¿De verdad es tan urgente la necesidad de José Antonio Hernández Fraguas, por crear alianzas que al menos le garanticen su permanencia en el juego político?; o ¿Será verdad que se está convirtiendo en un dipsómano incontrolable?
Obligado el cafecito, las y los amigos urgen de una explicación convincente del actuar del edil capitalino, que sin decir ¡agua va!, cede, entrega y conviene con personajes públicos cuya reputación deja mucho que desear.
En los últimos días, los medios de comunicación han dado cuenta de una decisión tomada por Hernández Fraguas, que no solo evidencia su desconocimiento e irreverencia hacia las ordenanzas que rigen la actividad edilicia que tiene que desempeñar, sino su mitomanía y terrible necesidad por cobijarse bajo el amparo de alguien, que en un momento dado, pudiera apoyarlo para continuar con su carrera política, luego de los desaciertos y guerritas ociosas que sus sesudos asesores le han obligado a enfrentar.
Y ese alguien solo puede ser un personaje al que cualquier calificativo le queda corto, Hugo Jarquín, a quien el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, le cedió en comodato el manejo de un refugio para mujeres víctimas de la violencia.
Mis acompañantes esta tarde al igual que su servidora, no solo están sorprendidos, sino ¡indignados!, sobre todo porque hemos sido testigos de la conducta del líder de ambulantes más controversial que ha tenido Oaxaca.
Pero ello tiene su fondo, como todo lo que se cocina en este nuestro Oaxaca; le explico apreciado ciberlector, resulta que, el comodato en mención es un anhelado sueño de quien dicen es pareja sentimental de Hugo Jarquín, Elia Pérez Martínez, actual titular del Instituto Municipal de la Mujer, área del gobierno municipal que encabeza Hernández Fraguas.
Esta fémina que además ha roto todo tipo de protocolos y ha puesto en riesgo la seguridad de las mujeres que acuden al centro de protección contra la violencia, es quien provocó el acuerdo entre el presidente capitalino y el líder de ambulantes.
Rebasando toda regla marcada por las ordenanzas municipales y, haciendo alarde del poder que le han otorgado, Pérez Martínez signa el comodato sin informar al Cabildo, que según la ley es quien tiene que aprobar el acuerdo.
Por si fuera poco, en el documento la presunta novia de Hugo Jarquín desplaza en sus facultades al disminuido Hernández Fraguas y al síndico primero Juan Enrique Lira, a quienes usa solo como testigos de la entrega a la Red Internacional de Grupos Organizados Mixtecos, A.C, encabezado en el acto por Rigoberto José Ramírez.
Tras el papel de patiño que ha hecho José Antonio Hernández Fraguas, frente a los caprichos de la señora protegida por Hugo Jarquín, no queda mucho que desenredar, es tanta la urgencia del gobernante citadino por seguir en el juego político, que no duden que mañana o pasado lo veamos montado en alguno de los caballos con los que recorre la ciudad, su hoy nuevo socio político, o el próximo año a ambos beodos yendo a reclamar respeto a la democracia al IEEPCO, como acostumbra hacerlo Jarquín en procesos en que no gana.
Las mujeres estamos indignadas y la sociedad, sin duda en un momento no lejano pasará la factura a este acto a todas luces corrupto.
Así las cosas, con el café casi frío tras el análisis del penoso asunto y la sorpresa que nos causa no solo la decisión, sino además la mentira que intentó sostener el presidente municipal capitalino frente a la regidora de Igualdad de Género y Derechos Humanos del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, Bárbara Chávez García, la pregunta que salta además es: ¿Qué caramba pasa con el Ayuntamiento en pleno?, ¿A qué se dedican los regidores priistas y de oposición?, ¿Se enteran de lo que pasa en la capital, lo que hace su edil y lo que duele a la sociedad? O es que ¿También ahí se aplica el pago por evento para acallar las voces?
De seguir así, a Hernández Fraguas lo único que le espera es el ostracismo político, lo cual es de lamentarse porque pudo tener mejor futuro de no ser por su debilidad por el poder.
Seguimos en el café, en espera de que la clase política mejore sus conductas y observe que la sociedad está harta de mentiras y corrupción.
