Rubén Espinosa y la PJDF: Horacio Corro Espinosa

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10-horacio-corro-300x144“Pórtense bien, por favor. Vienen tiempos difíciles, que al final del día van a ser tiempos mejores para esta región. Vamos a sacudir el árbol y se van a caer muchas manzanas podridas. Yo espero, verdaderamente, que ningún, ningún trabajador de los medios de comunicación se vea afectado por esta situación. Y solamente se van a ver afectados quienes de alguna o de otra manera tienen una vinculación con estos grupos criminales.”

Esas son las palabras del gobernador de Veracruz Javier Duarte. Esto es lo que resuena en los oídos de la mayoría de los trabajadores de los medios de comunicación en este país. Parece que de alguna manera, el Procurador de justicia en el Distrito Federal Rodolfo Ríos Garza, hace un trabajo en beneficio del gobernador  veracruzano.

Anoche, el 5 agosto, nos dimos cita muchos periodistas en explanada del templo de Santo Domingo, donde se realizó una velada por los periodistas asesinados en nuestro país, y por el fotoperiodista Rubén Espinosa, ejecutado en el Distrito Federal.

En el caso de la prensa, no son diferentes las agresiones, desapariciones y amenazas, porque de los 88 homicidios a periodistas en México, la mayoría de las investigaciones, al final de cuentas, resultaron dolosas y parciales para que siguiera reinando la impunidad.

Por la falta de investigación, el procurador del Distrito Federal, da paso a descalificaciones y declaraciones como el asegurar que el fotoreportero Rubén Espinosa, llegó a la capital del país a buscar nuevos horizontes laborales. Con esto echa por tierra que Rubén haya llegado al DF, en busca de refugio, en busca de seguridad ante las amenazas que vivía en Jalapa, Veracruz.

Lo que ocurre, es una muestra de un país prácticamente descompuesto,  aunque en algunas zonas más que en otras.

Es cierto que a partir de este asesinato múltiple, la idea que se tenía de que el Distrito Federal era un lugar seguro para todo mundo, se ha derrumbado.

Rubén, trabajaba para la revista Proceso y para Cuartoscuro y para una agencia local. De la persecución y las amenazas, Rubén se las hizo saber a sus jefes de estos medios de comunicación, a su familia y a algunos de sus compañeros periodistas de esa ciudad.

Conforme pasa el tiempo en las investigaciones, vemos con tristeza que la información oficial emitida, va ensuciando cada vez más el caso. Resulta que ahora ya no son los nombres de las mujeres sino los calificativos. Así es como nombran  a “La colombiana”. Eso no es más que satanizar a esta persona con mucho desprecio.

No conformes con esto, los boletines llevan la intención de criminalizar a las víctimas al asegurar que les gustaba fumar mariguana, que conocían a los victimarios, etcétera.

Hay varias cosas que no han ocurrido, como el pedir la colaboración de la Procuraduría General de la República, y la intervención de la Fiscalía de atención a delitos contra periodistas. Tampoco se ha investigado la acusación directa contra el gobernador, que hizo Nadia Vera a través de las redes sociales, quien era una activista social. Tampoco, nada del trabajo periodístico de Rubén Espinosa.

Como tratan de que todo quede en la impunidad, lo fácil es decir que Rubén fue en busca de nuevos horizontes de trabajo, y así, dejar de lado las amenazas del gobernador de Veracruz.

El viernes de la semana pasada se cumplieron las palabras de Javier Duarte, la de sacudir el árbol. En perspectiva, parece que el destino final será declarar que fue un simple robo o que tenían nexos con la delincuencia, como lo predijo el gobernador de Veracruz.

Twitter: @horaciocorro

Facebook: Horacio Corro

horaciocorro@yahoo.com.mx