PRD: narco como fin de un partido fallido: Carlos Ramírez

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prd_35Para Arturo Rueda y Selene Ríos Andraca, por

por los cien programas de Juego de Troles en Puebla.

 

Desfondado por las salidas de López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, por la mitad de votos que ya le quitó Morena en la primera elección, decidido a poner a otro expriísta como presidente nacional y sobre todo hundido en el pantano de la narcopolítica en Guerrero, el PRD recibió otro golpe mortal: el alcalde perredista en Cocula fue arrestado por complicidad con el crimen organizado.

A un cuarto de siglo de su fundación, el PRD quedó atrapado en un cruce de coordenadas negativas: el crimen organizado, la ausencia de líderes y su balcanización interna con tribus que se reparten el poder. El PRD de Los Chuchos –Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano– quedó en un cascarón de posiciones de poder y ya no es el partido de la izquierda.

Nacido del registro del Partido Comunista Mexicano en 1989, el PRD se olvidó del socialismo y se convirtió en una sucursal menor del viejo PRI, una mezcla de los populismos cardenista y echeverrista. Sin embargo, el proyecto de la izquierda era otro: un proyecto de nación basado en la clase trabajadora. Como PRD, la izquierda se sumió en el caudillismo: en 26 años de existencia y cuatro elecciones presidenciales, el PRD sólo ha tenido dos candidatos: Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador. Y el proyecto político del PRD sigue siendo… priísta.

La crisis del PRD fue de origen pero colapsó al partido desde 1999 cuando terminó el periodo de López Obrador como presidente de la organización. La disputa por la presidencia del partido ha estado marcada por fraudes, irregularidades, expulsiones y violencia. El PRD vio pasar la corrupción de los videoescándalos de René Bejarano recibiendo dinero de un empresario para usarlo en las campañas de López Obrador. Su dirección ha tenido cinco interinatos. El actual presidente Carlos Navarrete prácticamente ha sido echado del cargo por el caso de los normalistas de Guerrero, donde el gobernador perredista del estado fue separado del cargo y los alcaldes perredistas de Iguala y Cocula fueron encarcelados por complicidades con el narcotráfico.

Sin identidad, sin ideología, como un aparato de poder electoral que usa los cargos para comprar lealtades, sin figuras emblemáticas que definan su sentido moral, el PRD ha devenido en una versión patética del Partido Socialista de los Trabajadores de Aguilar Talamantes: un aparato para beneficio de sus líderes.

En lo electoral, el PRD se enfila hacia su gran derrota: en el 2012, sin alianzas, el PRD acreditó 10 millones de votos; en la elección legislativa del 2015 el partido perdió el 60% y apenas logró 4 millones, con el dato revelador de que el perredismo se pasó a Morena con más de 3 millones de votos.

La caída del gobernador perredista de Guerrero, la victoria del PRI en la elección de gobernador en el mismo estado este año y los arrestos de los alcaldes perredistas de Iguala y Cocula sumieron al PRD en una crisis de ética política porque revelaron venta de candidaturas, tráfico de influencias y grupos internos de poder que no respetan a sus dirigentes nacionales.

En 1989 el PRD fue ofertado como una opción progresista frente al PRI; en un cuarto de siglo el PRD es más sinónimo de escandalo y corrupción que posibilidades de alternancia. Guerrero podría ser la tumba política del PRD.

 

Sólo para sus ojos:

  • El programa Juego de Troles que transmite el sitio del diario Cambio de Puebla es un ejercicio novedoso y audaz de periodismo: crítica, sentido del humor, debates. Sus conductores son Arturo Rueda, Selene Ríos Andraca, Zeus Munive y Viridiana Lozano y se puede ver en diariocambio.com.mx.
  • No hay buen ambiente en el gobierno federal por la visita del papa Francisco porque muchas manos se han metido. Además, el papa viene a hacer política a favor de sectores especiales. Como que ya se creyó la idea de que es un líder social. Pero además preparan aquí protestas por haber perdonado a los Legionarios de Cristo y al padre Maciel de los abusos sexuales. Y se agrega la demasiada política interna del cardenal Norberto Rivera Carrera que quiere llevar agua para su molino.
  • No hay que descartar que el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, tenga que intervenir en el cambio de presidente del PRD nacional. Al final el PRD es el partido en el GDF. Sería el fin de Los Chuchos en el partido.

 

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carlosramirezh@hotmail.com

@carlosramirezh