Superan tsunami en tan solo 4 años

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sunamiLa ciudad de Sendai es un ejemplo de la fortaleza y capacidad que tiene Japón para recuperarse de los desastres. En este caso, del devastador sismo y el tsunami que le siguió que golpearon el noreste del país en marzo de 2011.

Si uno compara las imágenes de hace cuatro años con las de ahora, no parece que ahí hubieran vivido una catástrofe.


El 11 de marzo de 2011, a las 14:46 (hora local), un potente terremoto de 9.0 grados en la escala de Richter sacudió Japón y enseguida provocó olas de hasta 20 metros de altura. El epicentro tuvo lugar en el mar, en Honshu, justo a 130 kilómetros al este de Sendai.

En total, 20 mil personas murieron o fueron registradas como desaparecidas.

En las costas de Sendai, el agua arrasó con todo lo que se encontraba a su paso. Decenas de barcos, autos, casas enteras y toneladas de escombros fueron arrastrados hasta cinco kilómetros al interior de la costa. El grueso de la población está a 10 kilómetros de ésta.

En Sendai, el tsunami dejó 917 muertos y 2 mil 275 heridos; destruyó 30 mil 34 inmuebles y causó daños, desde menores hasta severos, en otros 225 mil edificios y casas, según datos de la Oficina local de Reconstrucción Post-Desastres.

Pero la capacidad de esta ciudad para recuperarse es impresionante.

Influye mucho la salud económica de la que goza el país, pero también de las políticas públicas, la gestión de riesgos y los programas de reconstrucción que ya existían antes del tsunami, así como de la actitud de sus habitantes dispuestos a aprender la lección.

Por ejemplo, de los 1.37 millones de toneladas de escombros que dejó el tsunami, lo equivalente a cuatro años de la basura generada por Sendai, el 72 por ciento ya fueron reciclados. Así como el 96 por ciento de los 1.35 millones de toneladas de sedimentos.

Casi todo ese material, previamente separado en cosas de concreto, madera, electrodomésticos y otros, ha sido reutilizado para levantar diques, carreteras y otras necesidades.

Además, varias zonas habitacionales ya fueron reubicadas en edificios nuevos y más seguros, y se colocaron varios montículos de tierra para que funcionen como muros de contención y/o refugio temporal.

Destaca, además, la creación de 13 torres de emergencia para tsunamis, las cuales estarán totalmente terminadas para 2016.

Se trata de construcciones de acero, por lo regular de cuatro pisos, listas con comida, agua, baño portátil, lámparas, radio, celdas solares y antenas de comunicación para dar refugio a entre 100 y 400 personas. Todo medido a partir de la lección que dejó aquel 11 de marzo, donde el agua cubrió hasta casi cuatro metros de altura.

También fueron colocadas una gran cantidad de diques a lo largo de la costa y se elaboraron meticulosas guías sobre las zonas de mayor riesgo y otras sobre los mejores sitios de evacuación, con diseños accesibles y fáciles para la población.

Todas las nuevas medidas de seguridad, sin embargo, no estarán listas sino hasta 2021, por lo que aún hay mucho por hacer.

Reforma.com