Todas las personas son susceptibles a adquirir la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), independientemente de la raza, orientación sexual, estatus social, económico, político, religioso o ideológico, a nivel nacional diariamente 33 personas adquieren el virus por las vías sexual, sanguínea y perinatal, lo que implica que anualmente se generan más de doce mil nuevas infecciones.
La infección por VIH no hace excepción de personas, su crecimiento en número de casos es una situación que la coloca como uno de los problemas de salud pública predominantes alrededor del mundo desde su aparición en la década de los 80.
El VIH afecta al sistema inmunológico, que una vez debilitado, permite la aparición de enfermedades. Si bien, la infección por VIH ya no es considerada una enfermedad mortal, sigue siendo una epidemia latente en continúo avance, algunas causas, recaen en la desinformación de la población y en las escasas medidas de prevención.
Una vez que el virus entra al cuerpo, este se mantiene en la sangre, el líquido preseminal, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna; y se transmite a través del contacto de estos fluidos con las mucosas o el torrente sanguíneo de otra persona, son tres las vías mediante las cuales puede trasmitirse el virus: sexual, sanguínea y perinatal.
– Vía sexual: por tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales, entre personas del mismo o diferente sexo sin protección, por donde los fluidos de quien tiene el virus ingresan al cuerpo de la pareja.
– Vía sanguínea: por transfusiones de sangre no analizada y controlada o al compartir jeringas para el uso de drogas, perforaciones y tatuajes o cualquier otro elemento punzante y no son esterilizadas previamente.
– Vía perinatal o vertical: Una mujer que vive con VIH o lo adquiere en el momento del embarazo puede transmitir el virus a su hija o hijo durante el embarazo a través de la placenta, durante el parto o la lactancia.
Esta última vía es la principal causa de infección en niños. Una mujer con VIH que no recibe tratamiento y atención médica adecuada tiene un 30% de posibilidades de dar a luz a un bebé con VIH, es por esto, que toda mujer embarazada o que planea estarlo debe realizarse la prueba de detección y en caso de ser positiva tener acceso al tratamiento adecuado para evitar la infección del bebé.
En tanto, la vía sexual representa la forma más frecuente para contraer el virus, el 98% de las infecciones son causadas por contacto sexual no protegido, por esta razón, practicar una cultura de prevención a través del uso del condón masculino o femenino es una herramienta fundamental para poner fin a la epidemia.
Tan importante como saber de qué manera se transmite el VIH, resulta el saber qué conductas no lo hacen, como besar, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir baños o albercas, trabajar o estudiar con una persona que vive con el virus no son formas de transmisión, sin embargo, fomentar la sensibilización, prevención y desarrollo de la sexualidad responsable, informada y compartida son estrategias útiles que contribuyen a evitar nuevas infecciones.