No más democracia cara y pueblo pobre: Jesús Romero

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“No más una democracia cara y un pueblo pobre, tan solo en tres años el aumento a los recursos a los partidos políticos fue de más del 350 por ciento, cuando el crecimiento económico del país y del estado no se acerca ni un poco, por tanto, es necesario realizar una Reforma Político-Electoral que reduzca los recursos a los partidos y órganos electorales, además de que estipule reglas claras y un juego limpio electoral”, señaló el coordinador de la Fracción Parlamentaria del Partido del Trabajo (PT),  Jesús Romero.

Para lograr esta reforma integral acorde a la realidad política y social de Oaxaca, presentó un paquete de iniciativas en el que se establecen modificaciones a la Constitución Local, así como la creación de las leyes de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Oaxaca, de Partidos Políticos para el Estado de Oaxaca, la Ley Orgánica del Tribunal electoral del Estado y la de Sistemas Electorales Indígenas para el Estado de Oaxaca.

Entre los puntos más importantes se plantea la reducción de las prerrogativas de los partidos políticos hasta en un 50 por ciento respecto de los ingresos ordinarios y a los de campañas, además, que los sueldos de los integrantes del Consejo General del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca sean similares a los de un Secretario de Estado, puesto que actualmente se asignan salarios y dietas a su criterio.

“En el estado, 417 municipios se rigen por Usos y Costumbres, por tanto, es inconcebible que sus elecciones se realicen bajo el sistema electoral de partidos políticos, por lo que resulta indispensable la creación de una Ley de Sistemas Electorales Indígenas para el Estado de Oaxaca, que contemple la Comisión de Sistemas Normativos Electorales para que pueda vigilar y organizar las elecciones.

Finalmente Romero López señaló que también propone instaurar la segunda vuelta electoral y el gobierno de coalición, así como un  procedimiento específico para el establecimiento de candidaturas independientes, además de la regularización del proceso de constitución y registro de los partidos locales. “La creación de nuevos partidos se volvió una fiesta que solo ha generado cotos de poder, por tanto, su registro definitivo debe estar condicionado a la obtención de 3 por ciento de la votación”.