Volver, regresar a recibir lección o clases en salones de escuelas públicas, al margen de las circunstancias relacionadas con salud por la posibilidad de contagios y riesgo de muerte de escolares, lo real es que en Oaxaca no habrá clases, porque si bien el gobernador dijo que se privilegiara la salud de la población y las decisiones sobre Covid se tomaran de manera conjunta; el regreso a clases deberá tomarse a través de consenso entre padres de familia, profesores y autoridades educativas y, en función de ese acuerdo se determinara si se debe volver o no a salones de clase, perspectiva que todos sabemos es ociosa y predecible respecto de que no habrá clases presenciales, porque desde hace décadas lo que menos quieren los profes de la Secta 22 es trabajar, dedicándose desde el siglo pasado a la política, intimidación, desafíos, chantaje y a poner de rodillas al gobierno con amenazas, lejos de interesarse por la docencia o salud de sus alumnos.
Ya lo dijeron hace semanas. No a las clases presenciales, porque de todos los estados del país, Oaxaca y Nuevo León decidieron NO. Los demás estados si han considerado regresar a escuelas y cinco no han decidido si regresan o no, excepto Oaxaca y Nuevo León, donde en nuestro caso desde hace más de treinta años han decidido NO a las clases por la causa que sea, dedicándose a plantones, declarar huelgas, organizar barricadas, secuestrar oficinas, tiendas y autopistas, dejando sin clases a los niños, así que en esta ocasión, la pandemia les viene como anillo al dedo y con ese pretexto, sin considerar posibilidades, sistemas, estrategias o protocolos para regresar a las escuelas, lo que les importa es no dar clases presenciales y seguir cobrando sus sueldos, haciendo como que trabajan en casa, cuando en realidad no lo hacen porque es un hecho que la mayoría de niños hijos de padres sin poder adquisitivo que les permita enviarlos a escuelas privadas, no tienen conectividad, carecen de medios electrónicos y espacios adecuados en sus casas para atender por horas una clase por computadora, tableta, teléfono o celular tomando lección, de tal forma que en bucle, por un lado los profes de Oaxaca no regresarán a clases y los alumnos seguirán sin aprender, circunstancia que ya es normal, dado que la mayoría de estudiantes de escuelas publicas no llegaran a titularse, dedicándose de adultos a cualquier trabajo manual, mientras un alto porcentaje de alumnos de escuelas privadas se licenciaran, estudiaran maestrías y serán la élite dominante por sus conocimientos académicos y poder adquisitivo derivado de su formación profesional, así que si los profes de Oaxaca no vuelven a clases en escuelas, es lo mismo que han hecho desde el siglo pasado, porque lo que les interesa son otras cosas, no la docencia, enseñanza e instrucción de sus alumnos, que lamentablemente no pueden asistir a una escuela privada donde probablemente su habrá clases presenciales con todos los cuidados posibles y estrategias para no contagiarse ni enfermar. Eso es muy importante, la salud es primero.