Según la ENOE, hay 3 millones de niñas y niños que son considerados población ocupada. Trabajan en el sector agropecuario y la industria manufacturera, la construcción, el comercio y el sector servicios.
La necesidad económica en el contexto familiar, indica, es lo que obliga a los niños a trabajar; dos terceras partes (64%) declararon que en su hogar se necesita su aportación económica y utilizan su ingreso para pagar su escuela o gastos propios.
De los niños que laboran, casi la mitad (47.6%) no recibe ingreso o su pago se da en especie; de los que perciben ingresos, la mitad (49.3%) recibe hasta un salario mínimo; más de la tercera parte (35.5%) recibe más de uno y hasta dos salarios mínimos, y sólo 15.2% recibe más de dos.
Por otra parte, La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (ENADIS) 2010, realizada por el Consejo, señala que a nivel nacional 27.6 por ciento de la población considera que los niños sólo tienen los derechos que sus padres les quieran dar y 3.6 por ciento considera que los niños no tienen derechos porque son menores de edad.
Asimismo, la investigación Exploración Ergonómica en los Niños Trabajadores de Calle: Ciudad de México, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, demostró que los menores que trabajan miden hasta 10 centímetros menos que quienes no lo hacen.
Milenio