Un año de transformar familias: *Francisco Ángel Maldonado Martínez

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El amor y la responsabilidad son la base de una familia y las familias son la base de la sociedad. En ellas hay que reconocer la primera educación pero también el entorno más próximo que nos hace mejores seres humanos, que nos alienta a alcanzar nuestras metas y quienes estarán con nosotros toda la vida. Hoy las familias oaxaqueñas tienen la dedicación y entrega de la señora Ivette Morán de Murat, Presidenta del Consejo Consultivo del Sistema DIF Oaxaca, que esta semana presentó su Primer Informe de Actividades en el Centro de Convenciones de Oaxaca.
Los hechos valen más que las palabras. Por un Oaxaca incluyente se han entregado casi dos mil 500 aparatos funcionales para las personas con alguna discapacidad física. El Centro de Rehabilitación y Educación Especial ha brindado más de 41 mil servicios convirtiéndose en un soporte para quienes más lo necesitan y ofreciendo terapias de lenguaje, ocupacionales, físicas, neurológicas, entre otros servicios. Se han fabricado más de 260 ortesis y prótesis para la rehabilitación integral de niñas, niños e incluso adultos que lo necesitan. Se ha beneficiado a 178 personas con una prótesis ocular que en el mercado cuesta 25 mil pesos; es decir, un beneficio real para personas en situaciones adversas, que no pueden destinar parte de su ingreso diario a este bien. A la fecha hay 78 beneficiarios de cirugía de mano, cada una con un costo de 40 mil pesos de forma privada. Además de 106 niñas y niños beneficiados con cirugías de labio y paladar hendido a través de Operation Smile.
Y la lista de logros sigue: 512 niñas y niños atendidos en su salud bucal; más de 4 mil 800 beneficiarios con las Jornadas Quijotes en Ocotlán y Zimatlán; cuatro implantes cocleares con una inversión de más de un millón 200 mil pesos que hoy le permiten escuchar por primera vez a Aranza, Miriam, Josafat y Francisco. 673 beneficiarios de jornadas oculares; 27 personas con discapacidad empleadas a través del Gobierno; el mejoramiento y consolidación de las Unidades Básicas de Rehabilitación que en todo el estado brindaron 88 mil consultas; la construcción de la Unidad Deportiva del DIF que será un espacio incluyente y contará con las áreas necesarias para que todos puedan practicar algún deporte.
Es importante valorar que a través del DIF se han resuelto 79 casos de niños con problemas migratorios y se han logrado 176 reunificaciones familiares; se han atendido 537 casos de maltrato infantil incluidos los condenables casos de abuso sexual que deben ser erradicados de la sociedad; y se han brindado casi tres mil terapias psicológicas y dos mil 400 asesorías jurídicas y se ha atendido a niñas y niños en situación de tránsito migratorio en el módulo de La Ventosa en el Istmo.
El recuento de logros puede seguir, pero me detengo porque estas cifras por sí solas pierden valor si no se les pone en contexto. Detrás de cada una de ellas hay una familia transformada, una familia que ha podido mejorar su estabilidad y ver un mejor futuro porque nadie negará que cuando uno de los nuestros no está bien la familia tampoco lo está, pero cuando nuestros hijos, padres, hermanos o algún familiar querido se recupera de un padecimiento, somos los más felices. Detrás de cada cifra está el trabajo en equipo del DIF Oaxaca y sobre todo una nueva visión encabezada por la señora Ivette Morán. Su camino por Oaxaca ha sido intenso y desde hace varios años conoce de primera mano la realidad de las comunidades. La gente la conoce en las regiones y los municipios porque su labor social antecede la responsabilidad honoraria que ahora lleva a cabo. A Ivette la saludan lo mismo en el Istmo que en la Ciudad de Oaxaca con confianza, las madres de familia que, como ella, tienen que sacar adelante a sus hijos y además trabajar. La reconocen porque como ella cumplen una función social y además son el corazón de nuestros hogares.
A lo largo de estos meses he podido mirar de cerca su trabajo en decenas de giras al interior del estado y particularmente frente a los sismos que azotaron nuestro estado en septiembre pasado. Así como se movilizó lo mejor del pueblo de México, la señora Ivette y su equipo respondieron a la emergencia con prontitud y sin descanso. La vi organizando el mayor acopio de víveres que se haya visto en la historia en el Gimnasio Flores Magón, en el aeropuerto de Ixtepec y en tantos puntos del estado y el país donde los mexicanos dieron incluso de sus despensas semanales para ayudar a quienes en un momento lo perdieron todo. A ella la vi al lado del gobernador Alejandro Murat como una compañera que ayuda, que respalda, que motiva, haciendo equipo juntos y sobrellevando la tragedia de tantas familias. Ha demostrado que es obsoleto el dicho de que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, la verdad es que la mujer siempre está al lado de los grandes hombres.
Falta mucho camino por recorrer, muchas historias de vida que quedan por transformar y muchas sonrisas que dibujar en el rostro de tantas niñas y niños oaxaqueños, sobre todo de quienes menos tienen o viven con alguna discapacidad. Sin embargo, hoy sabemos que existe, como no existió durante el sexenio pasado, un DIF con rostro humano, cercano a las familias, con un equipo de jóvenes que sabe actuar frente a la adversidad, dirigido por Mariana Nassar que también ha hecho un gran trabajo. Hoy las familias oaxaqueñas pueden estar tranquilas de que cuentan con el liderazgo de Ivette Morán de Murat y su calidad humana que es el sello de su trabajo. Ya lo dice el lema de este nuevo DIF Oaxaca capaz y sensible, que seguirá transformando vidas: ¡En familia sí podemos!

*Coordinador de Giras y Protocolo del Titular del Poder Ejecutivo de Oaxaca