A diferencia de otros años, ahora sucedió al revés. Alejandro Murat, el gobernador electo, ante la inexperiencia e inacción (no quiero pensar dolo y mala fe) de nuestros diputados federales oaxaqueños, tuvo que romper sus votos de silencio y salir a la palestra pública para pedir a todos los actores involucrados a defender el presupuesto de Oaxaca.
Aún a pesar de la insistencia del Secretario Meade de que a las entidades federativas y la CDMX no les afectaría el recorte porque trata solamente de Instancias y programas federales, es claro que los estados se administran en buena medida con esos recursos de las dependencias del ejecutivo federal.
Oaxaca siempre ha sido caso aparte y los presupuestos que los diputados federales consiguieron en los gobiernos de Ulises Ruiz y Gabino Cué fueron históricos. Si no hacen algo nuestros diputados federales, Oaxaca vivirá una hecatombe con un presupuesto mermado, con las arcas vacías y con pasivos y deudas heredadas, incluso con los trabajadores del estado y se pretenderá que las culpas se le atribuyan al joven gobernador entrante.
Pero Alejandro no es ningún improvisado y sus estudios de posgrado fueron precisamente en finanzas. Hay que sanear el estado, primero, y después darle rumbo para que los sectores productivos se muevan con cada peso del gobierno federal. Recordemos que Oaxaca no recauda por que no tiene empresas ni grandes consorcios y en la mayoría de los municipios resultaría un agravio recaudar contribuciones ¿Quién va a querer invertir en Oaxaca en la situación de nulo estado de derecho en que se encuentra al día de hoy? Con plantones, marchas, destrucción de la propiedad privada y de los comercios, sin circulante… sin gobierno. Por eso las grandes empresas se van a Puebla o a Chiapas y los pequeños y medianos empresarios de plano cierran sus puertas o bajan sus cortinas. Oaxaca vive del presupuesto federal. No hay más.
Son 239 mil 700 millones los que se recortarían a nivel federal. En un tema de equidad, lo que quede se repartiría proporcionalmente a la recaudación de cada estado y –reitero amable lector- Oaxaca no recauda, le correspondería una minucia. Mientras estados prósperos como Puebla, Nuevo León, Estado de México, etc. Tendrían muchísimo más de lo que hoy reciben.
Oaxaca vivía del turismo; hoy, sobrevive de él. Las participaciones federales son el éxito o el fracaso de nuestros gobiernos, pero a pesar de haber tenido los dos últimos, presupuestos históricos, lo entregan a pocas manos entre las cuales están las de sus gobernantes y la burbuja. No se piensa en el gobierno porque los conflictos sociales, en su mayoría se arreglan con dinero. Se piensa solo en la administración, en el jineteo, en los cochupos, teniendo el dinero del pueblo por pago al desgaste y compromisos de campaña.
Alejandro no esperó. Cuando los diputados se dieron cuenta, Alejandro ya estaba Apersonado en San Lázaro buscando a sus amigos- que los tiene- de otros estados y a ex compañeros de otros partidos. Recordemos que también fue diputado federal. Los priístas oaxaqueños tuvieron que fingir una reunión de apoyo a su jefe político.
Hoy, los 21 diputados federales oaxaqueños Jorge Estefan Chidiac, David Aguilar Robles, Antonio Amaro Cancino, Mariana Benítez Tiburcio, Cándido Coheto Martínez (que se supone muratista), Edith Yolanda López Velasco, Álvaro Rafael Rubio, Carlos Sarabia Camacho, Yarith Tannos Cruz, Oscar Valencia García, del PRI; Luis de León Martínez Sánchez, del PAN; Karina Barón Ortiz, Eva Cruz de Diego, José Antonio Estefan Garfias, Sergio López Sánchez, Francisco Martínez Neri y Felipe Reyes Álvarez, por el PRD; Yaret Guevara Jiménez del PVEM; Modesta Fuentes Alonso, Jorge Tello López, de Morena; y Karina Sánchez Ruiz de Nueva Alianza, deben reunirse con Alejandro, con el gobernador electo y decidir un rumbo para que de los 3 mil 999 millones de pesos que le recortarían a Oaxaca (dejémoslo en 4 mil millones), peleen un piso que no pueda ser menor a los 85 mil millones de pesos, presupuesto histórico para nuestro estado.
Se tiene o se tenía planeado un aumento de 1,199 millones en el ramo 28; 2,066 millones en ramo 33; quitarle 2,096 millones para quedar en ceros el ramo 23, retirarle 41 millones a educación; 29.7 por ciento en recorte en SCT; 11 mil millones menos en desarrollo social.
Es un asunto de JUSTICIA y de esa permanente deuda de la federación Oaxaca. Equidad es tratar a todos por igual y justicia es tratar desigual a los desiguales, si no para que crean Zonas Económicas especiales. En esas mesas tiene también que estar Gerardo Gutiérrez Candiani, a quien no se le ha visto, por lo menos en la radio o en televisión defendiendo el presupuesto.
Las supercarreteras al istmo y la costa seguirían siendo un sueño guajiro.. A esto súmele la deuda que deja Gabino Cué, que le arrebató a Ulises la “distinción” del peor gobernador de Oaxaca. Qué nos quedaría? Partir de números rojos. Con menos de cero pesos para conducir el presente de los oaxaqueños cuando llegue la hora.
La política es de relaciones y Alejandro tiene muchas, a varios niveles y de diferentes estados. El presidente de PRI es su amigo y el Presidente Peña Nieto lo ve con buenos ojos; Tiene un equipo eficiente de cabilderos y un grupo de asesores en distintas materias que le ayudan a construir escenarios; el primero de ellos lleva su sangre.
Ese presupuesto de 85 mil millones no depende completamente de las bancadas oaxaqueñas. Más bien es una obligación que pueden capitalizar o no políticamente para sus partidos. PRD ya anunció que lo va a ayudar, aunque más bien va ayudar a cientos de miles de oaxaqueños de distintas edades y condiciones sociales. Con el del PAN seguramente no tendrá problema; hijo de Luis de Guadalupe, no hay fobias, hay cordialidad. Con la verde ecologista Yaret Guevara no habrá problema alguno; y morena dependerá de los humores de López Obrador.
Seguramente habrá más de otros estados con quienes hay amistad o la llamada previa de Ochoa Reza. El buen trato de Alejandro, su semblante siempre afable, su esporádica inclinación a las bromas y la virtud que pocos tienen de escuchar más y hablar menos le han allegado muchos amigos que hoy es el momento de buscar.
Más de un gobernador tiene su amistad, lo mismo que varios Secretarios del Gabinete Legal y Ampliado. Oaxaca está a salvo. Se acabaron los tiempos de los “incentivos” a sus diputados para hacer el trabajo para el cual fueron electos. Con ellos o sin ellos, esos 85 mil millones tienen que ser una realidad para cumplir “el milagro oaxaqueño”. La Ley de Ingresos va modificada al Senado. Total, Alejandro no será gobernador solo de los priistas, sino de todos los oaxaqueños, con color o sin color.
@MoisesMolina
@Moises.Molina.Reyes