Siria y Rusia niegan haber disparado contra campo de refugiados

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1306831En medio de llamados internacionales para que se realice una investigación profunda, las fuerzas armadas de Siria y de Rusia se desmarcaron hoy del ataque lanzado contra un campo de desplazados internos en el norte sirio que dejó 28 muertos.

El Comando del Ejército sirio rechazó las acusaciones, difundidas por algunos medios de comunicación, de que las tropas del presidente Bashar al-Assad habían atacado con misiles el campamento de desplazados de Kammouna, en la norteña provincia siria de Idlib.

“La información que involucra a la fuerza aérea siria en el derramamiento de sangre del pueblo sirio, que el ejército disparó contra un campamento de desplazados es falsa, completamente sin fundamento”, indicó el comando este viernes en un comunicado.

Aseguró sin embargo que cuenta con “cierta información de que algunos grupos terroristas han comenzado recientemente a atacar blancos civiles de manera deliberada para causar muchas víctimas y acusar al Ejército Árabe Sirio”.

En su declaración, reproducida por la agencia estatal de noticias SANA, las fuerzas armadas sirias señalaron que esos ataques tienen por objetivo “desviar la atención de los crímenes cometidos por los propios grupos terroristas” y utilizarlos como “arma política”.

Según el comando militar sirio, los terroristas pretenden mantener un estado de confusión, por la desesperación y el fracaso resultado de las victorias alcanzadas por el ejército sirio.

Por separado, el aliado incondicional del presidente sirio Bashar al-Assad, Rusia, también negó este viernes todo vínculo con el ataque aéreo que la víspera causó la muerte a por lo menos 28 personas y heridas a otras más de 80, según el balance más reciente.

“Ningún avión de la fuerza aérea de Rusia efectuó vuelos sobre la zona del campamento de desplazados internos cercano a la ciudad de Sarmada en Siria los días 4 y 5 de mayo”, declaró Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio ruso de Defensa.

En la base aérea de Hmeimim, Siria, el vocero militar declaró a la prensa haber estudiado de cerca los datos del seguimiento de vuelos rusos sobre el espacio aéreo sirio, por lo que podía asegurar que ninguno de sus aviones voló sobre Sarmada.

La tarde del jueves, el campamento de Kammouna fue golpeado por dos misiles que además causaron el incendio de decenas de tiendas de campaña en el interior, mientras que otro par de proyectiles cayó en las inmediaciones del lugar.

Kammouna se encuentra en una zona controlada por el islamista Frente al-Nusra, por lo que de inmediato grupos rebeldes atribuyeron el ataque aéreo a las fuerzas del régimen sirio, aunque también podría haberlo lanzado Rusia o la coalición liderada por Estados Unidos.

El Frente al-Nusra, junto con el yihadista Estado Islámico (EI) y otros grupos, están excluidos del acuerdo de cese a las hostilidades firmado por Washington y Moscú para allanar el camino a una solución política al conflicto que en cinco años ha devastado al país.

Autoridades estadunidenses ya negaron también cualquier participación en el ataque contra los desplazados en el campo, la mayoría de ellos sirios huyendo de los ataques y enfrentamientos en la también norteña provincia de Alepo.

Esta mañana, el secretario general de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Stephen O’Brien, señaló que el campamento podría haber sido atacado intencionadamente o por error, pero sugirió que el Frente al-Nusra ha utilizado el mismo tipo de proyectiles en la zona.

Varios países como Francia condenaron el ataque y pidieron una investigación profunda ya que podría constituir un crimen de guerra.

Agencias