“Cuando se rompe el pacto a nivel federal, también se rompe a nivel local”, expresó.
La reforma educativa, dijo, tiene un impacto en la distribución de la toma de decisiones sobre el sistema educativo, y el nuevo mapa de las autoridades educativas locales, constata que esta reforma modifica las relaciones de ingreso, promoción y permanencia de los maestros.
“Al modificarse los términos de ingreso a las plazas, también se modifica las negociaciones de los Gobernadores con el sindicato magisterial”, expresó Serdán.
Marco Fernández, investigador del Tecnológico de Monterrey, aseguró que es una señal de aliento para el sistema educativo que las autoridades educativas en los Estados ya no provengan en su mayoría de la dirigencia del SNTE.
“Alienta que se estén tomando acciones para recuperar las posiciones que habían sido concesionadas indebidamente al SNTE, que además de ser representante de los trabajadores, eran autoridad.
“Acotar esa influencia para poder tener mayor control sobre las decisiones de la política educativa, me parece un paso en la dirección correcta”, expresó el especialista.
No obstante, advirtió que la nueva conformación de las autoridades educativas en los estados, donde muchos provienen de las filas del partido en el poder, no necesariamente va a garantizar que la gestión del sistema educativo sea más eficiente.
“Si los espacios están siendo llenados por políticos profesionales con escasa experiencia en la política educativa, revela que no se termina de entender que se requiere de políticos, sí, pero que sepan de educación para poder gestionar la política educativa la cual demanda conocimiento técnico”, expresó.
Al mismo tiempo, aseguró, que hay que ser cautos en el análisis porque si bien los titulares de las Secretarías de Educación y de las subsecretarías de Educación Básica ya no son del SNTE, la operación del sistema sigue en manos de maestros sindicalizados.
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