Un litro no es un litro: Luis Octavio Murat

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“Se impondrá de 5 a 8 años de prisión y multa de 5 mil a 8 mil veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización vigente, a quien enajene o suministre gasolinas o diesel con conocimiento de que esta entregando una cantidad inferior desde 1.5% a lo que aparezca registrada en los instrumentos de medición”. Art. 16 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos.

En la práctica política, en ocasiones, 2 más 2 no son 4. Algo parecido sucede en las estaciones distribuidoras de combustibles, en las que un litro no es un litro porque despachan 986 mililitros en lugar de mil mililitros.

El fraude en el despacho de combustibles es práctica común, y lo peor del asunto es que lo aceptamos, a pesar de lo que la Ley lo advierte y sanciona.

Respecto a este fraude tolerado por las autoridades, la Cámara de Diputados investigó el multimillonario engaño, que alcanza el 1.4% del total despachado en las estaciones de distribución.

Diariamente se defrauda a los consumidores un millón 736 mil litros, cifra que en dinero hace un total de 34 millones 477 mil pesos diarios, mil millones 034 mil 310 pesos al mes y 12 mil millones 411 mil 720 pesos al año. Ese dinero es lo que le roban al pueblo bueno y manso los distribuidores.

¿Para que la Ley al respecto? Para nada, porque no se aplica, lo cual permite que la corrupción continue operando sin que nadie impida el fraude que se comete a la vista de todos.

Otro dato investigado por la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte de la Cámara de Diputados es que al llenar un tanque de 50 litros de gasolina magna, se pierden 700 mililitros equivalentes a 13.90 pesos por tanque cargado; pero ahí no para el asunto si tomamos en cuenta, que en un día se despachan un millón de tanques de 50 litros equivalentes a 50 millones de litros, por lo que el robo a los consumidores es de 700 mil litros, que expresados en dinero, alcanzan la cifra de 13 millones 902 mil pesos al día, 417 millones 600 mil al mes y 5 millones 400 mil 700 pesos al año.

Litros que no son un litro; precios que alcanzan 20.69 pesos en la gasolina magna; advertencias del Presidente, que se las lleva el viento que sopla en los amplios espacios de Palacio Nacional.

Sin embargo, y ante los oídos sordos de los distribuidores, el Presidente volvió a insistir en el tema de los precios de las gasolinas y de los litros que no son litros. Para ello pidió al subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, que convoque a un dialogo con los distribuidores, a efecto de comunicarles las acciones que tomará el gobierno federal para evitar abusos en los precios y en el despacho de los combustibles.

Esta mañana la PROFECO está informando quien es quien en los precios de las gasolinas, a fin de hacer transparente la tarifa de precios de cada una de las estaciones de servicio.

La denuncia gubernamental podría tener efectos positivos que para modificar el actual status. Sin embargo, el descaro de los distribuidores es tal, que habrá varios, que poco o nada les importará la denuncia presidencial con tal de incrementar sus ganancias.

El hecho es que los gasolinazos continúan afectando el fortalecimiento de la economía; elevando los precios de los alimentos; provocando más inflación y deteniendo el crecimiento del país.

Se necesita, que las autoridades apliquen la ley, a fin de que los distribuidores no continúen defraudando al público consumidor vendiendo litros que no son litros, y frenar sus ansias de enriquecimiento a costa de elevar los precios de los combustibles, a pesar de los estímulos fiscales al reducirles la cuota de IEPS para que el beneficio alcance al consumidor.

La propuesta del Presidente en el sentido de construir estaciones de venta de gasolinas del gobierno y vender los energéticos a precios competitivos, es una propuesta positiva siempre y cuando la distribución y el abasto de los combustibles sea satisfactorio. De no suceder así, la realidad actual continuará por estar comprando gasolinas caras en Estados Unidos, más los altos precios que se pagan por el uso de pipas para distribuirlos.

@luis_murat