PAN: Anaya, jefe político o curador de Madero: Carlos Ramírez

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CARLOS-RAMIREZLas elecciones de nuevos dirigentes del PAN dejaron varios mensajes políticos:

1.- Acuerdos, no rupturas. El ganador Ricardo Anaya fue una pieza clave en la conducción de la Cámara de Diputados durante la aprobación de las reformas estructurales del presidente Peña Nieto. Su impulsor, Gustavo Madero, fue firmante del Pacto por México que avaló las reformas. Javier Corral, el contrincante, ha sido un opositor al colaboracionismo panista, aunque olvidando que el PAN pudo gobernar dos sexenios (2000-2012) por el colaboracionismo del PRI.

2.- El contrapunto de la elección del PAN fue la nominación de la próxima dirección nacional del PRI: Manlio Fabio Beltrones fue el jefe de la bancada priísta en la Cámara de Diputados y por tanto el arquitecto de los acuerdos con el PAN y el PRD para el Pacto por México y la aprobación de las reformas estructurales. Separados en espacio partidista, las dos designaciones coinciden en reconstrucción de climas políticos colaboracionistas.

3.- El PAN agotó sus posibilidades tradicionales con una elección entre dos opciones polares, pero con denuncias de irregularidades que obligan a una reconstrucción interna del partido. Si la situación interna se polariza más, el PAN llegará al 2018 sin posibilidades de victoria. El principal desafío será el de reaglutinar a los grupos de poder que permitieron la victoria en el 2000 y 2006, y que facilitaron la derrota en el 2012.

4.- El principal reto del PAN será para Anaya porque tendrá que decidir entre su dependencia del liderazgo duro y hasta autoritario de Gustavo Madero y los jefes políticos panistas que pudieran transformarse en tribus ingobernables. Anaya debe construir su propio liderazgo, pero a condición de que Madero entienda que así debe ser o reproducir vicios priístas de hombres fuertes. Las primeras horas del liderazgo de Anaya mostrarán si será un jefe político de partido o un intendente de Madero.

5.- El PAN eludió en la contienda interna uno de los temas vitales del partido: la redefinición de su ideología, su proyecto nacional y su propuesta de gobierno. Los saldos decepcionantes de Fox estarán muy vigentes en el 2018 como para solicitar de nueva cuenta el apoyo para ganar la Presidencia de la República. El colapso de la militancia fue provocado por la decisión de Madero de depurar el padrón sin sentido político sino sólo para quedarse con el control. El PAN no supo ofrecer en la contienda interna algo que garantizara una nueva militancia.

6.- La elección interna dio saldos bajos de participación: alrededor de 35% del total de los 477 mil militantes registrados. Aunque el PAN nunca dependió de la base militante masiva, en los hechos los partidos requieren de militancia para ocupar cargos públicos. La base electoral del PAN es de 20%, contra 29% del PRI, 12% del PRD y 10% de Morena.

7.- El PAN perdió el faro de su proyecto hacia mediados de los setenta cuando la posibilidad de alcanzar el poder provocó reacomodos de grupos de poder. El proyecto ideológico del PAN sigue debatiéndose entre la derecha; la oportunidad de la alternancia en el 2000 vio en Fox una oportunidad de modernización institucional y en Calderón en el 2006 el dique contra el populismo de López Obrador. De 2006 al 2015, el PRI reconstruyó su papel aglutinador de corrientes, aunque le falta la izquierda socialista que le dio fuerza en los sesenta y setenta. Si el PRI de Beltrones rehace ese modelo de partido plural, PAN y PRD-Morena quedarán enflaquecidos.

8.- El saldo de la elección de nueva dirigencia en el PAN no le alcanzará para tener una buena competitividad en el 2018. Las precandidaturas de Gustavo Madero, Rafael Moreno Valle, Margarita Zavala y hasta del guanajuatense Miguel Márquez dependerán del papel estabilizador y garante de Anaya. Ahí es donde se verá si Anaya será un presidente del PAN o quedará reducido a intendente de Madero. Alrededor de Madero y Anaya existe un grupo muy interesante de panistas que pudiera ayudar a Anaya a administrar su gestión en función del 2018.

9.- Una clave de los márgenes políticos de Anaya estará en la forma en que administra la derrota de Javier Corral: o la ruptura o la división interna. Al final de cuentas, Corral representa una corriente interna del PAN que pudiera ser factor de fortalecimiento o de fractura.

10.- El reto más importante que tiene el PAN es el de fortalecer su cohesión interna en torno a ideas y proyectos más sólidas. Si Anaya no asume críticamente las experiencias exitosas y fallidas en la Presidencia de la República, el PAN regresará a su eterno tercer sitio electoral.

 

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