Nada bueno que informar: Isaac Leobardo Sánchez Juárez*

Print Friendly, PDF & Email

El jefe del Ejecutivo presentó su quinto informe de gobierno y al igual que ha sucedido desde hace casi ya treinta años, no existe nada bueno que informar, los problemas estructurales del país se siguen haciendo más grandes. Como bien lo dijo el Presidente en su discurso, la inseguridad y la violencia no iniciaron en este sexenio, lo mismo que la pobreza, la informalidad y el desempleo, pero lo que si se hemos observado todos es la forma en la que dichos problemas se han magnificado. Lejos de corregir los males, pareciera que se trabaja para hacerlos crecer, un resultado producto de la incompetencia y/o la corrupción burocrática.

Al igual que en los dos sexenios anteriores, el principal logro en materia económica tiene que ver con la estabilidad macroeconómica, situación que no se refleja en los bolsillos de los mexicanos. La estabilidad permite que la economía pueda soportar de mejor forma los embates externos, como la reciente crisis financiera en los EE.UU., pero no resulta compatible con una estrategia pro crecimiento y empleo.

En el informe se indicó como un logro la creación, en lo que va del sexenio, de 1 millón 462,747 empleos, cosa que no debería celebrarse, ya que en un año tendrían que crearse esos empleos, no en cinco. En promedio anual, de 2006 a 2011, se han creado 300 mil empleos, con lo que se tiene un déficit de más de 700 mil empleos.

La incapacidad de la economía formal para integrar a los demandantes de trabajo, ocasiona que se incremente el número de personas que viven de la informalidad, según cifras del INEGI, las personas viviendo en la informalidad pasaron de poco más de 11 millones en 2006 a poco más de 13 millones en 2010.

Hoy en día, una de cada tres familias depende en cierta medida de la informalidad. La economía mexicana no ha sido capaz de absorber a los trabajadores en el sector formal. Según mis cálculos, de cada 100 trabajadores que se encuentran afiliados al IMSS, al menos 20 se encuentra en situación de desempleo abierto. Cifras que no son para festejarse.

El  actual sexenio está lejos de ser el sexenio del empleo como se prometió al inicio. Por cierto, ahora el Presidente, como todo un mentiroso, anda diciendo en los medios de comunicación que es el Presidente de la infraestructura, ¿pensará que no tenemos memoria? Sabemos que su gestión ha sido un completo desastre en materia económica, particularmente crecimiento y empleo. Respecto a la infraestructura un solo ejemplo: el aeropuerto internacional de la ciudad de México hace mucho que se encuentra totalmente rebasado, dicho medio de comunicación es fundamental para el crecimiento económico del país; si la preocupación del Ejecutivo fuera la infraestructura, hace mucho que estaría terminado un aeropuerto alternativo. Como este ejemplo muchos.

La incapacidad para crecer y generar empleos ha permitido que el número de personas viviendo en situación de pobreza sea cada vez mayor, ya lo he dicho en mis anteriores colaboraciones y no quisiera repetir las trágicas cifras en este momento. México es un país de pobres, no un país de renta media, como se atreviera a decir el Secretario de Hacienda.

Lo que termina sentenciando a este Presidente es su colaboración, por un error de estrategia, en la muerte de más de 50 mil personas. ¿Con qué cara sale ante los medios a decirnos que la estrategia es la correcta?, cuando todos los días vemos como avanza el crimen organizado y se filtra de manera profunda en la administración pública. La forma en la que se ha combatido la delincuencia, especialmente el tráfico de drogas no es adecuada. Diversos especialistas han indicado que el camino es la reducción de la pobreza, la creación de empleo, las políticas de prevención, la mejora del sistema judicial y por supuesto la legalización de las drogas.

La creciente violencia e inseguridad deteriora la infraestructura, particularmente las instituciones, con lo que el clima de negocios no resulta favorable para los inversionistas. Producto de la inseguridad, las libertades se han reducido y con ello se cancela cualquier posibilidad de crecimiento económico. Los que siguen operando, ven incrementados sus costos, por el desembolso que tienen que realizar para mantener seguras sus inversiones, ante la incapacidad del gobierno de protegerlas. Otros, le siguen apostando a la inversión en México, porque a pesar de todo es uno de los mercados más grandes de América Latina.

El Presidente no tiene nada bueno que informar, si fuera sincero tendría que informarnos la forma y el fondo de la magnificación de los problemas, pero no lo hará nunca, ya que sigue pensando que es mejor engañarnos. Las únicas soluciones conocidas por la clase política son los discursos, las palabras lindas y los mensajes cargados de sentimiento y emoción. De vez en cuando una novela policiaca o programa que hace alegoría de sus funciones.

Seguir por el camino de la ficción nos condenará al subdesarrollo, lo que resulta tremendamente negativo para todos. Son tan incompetentes y torpes nuestros funcionarios y políticos que no se han dado cuenta que lo que más nos conviene a todos es el progreso nacional, las rentas que obtendrían serían mayores y podrían disfrutar tranquilamente de la riqueza, no como ahora, donde incluso ellos viven presos del pánico. Tenemos tiempo para revertir los malos resultados económicos y sociales, pero necesitamos crear los incentivos correctos para que exista voluntad política y acción ciudadana.  

Sígueme y te sigo en twitter:

@tiempoeconomico

* Profesor en economía de la UACJ, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)