Es de todos sabido que la banda británica “Queen” no cuenta con un álbum que se considere icónico, sino que, dentro de una discografía de trece álbumes de estudio, una banda sonora y algunos recopilatorios, se incluyeron las canciones que hicieron brillar y saltar a la fama a sus integrantes y sobre todo a su ‘frontman’, Freddie Mercury, quizá el mejor en la historia de la música.
Sin embargo, este día les invito a que recordemos el último disco de la banda con Freddie Mercury al frente: “Innuendo”, que en español se traduce como “Insinuación” y que representa lo que puede ser una especie de despedida y caída de un verdadero ídolo de la música. “Innuendo” se presentó en Reino Unido el 04 de febrero de 1991, unos meses antes de que Mercury falleciera a causa de una bronconeumonía causada por el SIDA que padecía desde 1987, y que mantuvo en secreto por casi cuatro años.
“Innuendo” fue grabado en un largo periodo de tiempo, pues comenzaron en marzo de 1989 y culminaron en noviembre de 1990. En ese entonces, la salud de Freddie estaba ya claramente deteriorada, sin embargo, David Richards, productor de varios trabajos de “Queen” mencionó en entrevistas que el ánimo de Freddie por este disco fue realmente bueno y que presentar un nuevo trabajo, en verdad lo animaba. Así, la atmósfera en el estudio, el legendario Mountain Studio en la capital de Suiza, se convirtió en una verdadera comunión de grupo, y calificó el trabajo de grabación como una consolidación de amistad entre sus integrantes.
La labor en el estudio fue muy larga, justamente porque la enfermedad en Freddie ya hacía muchos estragos, debiendo detener las sesiones a veces por varios días para que el vocalista se pudiera recuperar. Brian May recuerda que en diversas ocasiones, a Mercury le costó mucho trabajo estar en las grabaciones y en los videos que se rodaron durante ese periodo, se le veía desmejorado, apagado y haciendo un esfuerzo descomunal por mantenerse de pie. Recordemos que en esos años, a Freddie ya se le había amputado un pie también por un padecimiento oportunista del SIDA. May también evoca que en los últimos detalles de “Innuendo”, el SIDA comenzaba a ser tremendamente duro con Freddie, incluso “le costaba trabajo expresar sus ideas”, recordó Brian May, es por eso que tanto él como Roger Taylor le escribieron especialmente a Freddie los temas: “The Show Must Go On” y “These Are The Days Of Our Lives” como algo que el vocalista realmente quería decir, fueron los regalos de May y Taylor a Mercury, ya que estos temas, retratan lo que al final de cuentas Freddie quería decir; que contenían las palabras con las que quería que lo recordaran. Freddie sabía que moriría y pronto.
Brian May también comentó en varias entrevistas posteriores, que mientras grababan el disco había realmente un ambiente alegre, pues todos veían la pasión con la que Freddie hacía lo que más le gustaba. May también comenta que a veces esa dicha solo le duraba un par de horas en el día, pues se agotaba demasiado rápido. Aún así, Mercury estaba dispuesto a cantar hasta que se desangrara; todos sabían que este sería el último disco que grabaría; pero nadie decía nada, solo se dedicaban a disfrutar antes de que Mercury se detuviera de cualquier apoyo, se tomara un trago de vodka y se fuera a descansar hasta el día siguiente. Solo así, podía continuar.
En enero de 1991, el disco sencillo que contenía el tema que da título al disco salió al mercado y fue muy bien recibido por el público y las estaciones de radio de la época, lo que abonó para que el disco, presentado el 04 de febrero de ese mismo año, fuera también un triunfo en ventas sobre todo el Reino Unido, donde alcanzó la posición número uno, pero no así en los Estados Unidos y el resto de nuestro continente, donde solo llegó a la posición 30. Sin embargo, el fallecimiento de Mercury en noviembre de 1991, hizo que este material elevara sus ventas casi al triple, pues coincidentemente, se encontraba en plena promoción el ‘single’ “The Show Must Go On”, un tema con una letra que “aunque su corazón se esté rompiendo y su maquillaje descascarándose, su sonrisa aún permanece y que pase lo que pase, dejará todo al azar” preguntándose además en otra estrofa, si alguien sabía para qué permanecemos viviendo. Sí, Freddie se estaba despidiendo.
Independientemente de las críticas que tuvo el álbum que no fueron del todo favorables y la ventaja que la disquera EMI sacó del fallecimiento del cantante, creo que los amantes de la música debemos quedarnos con la historia que hacen de “Innuendo” un disco emotivo, que Freddie disfrutó grabar y con el relato que cuenta que este material hizo muy feliz al ídolo unos meses antes de que falleciera. Debemos quedarnos con ese emotivo video de “These Are The Days Of Our Lives” donde en efecto, se le ve muy enfermo, pero convencido de que cantaba algo que su amigo Taylor le había escrito a él; porque quizá sabía que ese sería el último video clip oficial donde aparecía. Porque como los grandes, tuvo el placer de despedirse de este mundo como un ídolo y como alguien que hizo historia. Por ello, afirmo que en “Innuendo”, Mercury dejó su testamento al público.
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