Deslegitimado, culmina el proceso de selección de los nuevos consejeros de los Organismos Públicos Locales Electorales. Quedaron en el olvido las evaluaciones que se presentaron en un primer momento, algunas de las cuales, debo calificarlas, de “muy dudosas”. Pero lo reportado en la primera fase, que parecía ser la base de un procedimiento distinto a la repartición de cuotas entre los partidos políticos, se vio opacado con las designaciones últimas que recayeron en quienes están ligados a los institutos políticos.
Y no es una descalificación a los recién nombrados Consejeros, en cuanto al conocimiento o capacidad para el desarrollo de las funciones que requiere la materia electoral. Es un señalamiento por sus antecedentes partidistas que no son compatibles con la naturaleza jurídica del Organismo Público Autónomo (IEEPCO), del que pasarán a formar parte. Lo deseable es que sea una Autoridad que sujete sus funciones “…a los principios rectores de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.”, como lo dispone el artículo 13 del Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales para el Estado de Oaxaca. Que esté conformada por personas que puedan hacer efectivos esos principios rectores, y no pasen a ser comparsa de los intereses que les marquen los partidos que los llevaron al cargo.
Una brevísima referencia de los principios sería: El principio de certeza radica en que al inicio del proceso electoral, los participantes conozcan las reglas que componen el marco legal de dicho proceso; el principio de legalidad rige la actuación de la Autoridad en estricto apego a las disposiciones establecidas en la ley, para que no se desplieguen actos al margen del texto normativo; el principio de imparcialidad, corresponde a que en el ejercicio de sus funciones, las autoridades electorales eviten desviaciones o la inclinación partidista.
El llevar a la práctica estos principios, será tarea difícil para quien llega respaldado de manera directa por un partido o un personaje político, como es el caso del nuevo Presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, Gustavo Javier Meixueiro Nájera. A éste se le señala tener un vínculo partidista con el Partido Revolucionario Institucional, y haber sido propuesta del representante de ese partido ante el Consejo General del INE. Una de sus primeras declaraciones ante los medios de comunicación, al tomar protesta del cargo, reconoció haber sido colaborador de José Antonio Hernández Fraguas.
Es difícil pensar que el nuevo Consejero Electoral Filiberto Chávez Méndez, del equipo de José Luis Echeverría Morales, expresidente del Instituto Estatal Electoral de Oaxaca (recordado por pedirle “pendientitos” a Ulises Ruiz), pueda despojarse de los intereses que atan a su equipo con el PRI. Hoy, José Luis Echeverría, sirve en el Municipio de Oaxaca de Juárez.
Es normal que la esposa de un excandidato a diputado del PAN, acompañe a su marido a pedir el voto a favor de su partido, y tenga proclividad partidista por ese instituto político. Lo extraordinario sería que, formando parte del Consejo General del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Oaxaca, no tenga preferencia por el partido donde milita su esposo, como puede sucederle a la nueva consejera Rita Bell López Vences, esposa del excandidato René Mejía.
Esto es sólo un ejemplo de algunos de los nuevos consejeros, pero la mayoría, en sus antecedentes, tiene vínculos directos con los partidos políticos, y eso no abona para cambiar la imagen de un Instituto Electoral desgastado. Recordemos que los anteriores consejeros, fueron designados en un proceso opaco, conducido por el Congreso del Estado, que terminaron poniendo a las propuestas de los partidos políticos.
Queda claro que cuando los políticos hablen de reformas para cambiar el estado de las cosas, tenemos que pensar lo contrario. Eso pasó cuando le cambiaron el nombre al Instituto Electoral y renovaron el Consejo. Los abusos cometidos por los consejeros al servicio del PRI (como José Luis Echeverría, que con su actuar se aclara hoy a qué intereses servía), terminó siendo el Instituto Estatal Electoral del Partidos Coaligados (IEEPCO), con los malos resultados conocidos. Con la forma que inicia otra etapa este organismo, disculpando el escepticismo, no esperemos muchos cambios, porque aún, cuando tuvieren mucha capacidad los Consejeros, cuando estén frente a los intereses de sus tutores, el conocimiento les servirá poco, pues ellos saben bien que “las mafias no perdonan.”
Geovany Vásquez Sagrero
Abogado
Twitter: @geovanyvasquez
Vía Viral Noticias
