A pesar de la percepción que pueda tener la sociedad mexicana, Felipe Calderón Hinojosa señaló que más de 28 mil ejecuciones no son el “mejor indicador” de que se va perdiendo la guerra contra el crimen organizado, que comenzó en diciembre de 2006; aunque no detalló cuáles sí lo son, según él.
Durante la conclusión de los Diálogos por la Seguridad, este día con representantes de los partidos políticos, el Ejecutivo señaló que las 28 mil muertes, expuestas hace apenas unos días, son “un indicador de la gravedad y del fenómeno de la disputa”.
“El grado de violencia no es el mejor indicador de que se está avanzando o retrocediendo; o de que se gana o se pierde la guerra”, sentenció Calderón.
Y pidió ir “más allá del dato general de las 28 mil ejecuciones”, por lo que explicó, durante varios minutos, que hoy en día los grupos criminales no sólo tratan de “eliminar a un adversario, sino de expresar un mensaje” en general, por lo que aparecen descabezados, descuartizados, etcétera.
Además, refirió que todos hechos de violencia se dan principalmente porque “los criminales están encontrando un límite a su capacidad tanto de acción como de lucro”, así como por un proceso de división y de confrontación entre los cárteles”.
Por si fuera poco, en su explicación reiteró: “El incremento de la violencia no es indicador si la lucha avanza… Estamos provocando un deterioro de los grupos criminales… No comparto la percepción general de que la guerra se va perdiendo… El propio término de guerra generalmente yo no lo utilizo”.
Además, aceptó que el gobierno no pretende que se acabe con el consumo de las drogas, sino que la sociedad recupere “su tranquilidad”.
SDP