Sin cuates ni cuotas… en EU

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EUEntre las tres ramas del Gobierno estadounidense, la Suprema Corte judicial es en la que los ciudadanos del país depositan más su confianza.

Y es que el proceso por el cual los nueve magistrados que integran el máximo tribunal del país vecino rara vez se presta a cuotas o cuates, como se ha acusado a su par mexicano por el nombramiento de los Ministros Javier Laynez y Lucía Piña.

“La forma de nominar y la duración de los jueces en la Suprema Corte de Estados Unidos es lo que los aisla políticamente de la Presidencia y del Senado”, explicó a REFORMA Hazel Blackmore, directora ejecutiva de la Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural (COMEXUS).

En Estados Unidos, el Presidente propone a un sólo juez para cada vacante en la Corte, no a una terna, y éste es elegido a perpetuidad.

“La idea detrás de que los jueces sean elegidos de por vida y tengan un sueldo garantizado es que, una vez seleccionados, puedan mantener una postura independiente”, expuso por su parte Susan Low Bloch, profesora del Georgetown Law Center.

En Washington, además, el presidente de la Suprema Corte es designado por el Ejecutivo, y no por una votación interna del tribunal como en el País.

“En México, la presidencia de la Corte se va rotando, y eso más el hecho de que las audiencias son públicas en las deliberaciones hace que los jueces aboguen por si mismos, porque saben que en un año o dos van a ser sujetos a votación entre sus compañeros”, argumentó Blackmore.

Las leyes estadounidenses tampoco establecen requisitos de capacidades, edad o reputación para fungir como magistrado en la Corte, como sucede en México.

En su lugar, la prioridad es que la composición de la Corte sea lo más parecida a la composición social de Estados Unidos.

Sin embargo, esta independencia judicial en el país vecino podría estar llegando a su fin.

Desde que John Roberts llegó a la presidencia de la Suprema Corte, en 2005, el porcentaje de casos que se han resuelto por cinco votos contra cuatro es, por primera vez en la historia de Estados Unidos, superior al 20 por ciento.

Esta polarización en el tribunal es, según los expertos, un reflejo de la división política que se ha propagado por la sociedad estadounidense en la última década.

Las decisiones de marcado carácter político tienden a seguir un mismo patrón en la Corte.

Cuatro magistrados de corte conservador (Antonin Scalia, Clarence Thomas, Samuel Alito y el propio Roberts) votan en sintonía con el Partido Republicano, mientras que los liberales (Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan) lo hacen con el Partido Demócrata.

El juez Anthony Kennedy, nominado en su día por el Presidente republicano Ronald Reagan, es el que determina habitualmente el resultado final de la votación.

“Las medidas que la Constitución establece solían ser suficientes para garantizar la independencia de los jueces”, lamentó Bloch.

“Ahora, ya no estoy tan segura”, añadió.

Precandidatos republicanos como Ted Cruz han incluido entre sus promesas de campaña la nominación de jueces ultraconservadores si se da una vacante en la Suprema Corte durante su mandato.

reforma.com