No sé a ustedes pero lo que es a mí, no me quedó claro si el desayuno que ofreció el mandatario estatal, Alejandro Murat Hinojosa, para las madres del Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO), fue un encuentro para homenajearlas o, un evento para medir la fuerza de cada uno de los grupos que conforma esa gremial.
Y es que, las redes sociales fueron reflejo de lo anterior, toda vez que seguidores tanto del actual dirigente como de otros que aspiran a serlo, mostraban una serie de fotografías ponderando, no el encuentro con el gobernante, sino la presencia de sus afines en ese acto; lógico, el momento del relevo se acerca y en breve, cada grupo intensificará su actividad para ir acomodando sus huestes.
¿Podrán sacar la elección de la dirigencia sindical el próximo diciembre sin complicaciones?… A la mitad del café y siempre bien acompañada por buenas amistades, intentamos adivinar el escenario que en breve pudiera avizorarse y que no resulta nada fácil, ante la evidente necesidad de algunos por mantener el control y, colocar mediante la fuerza y chantaje, a un secretario de Administración a modo.
Hoy día, los más de 10 mil trabajadores del gobierno estatal y oficinas descentralizadas – casi 11 mil luego de la aparición de bases sindicales otorgadas en el periodo gubernamental anterior y de las cuales, muchas ya fueron revocadas-; son agremiados al sindicato dirigido por Felipe Noel Cruz Pinacho, quien en su momento logró la unidad en torno a su candidatura y, que una vez obtenido el triunfo, se encargó de romper acuerdos con todos los que le apoyaron.
La disgregación no solo evidenció un mal ejercicio de poder del actual dirigente, sino los intereses que mueven a los líderes que encabezan los grupos internos, a los que, los mismos trabajadores señalan de no ocuparse en la realidad por los problemas de sus representados, sino al contrario, únicamente por llenar sus bolsillos, a través – en algunos de los casos- de la venta de espacios laborales o apoyos directos que reciben de los secretarios en turno.
Más allá de ello, en esta ocasión, la base trabajadora abonará con su voto en la contienda por la dirigencia sindical al buen futuro o derrota, dicen, del actual dirigente del PRI en Oaxaca, Germán Espinoza Santibañez.
Y es que mire Usted apreciado ciberlector, resulta que son cuatro grupos quienes se encuentran en la definición de cómo caminar rumbo a la dirigencia del STPEIDCEO; el ROJO encabezado por Joel Castillo, quien señalan mis acompañantes a este rico cafecito, que hoy intenta afianzar la posibilidad de reelección a través de papá Murat, ello a pesar de que ha buscado cobijo en casi todos los partidos políticos; el VERDE cada vez más debilitado y liderado por Salvador Ojeda, quien tras de sí trae el apadrinamiento y guía de Oliverio Neri (ex dirigente sindical y actual regidor en Zautla) ; el AZUL, dirigido por un joven cuadro para la mayoría conocido más por su obra social que por la grilla, de nombre Oscar González Martínez y, el hasta hoy grupo BLANCO, encabezado por Juan Rafael Rosas.
Este último tiene una particularidad, es el equipo que apadrina Don Germán Espinoza y que al parecer cambiarán el color por el VERDE, cosa que dejaron ver el pasado 1 de mayo en el desfile donde portaron gorras de ese color para su identificación plena, desplazando al de Ojeda.
Históricamente, la votación para la elección de la dirigencia sindical del STPEIDCEO no ha rebasado los 7 mil votos, sin embargo, según las expectativas este año, las cosas podrían ser diferentes, sí y solo sí, surge un candidato de unidad, porque la base trabajadora ha llegado al límite, ante la repetitiva intención de quienes están detrás de cada grupo por seguir controlándolos y usarlos como herramienta de empuje hacia mejores espacios políticos.
Y eso es justamente lo que genera el riesgo de que esta elección no salga del todo limpia; pues hoy más que nunca la base está dividida, confundida y hastiada. Por un lado se habla del encaprichamiento del actual dirigente priista por tener el control absoluto de la base y colocarse como titular de la Secretaría de Administración, para lo cual, entre otras muchas cosas, presuntamente el grupo que respalda se encargó de promover en los últimos meses del sexenio pasado, la entrega de esas mil y tantas bases que pusieron en serios aprietos a la actual administración.
Hechos, que obviamente ni el actual secretario, ni el propio mandatario dejarían pasar sin una revisión exhaustiva; hechos, que garantizaban al grupo Blanco obtener una mayor votación y con ello, presionar hasta lograr que Espinoza Santibañez fuera el secretario de Administración; números que se les cayeron al revocarse dichas bases.
Dicen quienes están dentro, entre ellos mis acompañantes, que al día de hoy y bajo esas condiciones nadie gana por sí solo; por un lado, los equipos de Joel Castillo y Juan Rafael Rosas, son irreconciliables mismos que bien podrían en algún momento hacer la mancuerna y obtener el triunfo; en tanto el de Salvador Ojeda no alcanzaría cifra relevante, ni aun sumando a otros grupitos pequeños como el de Soledad Vásquez que en época de contiendas aparece en escena y se identifica como grupo Morado o el Plata de Willi Toledo Piñón.
Queda el azul, del que pocos han visto su fuerza, quizá porque se han ocupado tanto en la grilla que han restado importancia al trabajo que realizan y con el que han logrado construir un frente fuerte y unido, lo que le ubica como el equipo que puede inclinar la balanza a favor de cualquiera de los aspirantes.
En medio de todo ello, se encuentra Javier Villacaña Jiménez, responsable hoy de la perla más preciada en este asunto, la Secretaría de Administración, desde donde en la realidad se mantiene el control y estabilidad de toda la estructura gubernamental y, desde luego, el mando de una base burocrática que necesaria y útil, en los momentos en que se definen los destinos de una entidad, pues 10 mil votos valen oro en una elección constitucional.
El tema del relevo en la dirigencia de los trabajadores burócratas, aún dará mucho de qué hablar, pero lo que si me han adelantado mis acompañantes al café, es que en muy breve tiempo, uno de los grupos dará muestra de su fuerza; señal que marcará la pauta de lo que viene en diciembre e incluso, del debilitamiento de quienes hasta hoy, han sido los únicos personajes que se han rotado el dominio del STPEIDCEO.
Seguimos disfrutando el café, en estas tardes calurosas y bellas de mi Oaxaca.
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