Tragedia aérea en Oaxaca: Luis Octavio Murat

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Parece como de mal fario el que los secretarios de Gobernación aborden naves aéreas. Recordando, el titular de la política interna durante el gobierno de Felipe Calderón, Juan Camilo Mouriño, murió el 4 de noviembre del 2008, al regresar de una gira por el estado de San Luis Potosí.

Viajaba en un Learjet 45 matricula XC-VMC que se estrelló sobre zona muy poblada y transitada como es la de Reforma. Camilo Mouriño estaba considerado como la carta fuerte del ex presidente Calderón para competir por la sucesión de su gobierno. Desgraciadamente el destino se inclinó por la fatalidad.

En el gobierno de Vicente Fox, Ramón Martín Huerta, Titular de Seguridad Pública, falleció el 21 de septiembre del 2005 al caerse el helicóptero en el que se transportaba. La nave un Bell 412-EP matricula XC-PFI cayó sobre una zona montañosa en el Municipio de Xonacatlán, en el Estado de México.

Francisco Blake Mora, secretario de Gobernación durante el gobierno de Felipe Calderón, murió al caer el helicóptero en el que se trasladaba rumbo al sur del país, los restos fueron encontrados en una región ubicada entre el Estado de México y el Distrito Federal.

Cabe hacer notar que este accidente aéreo fue el que acabó con la vida del segundo secretario de Gobernación y al tercer secretario de gabinete en solo siete años, sin contar otros accidentes aéreos que han costado la vida a funcionarios federales incluyendo militares.

El mal fario parece continuar, pues el pasado 16 de febrero el helicóptero en que viajaba el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida y el gobernador del Estado de Oaxaca, Alejandro Murat, se precipito a tierra en tanto realizaba labores de reconocimiento, a fin de cuantificar los posibles daños como resultado del terremoto.

Para fortuna de los funcionarios y, por supuesto, de sus familiares; ambos funcionarios salieron ilesos al igual que los colaboradores que los acompañaban. No corrieron la misma suerte las 14 personas que murieron y bienes materiales que se encontraban en tierra, más 15 personas lesionadas, algunas de ellas se encuentran graves.

Según la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) se trata del accidente aéreo que ha ocasionado mayor número de víctimas fatales 8 mujeres, 4 hombres, una niña, y un bebé de 6 meses.

La tragedia ocurrió en Santiago Jamiltepec, Oaxaca, poco después del sismo registrado con epicentro en esa zona y al momento en que el piloto de la nave perdió el control de la misma al intentar aterrizar cerca de una concentración de personas sobre un terreno inestable que levantó una densa polvareda que nubló toda visibilidad. Error humano, si, por supuesto.

La tragedia se presentó justo en momentos en que la FAM registra un alarmante aumento accidentes, con 29 aeronaves extraviadas en lo que va del sexenio y un saldo fatal de 46 personas; 10 de las aeronaves destruidas y 24 muertos es el saldo en los últimos 12 meses.

Cabe hacer notar que en la mayoría de las tragedias aéreas ocurridas destaca la falla humana y en segundo orden las fallas del equipo, lo cual hace suponer que los pilotos no han recibido el adiestramiento adecuado al contabilizar pocas horas de vuelo, es decir, están cortos en experiencia debido la escasa práctica y a la necedad de volar cerca de concentraciones de personas y espectáculos aéreos.

Este trágico saldo, que como siempre ocurre cuando “ahogado el niño se tapa el pozo”. La SEDENA aceptó toda la responsabilidad y ofreció hacerse responsable de todos los gastos y situaciones presentes y futuras de las personas que perdieron a sus familiares y casas, y además realizar una “exhausta” investigación para aclarar lo que motivó esta tragedia. Para ello ya se ha iniciado el procedimiento penal contra la tripulación y contra quienes resulten responsables por los delitos de homicidio culposo.

Caray, en nuestro país parece que las tragedias no enseñan o no las aprendemos, somos lerdos para cobrar conciencia de ellas. Fácilmente, pasado un tiempo, todo se olvida y vuelta a empezar. De nueva cuenta a construir saltándose la ley, sin la seguridad de materiales a prueba de sismos, de no entrenar adecuadamente como dice el manual de vuelo a los que serán pilotos de las naves gubernamentales.

Y habría que checar las aeronaves que el gobierno mexicano compra a Estados Unidos, pues como sabemos aquel país y sus gobiernos hacen grandes negocios vendiendo equipo militar que para ellos es chatarra, llámense aviones, helicópteros, barcos, patrullas anfibias, armas, todo el material bélico que ya usaron, o que está en bodegas de las grandes compañías, pero que ya es obsoleto para el imperio, pero no para los países emergentes a los que se les forzó adquirirlo.

Recientemente, nuestro país adquirió hasta misiles, no se para que, pero nos los enjaretaron.

En consecuencia, los equipos aéreos ya están bajo sospecha de calidad y peritaje de sus pilotos, pues los resultados del presente ponen la vida en juego, no solo de los funcionarios de gobierno sino de las poblaciones que indefensas solo les queda llorar el mal fario gubernamental.

@luis_murat