Ni EU ni México… China podría pagar el muro de Trump

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Lo que cobre EU por los aranceles impuestos a productos chinos podría ser destinado al pago de la primera fase del muro en la frontera con México.

La primera fase del muro que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca construir en la frontera con México costaría 18 mil millones de dólares, monto que la Casa Blanca podría liquidar con lo que se prevé que generen los recientes aranceles anunciados de 10 por ciento a 200 mil millones de dólares de productos chinos, de acuerdo con un artículo de la Federation of American Scientists (FAS).

Los gravámenes, que entrarán en vigor el 24 de septiembre, generarían 19 mil 721 millones de dólares en un año, sin embargo, cuando los aranceles se incrementen a 25 por ciento el primero de enero de 2019, la captación subiría a 49 mil 304 millones de dólares.

Esta cifra podría ser suficiente para cubrir el costo total del muro fronterizo entre México y Estados Unidos, que se estima tenga un valor aproximado de 33 mil millones de dólares. Pero, si se añade a estas cifras los gravámenes impuestos a paneles, módulos solares y lavadoras y sus partes bajo la sección 201; los gravámenes al acero y aluminio bajo la 232; y los aranceles a China ya aplicados más los que entrarán en vigor la próxima semana, en total se recaudarían más de 71.1 mil millones de dólares.

“Las tarifas impuestas por la administración hasta la fecha cubren aproximadamente tres por ciento de las importaciones anuales de bienes y servicios de Estados Unidos (sin contemplar los aranceles por 200 mil millones de dólares a productos chinos)”, dijo Brock R. William, analista de comercio internacional y finanzas del Congressional Research Service, en el artículo de la FAS.

Para Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios ChinaMéxico de la Facultad de Economía de la UNAM, la política comercial que está empujando Estados Unidos, con agresiones comerciales frontales, seguirá creciendo hasta la elección de medio término en ese país el 6 de noviembre.

“Me parece que esta discusión por parte de la administración Trump obedece a una agenda doméstica nacional y que va a ir in crescendo hasta las elecciones intermedias en Estados Unidos”, expuso el especialista.

Aunque, consideró que tras el proceso electoral, la agresividad política de Estados Unidos podría disminuir gradualmente, si dejara de tener mayoría en el Congreso.

Fuente: elfinanciero.com