Yo no me salí de mi partido, a mí me hicieron a un lado y por eso tomé la decisión de mejor renunciar a él, a pesar del gran respeto y gratitud que le guardo, pues fue en Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano (MC) donde pude poner en práctica no sólo los valores y principios enseñados por mis padres, sino también la teoría adquirida a través de la enseñanza de inolvidables profesores quienes con sus cátedras me mostraron que el límite de las posibilidades las determina uno mismo en su mente y con su actuar. Cómo no recordar a mis Maestros como Mario Moya Palencia, Julio Sau Aguayo, Alfonso Zárate Flores, Halive Hernández Ascencio, Jorge Sayeg Helú, Enrique Jacob Rocha, entre otros más que con su sola presencia se ganaron el respeto y admiración de quienes fuimos sus alumnos. Fue gracias a lo aprendido que pude soportar –no sin dificultades– los embates que recurrentemente tuvimos los fundadores de Convergencia en Oaxaca: don Jesús Martínez Álvarez, Alberto Esteva, Francisco Melo Torres, Gustavo Velásquez, a los que posteriormente se sumaron personajes como Margarita García y Gabino Cué Monteagudo. Incluso –recuerdo que– siendo el administrador del restaurant “Las Campanas” de Beto Esteva, llegamos a contabilizar 11 auditorías de diversa índole en el mismo período como represalia por la oposición seria y responsable que como instituto político se le tuvo al gobierno de José Murat. Por eso a los que hoy me califican de “incongruente” les digo que no coincido con su apreciación, pues precisamente por no validar con mi presencia el arribo de personas afines al ex gobernador a quien tanto combatimos, es que opté por declararme independiente.
Hay quienes me han dicho que debí quedarme a defender el partido desde dentro; a ellos mejor ni les digo nada, pues se ve que no conocen todo lo que hice por impedir que mentes con otra visión alejada a los principios del partido naranja se apoderaran de él, lamentablemente tenían el respaldo de Dante Delgado, quien en diversas ocasiones manifestó su malestar por lo que había sucedido en Oaxaca, como si uno fuera el culpable de haberlo permitido y no él con su actuar autoritario y sus decisiones políticas. Con esperanza recurrí en varias ocasiones a personalidades que sabía podrían evitar que esto sucediera; por un momento me hicieron creer que eso sería posible, platicamos en diversos momentos y ocasiones, para luego guardar inexplicablemente una sana distancia y un silencio sepulcral, señal de que no sería así. Sabedor de cómo funciona la vida interna del Movimiento Ciudadano llegué a la conclusión que ya todo estaba consumado. Lo dije hace apenas unos días, políticos buenos y malos los hay en todos los institutos políticos; políticos honestos y corruptos por igual, esto no es una falla de los documentos básicos, de los idearios o de los principios de los partidos, es una falla de las personas que con su actuar le dan brillo o llenan de porquería las siglas del instituto que les dio la oportunidad de ocupar un espacio en la función pública. Dejo muchos amigos dentro de MC, lo seguirán siendo porque una cosa no extingue a la otra. Para ellos mi gratitud y mi respeto perenne.
Por cierto, hay quienes no entienden que en política se tienen adversarios, no enemigos. Debo reconocer que el suponer que el militar en otro partido lo hace a uno enemigo en automático fue una práctica que dañó y sigue dañando mucho a los oaxaqueños, esa idea impulsada desde hace poco más de 15 años de: “si no estás conmigo, estás contra mí” vino a hacer crisis en el año 2006 cuando los oaxaqueños estuvimos divididos entre buenos y malos, sin puentes de conciliación o de acercamiento. Desde antes, derivado de mi vida estudiantil y personal, fui cultivando sólida amistad con personas que posteriormente aparecieron militando en el PRI, pero no por ello dejaron de ser mis amigos. Algo que gente con una mentalidad muy chiquita no logra entender. Mis amigos me aceptan con los defectos y virtudes que tengo, e igual los acepto a ellos, a pesar de que no tengamos la misma militancia o ideología, por el contrario, creo que el que así sea, viene a darle una riqueza adicional a la convivencia que solemos tener, pues gracias a ello he aprendido a ser tolerante e incluyente y miren que eso no ha sido tarea fácil. Algo de que lo jamás renegaré es de mi familia y de mis amigos…ah! esa herencia genética de mi Papá.
Lo voy a afirmar una vez más, ¡no me voy al PRI!, voy a apoyar a los candidatos que a mi entender y a mi análisis considere presentan la mejor propuesta. Si a la par recibo la invitación del candidato para hacerlo en forma más cercana, seguramente me verán haciéndolo sin importar color de partido o de Coalición. Reitero mi determinación de sostenerme como independiente hasta el próximo 31 de diciembre cuando concluya mi responsabilidad como Concejal en el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez. Refrendo mi compromiso de contribuir a que la administración de mi Amigo Luis Ugartechea Begué cumpla con su propósito de entregar una ciudad mejor a la que recibimos. Al igual que el Presidente Municipal Ugartechea Begué, cumplo mi palabra de ser un Regidor de 3 años y de no utilizar la oportunidad otorgada por la ciudadanía para “brincar” a otro puesto. Reitero mi simpatía hacia el gobierno que encabeza Gabino Cué Monteagudo, a quien desde la trinchera en que me toque estar siempre defenderé; pues cuando alenté la formación de una gran coalición, lo hice con la convicción de que sería para mejorar en diversos planos y rubros; aun cuando sostengo que falta mucho por hacer, convencido estoy de que se cuenta con el tiempo suficiente para cumplirle a esa ciudadanía que con gran esperanza salió a apoyar una nueva forma de gobernar. Para los que dicen que al apoyar a Javier Villacaña muestro gran incongruencia, con profundo respeto les digo… (Continuará en la 3era y última parte)
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