Hace años le pregunté a un papá que qué le iban a traer los Reyes Magos a sus hijas. Se me quedó viendo y después de un rato me respondió: “yo no puedo decirle a mis hijas que los Reyes Magos existen. Un día me hice el propósito de no mentir y mucho menos voy a mentirle a mis hijas con esa historia”.
Yo también me lo quedé viendo y le dije: “pero los Reyes Magos aparecen en la Biblia, y todo mundo ha tomado esa historia como propia”.
Y es verdad, no en todos los hogares celebran esta fecha tan importante para los niños.
A mí en lo personal, me parece que es una fecha donde se permiten los mismos niños creer en lo que no ven. Desde luego que un niño cree todo lo que le dicen. A partir de que saben de la existencia de los Reyes Magos, comienzan a creer en alguien que no conocen y que nunca han visto. Desde esa edad comienzan a desatar su fe. Eso es la confianza en lo que no se ve.
También, es la noche más larga para los niños. Quisieran estar despiertos toda la noche para verlos llegar sobre sus animales pero siempre les gana el sueño y despiertan mucho después de que los reyes se fueron de casa.
Hace dos o tres años, a los integrantes del DIF municipal de Huajuapan, se les ocurrió disfrazarse de los Reyes Magos y recorrer las colonias más pobres de la ciudad, en la madrugada del 6 enero. Cuando llegaban a esas colonias tocaban las campanas de lugar y los moradores se asomaban a la calle para ver qué era lo que estaba pasando, y se encontraban con los Reyes Magos junto a un vehículo lleno de juguetes que les llevaban a los niños pobres de la zona.
Muchos padres de familia, literalmente lloraron porque durante toda su niñez siempre quisieron tener en sus brazos cualquier juguete, y en esa ocasión, a sus hijos se les cumplió el deseo de sus padres.
Es cierto que si a un niño se dice que no llegarán los Reyes a su casa porque están muy pobres, de todas maneras permanecerá en su corazón esa esperanza.
En realidad se trata de juguetes, pero son juguetes necesarios. Pueden estar construidos con cualquier material, pero eso significa la mitad de otra parte que puede ser la esperanza o la fe de lo que no se ve. Ellos son los bienaventurados, los que sin ver creyeron.
La fe es indispensable para poder vivir. Tenemos que creer en miles de cosas sin que podamos nunca comprobarlas. La fe es indispensable en nuestra vida diaria. Si eres de los que dice que no tiene fe, te haré una pregunta: ¿cómo es que respiras? La respuesta debe ser, por fe. Otra pregunta. Cómo sabes que tu mamá es tu mamá. Pues igual, por fe.
Así es el 6 de enero, los niños esperan por fe, aunque hay otro tipo de regalos, el de las lágrimas de los que no pudieron recibir ni una sonrisa ni un abrazo ni una mirada siquiera.
Estoy seguro que siempre se necesita de alguien, para que cuando los niños estén dormidos, ese alguien, les dibuje suavemente sobre los párpados, ahí donde la inteligencia fabrica los sueños, que es más importante tener en el corazón gozo que felicidad.
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