Un llamado al animal dormido: Jorge Luis Díaz Palacios*

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Ciudadano Coke Un llamado al animal dormidoMucho se habla en estos días sobre el problema que vive Oaxaca respecto a la confrontación entre la CNTE y el gobierno Federal, y de hecho, no sólo se habla, se vive y se siente, al menos entre las y los oaxaqueños.

En otros momentos hemos abordado con mayor detalle los elementos y momentos específicos que dan vida al movimiento magisterial. Este mismo escriba basó su ejercicio de titulación en el estudio de la Sección 22, el neocorporativismo y el rezago educativo en Oaxaca hasta el año 2008. 

Hoy es momento de hablar sobre el problema que vive Oaxaca: la confrontación entre la CNTE y el gobierno Federal, pero también de hablar de sus posibles soluciones.

Para abordar el problema que estamos viviendo, tenemos que hacer algunas puntualizaciones y delimitaciones necesarias sobre el tema.

El pasado 19 de junio, el ala de la CNTE que está a favor del plan de acción contra la reforma educativa ya en ejecución, mantenía, junto con pobladores de Nochixtlán, un bloqueo a la altura del entronque de Asunción Nochixtlán con la supercarretera que conecta a Oaxaca con Puebla.

La policía federal en coordinación con la policía estatal, decidió trasladarse al lugar para retirar el bloqueo que ya alcanzaba siete días continuos. El resultado después del enfrentamiento fue de siete personas muertas. De acuerdo con una investigación de campo basada en testimonios y algunas evidencias, el diario digital Animal Político, ha mencionado que “ese día murieron siete personas (hubo dos más en los días siguientes).

Este hecho incrementó el nivel de protesta no sólo magisterial, también social. En los días posteriores algunas comunidades de los 570 municipios, se manifestaron en sus parques o en carreteras alimentadoras y caminos rurales contra al gobierno federal y a favor del magisterio.

Al hecho hay que agregar que de forma oficial, por información del magisterio y del gobierno federal, se ha confirmado que ninguno de los siete fallecidos era profesor, sin embargo, el hecho incendió el contexto y el magisterio no tardó en enarbolar sus fueros.

Todo lo anterior obligó al gobierno Federal, en específico al encargado de la política interna del país desde la secretaría de Gobernación, a realizar diversas mesas de diálogo con integrantes del magisterio y del pueblo de Nochixtlán.

Además de eso, se incrementó el número de bloqueos carreteros en la entidad, lo que provocó la cancelación de reservaciones de hotel por turistas, el incremento de vandalismo en zonas como el centro histórico de Oaxaca y el centro de Juchitán, desabasto de productos básicos de empresas nacionales ―no locales― en municipios poco conectados vía terrestre, así como desabasto de productos basados en programas asistencialistas como la distribución de leche por Liconsa; pero principalmente, el cierre de la refinería de Salina Cruz, y el impedimento de tránsito de las pipas de gasolina a diversas regiones del estado. Por esta situación se ha incrementado la comercialización ilegal del combustible, y además, el alza de precios en ciertos productos.

Al viernes 01 de julio, Osorio Chong declaró que “en una negociación no puede ser todo o nada (…) se ha agotado el tiempo”, se retirarán los bloqueos y se tomarán las medidas necesarias para despejar las carreteras.

La solución no es sencilla, pero la solución no es la violencia.

Oaxaca es una tierra de resistencia. En la sangre de quienes aquí hemos nacido, hombres y mujeres, corre la subversión y la revolución. Oaxaca ha dado para México y para el mundo a personajes que marcaron nuestra historia con base en la resistencia, e incluso, la desobediencia ─ahí está Porfirio Díaz─. Crecer aquí es también heredar esa historia, esa cosmovisión del mundo.

