Recuperan París

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pariLa Ciudad de la Luz comenzó ayer a salir de las penumbras.

Después del momento de estupor y del temor que causaron los atentados terroristas del viernes pasado, los parisinos buscaron retomar las calles.

Miles salieron a rendir homenaje a las 132 víctimas y más de 300 heridos con un solo lema: No tenemos miedo.

Esa frase se leía en mensajes y mantas, los parisinos la cantaban para manifestar su determinación, la pronunciaban para explicar que no se dejarán vencer por el terror que les quieren imponer terroristas que atacan cafés, restaurantes, teatros y estadios.

“Ayer (sábado) no salí. Las autoridades habían recomendado que no lo hiciéramos y preferí seguir las consignas.

“Pero encerrarse no es una solución, tenemos que mostrar que no cederemos ante el terror”, dijo Yves, quien, como muchos otros parisinos, depositó un ramo de flores en honor a las víctimas frente a los sitios atacados.

En éstos se congregaron multitudes inusuales para un domingo de noviembre. Floristas, cafés y restaurantes reabrieron sus puertas e hicieron su agosto.

“Tenemos que seguir bebiendo cerveza en las terrazas de los cafés y restaurantes, asistiendo a espectáculos en teatros y cines, seguir viviendo.

“Es la mejor manera de resistir al terrorismo”, comentaron Dalila y Azhar, dos amigos de origen argelino.

Como sucedió en enero pasado después de los ataques que dejaron 17 víctimas en el semanario satírico Charlie Hebdo y el supermercado judío Hyper Casher, la Plaza de La República asumió su rol de altar a las víctimas y de resistencia al terrorismo.

“Même pas peur” (Ni me asusto), reza una enorme manta colocada en el monumento central rodeada de banderas francesas, innumerables veladoras, fotos y otros mensajes que preconizan solidaridad, defienden la libertad o piden paz.

Todo el día, el lugar estuvo lleno de una multitud que acudió a reflexionar, orar y tomar fotografías.

Pero, al caer la noche, de pronto se escuchó un grito.

“¡Corran!, y al ver un gentío que se precipitaba desde el Boulevard Jules Ferry, sitio del café La Bonne Bière en donde murieron cinco personas y otras ocho fueron heridas, la multitud presente en la Plaza también echó a correr en una inmensa confusión.

Se esparcieron por todas las calles aledañas, entrando a comercios y hoteles, buscando protegerse de un supuesto nuevo ataque.

Muy pronto se confirmó que la alerta era falsa, provocada por un foco que estalló en un café, ruido que asustó a los presentes.

El sábado se había provocado una estampida similar debido a unos petardos lanzados para celebrar una boda.

Tales incidentes revelan la enorme tensión que prevalece en la capital francesa y el temor a un nuevo atentado, por más que los parisinos griten “Même pas peur”.

El día terminó en el centro de la capital con una misa excepcional en la Catedral de Notre Dame.

Ahí, antes de la homilía en honor a las víctimas, las campanas resonaron acompañadas del himno francés, La Marsellesa.

Entre la multitud, estaban personalidades como el ex Presidente francés Valery Giscard d’Estaing; la Alcaldesa de París, Anne Hidalgo; así como los presidentes del Senado y de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone y Gérard Larcher, respectivamente.

“Venimos para rezar por la paz, es una manera de resistir”, comentó la familia Bonniol.

“Tenemos que ser solidarios. Estamos ante algo nuevo. Antes el objetivo de estos atentados estaban bien identificados, como los periodistas o judíos (atacados en Charlie Hebdo y Hyper Casher).

“Hoy, todos, sin discernimiento, somos blancos de ataque”, comentaron

Los tres días de luto que decretó el Presidente François Hollande iniciaron ayer y proseguirán hasta mañana.

Además de mantener a media asta la bandera francesa en edificios públicos, hoy habrá un minuto de silencio y se insta a todos los franceses a cesar sus actividades durante ese tiempo.

Por la tarde está convocado el Congreso del Parlamento, una sesión plenaria excepcional que reunirá a todos los diputados y senadores en Versalles para marcar la unidad del país.

reforma.com