El matrimonio es sinónimo de apoyo muto, compartir proyectos y responsabilidades y un ejemplo de ello son Juan Carlos Contreras Alejandro y Juliana Roldán Félix, una pareja que a sus 34 años de edad y con la responsabilidad de sacar adelante a sus tres hijos de 9, 8 y 3 años de edad, cursan el nivel secundaria, en el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA).
Cuando los últimos rayos del sol se reflejan en las cristalinas aguas de la presa “Miguel de la Madrid”, popularmente conocida como Cerro de Oro, los amantes de la educación se acercan el Círculo de Estudio que IEEA tiene en la localidad Benito Juárez, municipio de San Lucas Ojitlán, Distrito de Tuxtepec.
Los sábados y domingos, son los días en que la pareja pospone sus actividades cotidianas para tomar libros, lápiz, cuadernos, calculadora, y con apoyo de su asesora despejan dudas y adquieren conocimientos útiles para su entorno familiar y social.
El canto de las aves, la exuberante vegetación y la humedad del campo, son testigos del amor y esfuerzo de los esposos por superar el rezago educativo. Juan Carlos combina las actividades de pesca con la agricultura, y Juliana se dedica a las labores de la casa y el cuidado de sus dos varones y una niña.
Relatan que por limitaciones económicas de sus familias, de pequeños solo terminaron la educación primaria, además de que la escuela les quedaba muy lejos de casa, teniendo que caminar por más de una hora para acudir a clases.
Ella fue la primera en retomar sus estudios y luego animó a su esposo a incorporarse a las asesorías. “Con los conocimientos que obtengo en los libros, puedo ayudar a mis hijos en sus tareas; los hombrecitos ya van a la primaria y la nena está en preescolar”, dice Juliana.
En tanto, Juan Carlos expresa: “Al ver que mi señora estudiaba, dije yo también puedo, soy joven todavía. Me gusta aprender matemáticas, porque vendo mojarras unos 4 kilos diarios y no sabía hacer muy bien las sumas; en el IEEA me enseñan a sumar, restar, multiplicar y al momento de cobrar o dar cambio pongo en práctica mis conocimientos”.
Esta pareja dedica sus momentos libres para estudiar juntos. En casa leen y realizan sus tareas para avanzar más rápido y recibir su certificado de secundaria al mismo tiempo, como si fuera el acta de matrimonio.