La solución no es sencilla, pero la violencia, con seguridad se afirma, no es el camino para llegar a cualquier solución. Cuando decimos que la violencia no es el camino nos referimos a dos bandos. Por un lado la violencia con base en el uso de armas de fuego, como la sufrida por los pobladores de Nochixtlán aquel domingo a manos de la policía de los gobiernos Estatal y Federal, y por el otro la violencia con el uso de cohetones y la violencia sistemática del magisterio y grupos afines, contra la población oaxaqueña o no oaxaqueña que vive o transita en nuestra entidad.

La solución no es sencilla, pero puede encontrarse en el diálogo franco y abierto, y en la exposición de las partes ante el escrutinio público. Hasta ahora, los diálogos entre Gobernación y la CNTE y los pobladores de Nochixtlán no han sido públicos.

En la iniciativa privada como en la nueva gestión pública ―ésta última influenciada por los métodos y procesos de la primera en los años 80―, una herramienta para encontrar la solución a algún problema es el análisis causa-raíz y sus instrumentos gráficos como el árbol de problemas y árbol de soluciones.

La pregunta obligada en ese análisis causa-raíz que tendríamos que hacernos todos es ¿qué ha originado el problema en el que se encuentra actualmente Oaxaca? Problema en el que se encuentra el magisterio y las organizaciones y comunidades que se le adhieren; los gobiernos estatal y federal; y el grueso de la población que no toma ningún bando, pero sobre todo, ese grueso de la población que ni siquiera se interesa por el problema y muchísimo menos por su solución.

¿El problema derivó por la aprobación e implementación de la reforma educativa? El de los bloqueos carreteros violentos sí. Pero el de las movilizaciones y bloqueos “comunes” no. Las movilizaciones en Oaxaca son ancestrales. Rebasan a muchos diarios actuales de la entidad, a muchos de quienes hoy atestiguamos los hechos, pero bibliotecas especializadas como la del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO tienen importantes documentos al respecto.

Por su parte, los métodos violentos sí tienen una historia más reciente, a partir del conflicto político-magisterial del año 2006 con la batuta de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. Organización que surgió como aliada al magisterio con la supuesta representación de los Pueblos de Oaxaca y además sirvió de trampolín político ―no por primera vez― para su principal líder, Flavio Sosa. Un “intelectual orgánico” ―y lo de intelectual lo ponemos en amplia tela de juicio―, desde la concepción de Edward Said. Uno de esos que saben vivir del sistema al que combaten.

¿Si la reforma educativa se derogara el problema terminaría? El de los bloqueos y acciones violentas sí. Al menos, así lo han dicho integrantes que actualmente lideran el movimiento magisterial ante noticiarios radiofónicos como Sergio y Lupita de Radio Red. Palabras más o menos, han mencionado que el diálogo con Gobernación sólo funcionará si la reforma educativa se deroga. No se trata de adecuaciones o anexos a dicha reforma se trata de su completa eliminación.

Ante ello nos queda claro. Si la reforma educativa se deroga sí, en efecto, cesarán los bloqueos y acciones violentas del magisterio. ¿Pero y las demás organizaciones o comunidades que se han sumado a ellos?

Para lo anterior no queda la menor duda que la solución no es la derogación de la reforma educativa, la solución es mucho más compleja, porque el contexto en el cual tendríamos que encontrar la causa-raíz está enmarcado por la pobreza, la marginación y la corrupción fundamentalmente. Sin embargo, es un hecho que la Sección 22, líder de la CNTE, encontraría el adecuado diálogo con dichos adherentes para calmar las cosas por un momento. Solución de corto plazo.

La pobreza, marginación y corrupción han marcado a Oaxaca. A ese contexto han abonado gobiernos del PRI, gobiernos de coalición como el que vivimos actualmente con Gabino Cué y gobiernos federales del PAN y del PRI también, pero algo que nunca se ha puesto sobre la mesa, es pensar que a ese contexto también hemos abonado quienes somos apáticos ante el problema de fondo.

