En el centro y entre las casas de campaña se escuchaban niños y mujeres gritar. Los maestros eran correteados de extremo a extremo en el Zócalo de la Ciudad. Todo era desesperación, llanto e impotencia ante el “fallido” desalojo que orquestó el entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Todo parecía igual que en años anteriores, los mentores llevaban ya casi dos meses de plantón en el corazón de la capital. Encabezados por Enrique Rueda Pacheco los integrantes de la Sección 22 exigían respuestas a sus demandas.
Sin embargo, las autoridades utilizaron la fuerza pública para reprimirlos, desde entonces nada fue igual no sólo para las víctimas del conflicto social de ese 2006 y que se extendió hasta el 2007. Los hechos de violencia, los enfrentamientos con la policía paralizaron la economía en el estado.
Las consecuencias de esta revuelta social crecieron; negocios e inversiones se fueron de Oaxaca; miles de pobladores se vieron afectados mientras arreciaba.
Después de más de una década la situación para muchos no ha cambiado, incluso para otros es peor. Sin embargo hoy, los principales líderes de los maestros han sido detenidos.
La detención de Rubén Núñez Ginez así como de Francisco Villalobos Ricárdez no garantiza el cese de la lucha magisterial y mucho menos la paz social, aseguran los ciudadanos.
Entre los campamentos de los maestros que se encuentran en plantón desde hace casi un mes, continúan en la incertidumbre y semivacíos.
Los fogones de las más de 13 barricadas encendidas la noche de este lunes, se han reducido a cenizas. En las calles de la ciudad se respira entre otras cosas miedo e indignación.
Carina García







