Inicio mi colaboración enviando una respetuosa y afectuosa felicitación a los Maestros que con su férrea vocación de servicio asumen con seriedad su noble labor de formar a nuestra niñez y juventud, particularmente a quienes con su paciencia y enseñanza me fueron guiando por el camino del saber y para quienes no puedo tener más que palabras de gratitud.
Es por ello que es a los Maestros a quienes pretendo dirigir en forma respetuosa y honesta estas líneas, al hacerlo lo hago con la única intención de manifestarles el pensar y el sentir de miles de oaxaqueños que como yo, vemos con preocupación e indignación su “plantón indefinido” y el “plan de acción” que han anunciado realizarán a partir de mañana lunes. Para comenzar desconozco si ustedes escuchen o platiquen con los padres de familia de sus educandos, porque si así es, con toda seguridad deben ya saber que sus movilizaciones ya no son respaldadas por esa ciudadanía que se volcó en el 2006 a defenderlos incondicionalmente de lo que se recuerda como “el desalojo fallido”. Y no es que se esté en contra de que defiendan sus derechos laborales, sino que no se entiende que lo hagan pasando por encima al derecho a la educación que tantos pequeños demandan con urgencia para aspirar –así como ustedes– a una vida decorosa y digna. Se lee sobre su pliego de peticiones, aunque a ciencia cierta, al ser una solicitud que se le entrega a unos cuantos representantes del gobierno, la ciudadanía no sabe qué es lo que año tras año les hace calificar como “insuficientes” sus demandas; porque seguramente de saberlo, esos padres de familia que con angustia ven el rezago educativo de sus hijos, así como lo hicieron en el 2006, se organizarían para al menos darle respuesta favorable a algunas de ellas.
De su parte no resulta para nada solidario, el que ustedes en lo que pudiera calificarse como un acto de egoísmo, se manifiesten demandando mejoras para su gremio, sólo que dándole la última estocada a varios sectores y hasta otros gremios, que al igual que ustedes anhelan mejores ingresos y oportunidades de desarrollo; me refiero a los prestadores de servicios, a los pequeños comerciantes y hasta los obreros que saben que con el bloqueo de las calles sus patrones los mandarán de vacaciones, si no es que los despiden pues saben que no saldrá para su salario; salario que por cierto ustedes cobran religiosamente aunque no cumplan con su trascendental labor de educar en esos días. Es por eso que ahora no cuentan con el respaldo ciudadano. Lo reconozco, muchos creímos que con la llegada de un nuevo gobierno, al que por cierto unos le califican como su “aliado”, las cosas serían distintas, pero no: los mismos métodos, las mismas acciones, las mismas afectaciones que para muchos de nosotros ya resultan obsoletas ante este gran esfuerzo de muchos por recuperar la majestuosidad, la tranquilidad y el desarrollo de nuestra capital y del estado, que lamentablemente se perdieron de un tajo. Desconozco si ustedes apreciados Maestros, saben que desde hace varios meses, por no escribir años, se habla que Oaxaca está sumida en una grave crisis económica, muchos han sido los micro empresarios que han tenido que cerrar sus puertas ante la falta de circulante y sí, hay que reconocerlo, se culpa –entre otras cosas– a los plantones y la serie de actos vandálicos que se realizan según se comenta, por jóvenes infiltrados en sus marchas, cuyo único propósito es dañar no el patrimonio privado, que sí lo hacen, sino el patrimonio que es de ustedes, de nuestros hijos y de los que deberíamos sentirnos altamente orgullosos y en consecuencia defenderlos de esos actos que rayan en la barbaridad. ¿No creen que sea tiempo de cambiar sus métodos de protesta?
Lo he sostenido antes y hoy lo ratifico, son lamentables las condiciones en que muchos de ustedes imparten sus clases particularmente en zonas rurales, aunque siendo honestos es suficiente con ir a una escuela de cualquier colonia de la capital para descubrir sus carencias y sus enormes necesidades. Pero la verdad también debo escribirlo, a pesar de sus movilizaciones anuales no se ven mejoras en las mismas, o quizá haya otras prioridades antes. Hasta donde sé, la entrega de uniformes se efectuó oportunamente al inicio del ciclo escolar, los desayunos se siguen otorgando, a algunos les han obsequiado zapatos y bicicletas para que puedan asistir a sus clases, entonces por qué no nos informan qué es lo que no les autorizan y a qué nivel les corresponde darles respuesta, porque también se comenta que se protesta en Oaxaca por razones que son del ámbito federal, pero más bien como un mecanismo de presión y de negociación. Por favor no se molesten cuando se les pide transparencia en las negociaciones, ¿qué no acaso esa fue una de las principales demandas hacia el gobierno?, dicen que el buen juez por su casa empieza.
Aun recuerdo cuando el Médico, el Sacerdote y el Maestro eran vistos con gran respeto en el lugar en donde se hicieran presentes, si escribo en tiempo pasado es porque se debe reconocer que ese respeto lo han ido perdiendo merced a este tipo de acciones que aunadas a imágenes que a mi criterio no captan la esencia del docente, se han divulgado con suma facilidad como una forma de descalificarlos. Profesores durmiendo en el piso, otros jugando a las cartas, los menos leyendo revistas de espectáculos, o sea lejos de esa figura del personaje admirado por su pulcritud, su sabiduría y su disciplina. Me preocupa que ustedes no se den cuenta de ello, porque de ser así, el simple hecho de pensar qué sería de nuestro futuro, me estremece.
Maestro, Maestra: los necesitamos cercanos a nosotros; del lado del pueblo que está ávido por salir de esta crisis que poco a poco nos ha venido debilitando; comprometidos con sus niños y niñas, con la educación, con el futuro de nuestro estado. Con profundo respeto les pido que reflexionen sobre sus acciones y sus consecuencias, que éstas los lleven al obtener el reconocimiento de la ciudadanía y no su rechazo. Están a tiempo de recuperar la confianza y la solidaridad de la gente que poco a poco se muestra distante y ajena a sus protestas. Que su lucha por dignificar la educación de nuestros hijos, sea también nuestra lucha. No se queden solos.
Con mi profundo respeto.
Twitter: @Mario_Mendoza_F