Ahora bien, encontrar entonces la causa-raíz en medio de ese contexto implica no sólo a la Sección 22 y no sólo al gobierno de Oaxaca y Federal, sino a todas y todos los oaxaqueños, lo queramos aceptar o no. Aquí nacimos y aquí crecimos y es evidente que nuestra participación es necesaria para cambiar ese estado de pobreza, marginación y corrupción en el que se encuentra Oaxaca.

Sabemos bien que los líderes de la Sección 22 han sabido encausar ese contexto a su favor. Evidencias tenemos muchas. Por un lado el magisterio ha sabido monopolizar y privatizar la protesta social en Oaxaca cuando no se ha visto beneficiado en las negociaciones. Sindicatos como el de los trabajadores del sector salud de la entidad se han sumado a su protesta porque ―en voz de integrantes mujeres a través de medios como Radio Plantón, 92.7 de FM― temen a que si el sindicato magisterial es desmembrado, disuelto, todo puede pasar con sindicatos más pequeños. Eso no es verdad, pero no nos toca a nosotros discutir ello con esos sindicatos, la historia del mundo está llena de sindicatos pequeños y sindicatos líderes que saben monopolizar la protesta a favor de sus intereses.

Sin embargo, ante ese escenario tan complejo, ese que está más allá de la reforma educativa, hay un último grupo que es requerido para encontrar un camino imparcial, objetivo y pacífico hacia la solución al problema ancestral de Oaxaca, y hacia la solución inmediata del conflicto entre la CNTE ―dirigida por la Sección 22― y el gobierno Federal.

Ese grupo está conformado por todas las y los ciudadanos que hemos permanecido apáticos y desinteresados por muchos años ante la problemática oaxaqueña: micro, pequeños y medianos empresarios, grandes; organizaciones de la sociedad civil; catedráticos y estudiantes de instituciones privadas y también públicas; fundaciones; artistas de todas las artes; deportistas; emprendedores; no trabajadores y trabajadores asalariados, hombres y mujeres, de todos los sectores y ramos; hombres y mujeres que viven su día a día, en las regiones, en las ciudades de Oaxaca, sin dañar a nadie, pero tampoco abonando a la solución del problema que nos exige. Ciudadanos y ciudadanas, que permanecen en ese lugar gris, muchas veces de frustración, otras de felicidad válida y ganada pero indiferente a lo público, otras en la crítica silenciosa o en el enojo, y muchas otras en la migración y búsqueda de un mejor contexto.

Es ese sector el que tiene una calidad moral intocada ―no intachable― y palabras nunca dichas que merecen, pueden y deben ser escuchadas. Es ese sector que he acabado de mencionar, en el que puede caber la prudencia, la apertura y la ecuanimidad para llamar a la cordura, a la paz y a la reconciliación de Oaxaca. Una reconciliación que empiece primero, entre los propios oaxaqueños y el magisterio junto con sus organizaciones adherentes y después con el gobierno del Estado y Federal.

Convoquemos a un diálogo abierto, transparente y público entre todo este grupo, este sector, y la CNTE y el Gobierno. Se puede. Hagámoslo con reconciliación entre ambos grupos, quienes apoyan y quienes no apoyan a los maestros. Después, busquemos dirimir el conflicto entre las partes que hoy están involucradas y después hagámoslo para encontrar una solución a los problemas de pobreza, marginación y corrupción de Oaxaca, el simple hecho de votar no es ninguna solución, Oaxaca nos necesita a este sector en el campo de batalla, el ejemplo es bueno pero no es contundente en la búsqueda de la solución. Este pues, es un llamado a ese que por mucho tiempo ha atestiguado el problema pero se ha mantenido alejado de la solución, un llamado al animal dormido. Hagamos contacto, ¡podemos!

*Politólogo y Consultor

cabildea.director@gmail.com

Twitter: @CiudadanoCoke

Vía Viral Noticias