Una carga explosiva estalló este miércoles en la entrada de la ciudad siria de Deraa (sur) al paso de un convoy de observadores de la ONU e hirió a seis soldados que iban detrás de estos, según un fotógrafo de la AFP.
Es la primera vez que se produce una explosión al paso de los observadores desplegados desde el 15 de abril para vigilar el alto el fuego. No obstante, el fotógrafo precisó que “la carga estalló tras el paso de los cuatro vehículos de la ONU”, donde se encontraba el jefe de la misión, el general noruego Robert Mood.
Detrás de esos vehículos, a unos 150 metros, se encontraban los del ejército sirio y los periodistas, añadió.
Seis soldados sirios, entre ellos un oficial, resultaron heridos por la explosión, que se produjo en el momento en que el convoy entraba en Deraa, cuna del movimiento contra el régimen del presidente Bashar Al Asad.
El general noruego Mood estaba acompañado de varios oficiales, entre ellos su portavoz Neeraj Singh, pero ninguno de ellos resultó herido. Los periodistas también salieron indemnes.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición opositora, acusó al régimen del presidente Bashar Al Asad de estar tras la explosión. “Con estos ataques, la política del régimen busca alejar a los observadores del terreno, mientras que el pueblo sirio pide que se aumente su número”, afirmó a la AFP Samir Nashar, miembro del buró ejecutivo del CNS.
El CNS acusó al régimen de querer “corroborar su teoría sobre la presencia de terroristas y salafistas en Siria, lo que no se corresponde con la realidad”.
El jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria condenó el atentado. “Es un ejemplo concreto de la violencia que los sirios no necesitan. Es imperativo que cualquier tipo de violencia cese. Seguiremos concentrados en nuestra misión”, afirmó Mood, citado por Neeraj Singh.
“Seguimos nuestra misión. Actualmente, 70 observadores están desplegados en Siria. Serán 100 en los dos próximos días”, añadió el general Mood, citado por el portavoz.
Asimismo, el ejército sirio bombardeaba este miércoles Duma, cerca de Damasco, un civil murió abatido por las tropas de la región de Idelb (noroeste) y dos miembros de las fuerzas de seguridad murieron en Deir Ezzor (este), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los bombardeos en Duma, ciudad a 13 kilómetros al noreste de la capital, donde se han atrincherado los rebeldes, duraron toda la noche y seguían durante la mañana, según la ONG, que también informó sobre disparos.
En el mismo Damasco, unos breves enfrentamientos entre una patrulla de los servicios de seguridad y los rebeldes del barrio de Al Maysat, se saldaron sin víctimas, según la misma fuente.
En la provincia de Idleb, cerca de la ciudad de Jisr al Chughur, un civil murió y otros tres resultaron heridos, alcanzandos por disparos de ametralladora pesada del ejército en la aldea de Tall Ain Al Hamra.
La región de Jisr al Chughur, fronteriza con Turquía, cuenta con numerosos rebeldes que se enfrentan a las tropas gubernamentales. En esta misma provincia, en la aldea de Ihsem, un control policial del ejército fue objetivo de una explosión, seguido por disparos, según la OSDH, que no dio más detalles sobre el origen de la deflagración.
También se oyeron disparos a principios de la mañana en varios barrios de Homs (centro).
En Deir Ezzor (este), dos agentes de seguridad murieron por una explosión este miércoles de madrugada, en el barrio de al Jura, donde se oían disparos intensos. En esta provincia, las fuerzas armadas registraron y detuvieron a varias personas en Sfeira, al Qurié y al Hisan, según el OSDH, que informó sobre el asesinato el martes por la noche de un civil por unos hombres que dispararon contra su coche en la localidad de al Sur.
El mediador de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Anna, defendió el martes su plan de paz pese a las violaciones del alto el fuego instaurado el 12 de abril.
Unas 12.000 personas, en mayoría civiles abatidos por el ejército, han muerto en Siria desde el estallido, en marzo de 2011, de la revuelta popular contra el régimen de Al Asad, según el OSDH.
AFP
