Teme EU a refugiados pese a vigilancia

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EUEl miedo de buena parte de la población de Estados Unidos a que algún terrorista se infiltre entre los refugiados sirios que llegan al país no corresponde con la realidad.

Y es que, para que un solicitante de asilo sea aceptado en suelo estadounidense, debe afrontar un exhaustivo proceso de chequeo que puede alargarse durante más de dos años.

Fue el caso de Hussam Al Rouston, quién abandonó Siria en marzo de 2013 hacia un campamento de refugiados de Jordania, y que en junio de este año logró instalarse, junto a su mujer y sus dos hijos, en Nueva Jersey.

La tarea no fue fácil. Antes de lograr su aprobación, tuvo que someterse a un escrutinio en el que participaron nueve agencias del Gobierno federal, incluidas el FBI, el Departamento de Seguridad Interior, el Centro Nacional de Contraterrorismo y la Agencia Nacional de Seguridad.

Hussam dijo que las entrevistas, de las que perdió la cuenta, se estiraron por más de un año. El proceso incluyó también exámenes médicos.

“Los refugiados son los individuos más escudriñados que ingresan a Estados Unidos”, explicó Mahmoud Mahmoud, director del Centro de Relocalización de Refugiados de Church World Service (CWS).

El Gobierno estadounidense ha aceptado a 2 mil 280 solicitantes de asilo sirios desde que comenzó la guerra civil en el país, de un total de cuatro millones de desplazados.

De estos, sólo el 2 por ciento son hombres solteros en edad de combatir. La mitad son niños, y una cuarta parte ancianos de más de 60 años.

Dos datos más: ninguna de las personas acusadas ante la Justicia de tener vínculos con EI proviene de Siria; más aún: el 81 por ciento son estadounidenses, según el Centro de Seguridad Nacional de la Universidad Fordham.

“Ningún terrorista competente elegiría el proceso de solicitud de asilo como una estrategia para introducirse en Estados Unidos”, aseguró a The Huffington Post Stephen Legomsky, ex consejero del Servicio de Ciudadanía e Inmigración estadounidense.

Sin embargo, nada de esto basta para frenar la histeria del Partido Republicano ante la acogida de 10 mil refugiados procedentes de Siria e Irak anunciada este año por el Presidente Barack Obama.

Un total de 31 Gobernadores han manifestado su rechazo a asilar sirios en sus estados. Todos ellos, con la excepción de uno, son republicanos.

Su postura no tiene validez legal: el programa de asilo político es federal, y una vez que un refugiado llega al país puede moverse como un ciudadano más.

La Cámara de Representantes, bajo control republicano, aprobó un proyecto de ley que profundiza los controles para los ciudadanos sirios e iraquíes que soliciten asilo. Medio centenar de demócratas votaron a favor del proyecto.

Y el debate se ha vuelto aún más virulento entre los aspirantes a la candidatura republicana para la presidencia.

Donald Trump rechazó de pleno recibir a cualquier refugiado procedente de Oriente Medio, y tanto Jeb Bush como Ted Cruz propusieron aceptar únicamente a los solicitantes de asilo que sean cristianos.

Hillary Clinton, Bernie Sanders y Martin O’Malley, los contendientes demócratas, se plegaron a la política de Obama.

En Homs, Hussam Al Roustom era dueño de un supermercado y una ferretería. En Jersey City, trabaja en una panadería. Sus hijos van a la escuela, su hijo mayor recibe tratamiento, y toda la familia toma clases de inglés.

“El pueblo sirio no es terrorista. El terrorismo no es un problema sirio. La gente huye de Siria por la guerra”, declaró ante decenas de cámaras cuando llegó a Estados Unidos.

“Vinimos en busca de una vida digna”, remarcó.

reforma.com