PRD: resurgir de los pantanos recuperar su identidad: Raúl Castellanos

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En política, lo único que no se puede permitir es ignorar la realidad. Ante hechos consumados se tiene que ir para adelante, en la necia realidad hay que jugar con las fichas que se tienen; finalmente en el partido del Sol Azteca decidieron por mayoría sumarse a la formación de un “Frente Amplio Opositor”; la forma que es fondo y también cuenta y cuenta mucho fue correcta; no esperaron a que el partido de la Mafia Azul se apropiara de la iniciativa y los mandara al confesionario de los monaguillos; salieron y ampliaron la convocatoria a Morena, lo cual en términos de real politik coloca a López Obrador, de mantener su rechazo a cualquier tipo de alianza de la izquierda salvo con el PT, a responder ante la historia en caso de no ganar la presidencia el 2018 y de paso es un mensaje al PAN y sus cuentas alegres; y sobre todo le permitirá al partido abrir espacios de discusión sobre un programa de gobierno a presentar al interior del frente y definir una candidatura competitiva, en cualquier “frente”; frente a quien el PAN elija y en las constitucionales ante el PRI y Morena.

Como era de esperarse, más por cálculo político que por convicción, los “liderazgos” de las principales corrientes –que han arrastrado al PRD a su casi extinción mostraron sus diferencias; Jesús Ortega dijo “se acordó conformar un Frente Amplio Democrático Progresista, porque ya no puede gobernar nadie sólo, excluyendo a los amplios sectores de la ciudadanía, por eso ante aquellos que piensan que llegando a la Presidencia de la República por arte de magia se van a resolver los problemas del país están equivocados, no es cierto; nosotros queremos presentar una alternativa que recoja la pluralidad social y política del país, que pueda construir una alianza y transformarla en coalición de gobierno”; René Bejarano en el otro extremo , al igual que su esposa Dolores Padierna, convocaron a desconocer el llamado de Alejandra Barrales, con el argumento de que “acudir a las urnas junto con el Partido Acción Nacional, vendría a significar una traición a los principios que el PRD ha defendido por décadas; sería una violación a los estatutos que sólo permiten alianzas con partidos de izquierda”.

Abierto el debate, otras voces han planteado su visión. Fernández Noroña afirmó “El Partido Acción Nacional y el PRD harán un esfuerzo legítimo por encontrar un candidato que les permita disputar la presidencia de la República; pero de no lograrlo, están claros y dispuestos a dividir el voto opositor para lograr que bajo ninguna circunstancia el líder de Morena triunfe en las elecciones de 2018. En otras palabras, jugarán un papel de esquiroles, similar al que jugaron en el Estado de México”; otras voces más objetivas plantean retos y circunstancias, José Antonio Crespo con objetividad describió el punto fino “El Frente Amplio Opositor al que ha convocado el PRD de cara a las elecciones de 2018 sería un tercer bloque que podrían utilizar el PRD y el PAN como coalición, porque hay parte del electorado que no quiere votar por el PRI, pero también hay quienes no votarían por Morena; pero muchos de los que no quieren votar por el PRI ni por Morena, tampoco votarían por un candidato del PAN, puesto que este partido representó un fiasco enorme, para quienes le depositaron su confianza durante los 12 años de gobierno que tuvo” y concluyó “veo muy difícil que los aspirantes panistas quieran dejar a un lado sus pretensiones para unirse al frente opositor y esperen a que se llegue a un acuerdo para poder definir un candidato –único- y aún más, yo veo muy difícil, que PAN y PRD se pongan de acuerdo en un candidato”.

Puesto el tema en perspectiva, Juan Ramón de la Fuente señaló lo que sería la parte toral de un Frente así y una candidatura surgida de este, que trascienda la coyuntura de las alianzas únicamente con fines electorales, y que en la práctica de gobierno han dado origen a mazacotes de corrupción y desastrosas administraciones; con precisión apuntó “La política mexicana está en crisis, por lo que los partidos necesitan lograr una verdadera coalición de gobierno, que sea distinta a las alianzas tradicionales, que no sirven de nada y no han dado resultados; la mejor opción es que se logre una verdadera unidad de gobierno que genere una agenda común en política fiscal y de exterior, seguridad y educación” reiteró “Me parece que las coaliciones de gobierno, que no son alianzas electorales, son armar un programa conjunto de común acuerdo, que es el que se va a convertir en opción ganadora y en el mecanismo que permita tener una mayoría estable durante los siguientes seis años; sería un logro que la democracia mexicana no ha de experimentado y que le vendría bien”; ya para concluir –De La Fuente- sentenció “Los partidos se han distanciado de sus bases, se enfocan en sus guerras intestinas, en pelearse por quien es el candidato y las ideologías han dejado de jugar un papel importante, incluso las visiones de izquierda y derecha se han perdido”.

En este de contexto y coincidiendo plenamente con lo planteado por el ex Rector De la Fuente; con todo y los obstáculos y contradicciones que están en el debate; el PRD tiene la posibilidad de reinventarse, resurgir de los pantanos en que ha transitado; convertirse en el gozne de un gran acuerdo con visión social demócrata; construir un nuevo proyecto de nación que surja de una discusión interna, de unas elecciones primarias, que ni Andrés Manuel ni Ebrard se atrevieron a disputar; en las que participen quienes han levantado la mano para ser candidatos presidenciales y los que aún no lo han hecho también; recuperar la autoridad moral y política que le dieron en sus orígenes, Cárdenas, Muñoz Ledo, Rincón Gallardo, Ifigenia Martínez, Heberto Castillo; para luego disputar a la derecha facciosa o a Morena, una real, programática, democrática candidatura presidencial que enfrente al partido en el poder con posibilidades reales de conducir a un cambio de régimen.

¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?

RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh