Dicen las nuevas generaciones que las abuelas se casaban para toda la vida, que sus padres se animaron a firmar las actas de divorcio y por eso los más jóvenes ya no quieren unirse.
Lo cierto es que la industria del “matrimonio” -vista así por la cantidad de dinero que se factura desde la planeación de la boda, hasta los honorarios de un abogado cuando se requiere una separación-, existe y con buenas ganancias.
Datos publicados por el Instituto Nacional De Estadística y Geografía (INEGI), revelan que los mexicanos no tienen miedo a dar el sí, aunque no todos lo sostienen “hasta que la muerte los separe”.
Tomen nota: En México hay 95 hombres por cada 100 mujeres, y por cada mil habitantes (que pueden ser desde bebés hasta personas de la tercera edad), hay 10 que ya están casados.
Tan solo en 2012 se firmaron 585 mil 434 actas de matrimonio, 936 de ellas fueron entre personas del mismo sexo.
Ahora viene la cifra de la separación, ya que por cada 100 matrimonios, en México se tienen registrados 17 divorcios.
Los datos revelan que los hombres mexicanos se casan a la edad promedio de 29.4 años; mientras que las mujeres lo hacen más jóvenes, a los 26.6 años.
Quienes lo piensan más son los nacidos en el Distrito Federal, ya que los hombres de dicha entidad esperan en promedio a los 32.5 años de edad, y las mujeres a los 29.8 años.
El tren del matrimonio se va, se va… y se va y por ello se suben más rápido los jóvenes de Guerrero. Las mujeres dan el sí en promedio a los 23.5 años de edad y los hombres a los 26.7 años.
Ya casados, recordemos que en México 17 de cada 100 parejas deciden tirar la toalla y romper la unión. El INEGI revela que los hombres lo hacen cuando tienen una edad promedio de 39.2 años. Las mujeres reviven su soltería a los 36.7 años.
Las mexicanas que se divorcian más jóvenes son las de Colima, a los 34.6 años; y los hombres son de Guanajuato, a los 37.1 años.
Los nacidos en la ciudad de México son quienes se casan y divorcian más grandes. Las mujeres se separan a los 39.1 años y los hombres a los 41.5. ¿Será por aquello de la crisis de los 40?
El Universal