Martes negro y el regreso al subdesarrollo: Isaac Leobardo Sánchez Juárez

Print Friendly, PDF & Email

El día martes 15 de febrero, con motivo de la visita del presidente de la República, los profesores del sistema de educación básica, afiliados a la sección 22 del SNTE y diversas organizaciones caracterizadas por la violencia y la desestabilización de la entidad se reunieron para manifestar su inconformidad con… la verdad nadie sabe con qué ya que desde hace muchos años ellos son los mejor pagados, los que mejores prestaciones tienen y a los que cotidianamente se les ve comprando automóviles, aparatos electrónicos, consumiendo en los restaurantes de las cadenas transnacionales y en general dándose la gran vida a costa de nuestros impuestos, sin aportar nada bueno a la mejora de la calidad educativa.

Perdónenme aquellos profesores que de verdad se esfuerzan, pero que al final no logran impactar ya que se encuentran secuestrados por el sindicato y sus prácticas perversas que les obliga a participar en estos degradantes eventos. Se de muchos que desean cambiar para bien el sistema educativo, pero se también que son más los que lo detienen y felices asisten a estos eventos, ya que de esa forma evaden su responsabilidad con una educación de calidad.

La manifestación del martes tránsito hacia la violencia cuando elementos de la policía del estado y federales arremetieron contra los manifestantes, lo que desencadenó la ira de los profesores y grupos porriles que les acompañaban (una ya común combinación). Aunque de inmediato se intentó presentarlos como mártires y al gobierno como autoritario, la verdad es que de ambas partes existió responsabilidad. Las nuevas autoridades acertadamente dieron la cara y en cierto sentido aceptaron su error, hace falta informar con precisión lo sucedido, así como castigar a los responsables con total severidad. Los agredidos, tienen que aclararnos que buscaban con su manifestación y demostrarnos que no había una mejor forma para denunciar sus inconformidades y que no cayeron en provocaciones. En especial los profesores tienen que entender que no es con marchas y suspensión de clases como se corrige el problema, esa fórmula es la que nos está condenando a la miseria y marginación.

En los últimos treinta años, como resultado de la falta de trabajo docente de calidad y agresivas campañas para el fomento del desorden y el caos en la entidad, Oaxaca ocupa la posición número 32 de 32 entidades en materia de calidad educativa en primarias, según el índice de calidad construido por la Fundación IDEA, el nivel educativo es similar al de países africanos y muy pero muy lejos del promedio de naciones desarrolladas. Los acontecimientos de este martes negro nos regresan al subdesarrollo del subdesarrollo con una tremenda dureza y hacen pensar que cualquier estrategia para superar ésta condición está condenada al fracaso. A los que buscamos el progreso de la entidad nos llena de profunda tristeza.

El movimiento estuvo claramente manipulado para desestabilizar, por un lado a las nuevas autoridades y por el otro marcar lo que serán las elecciones federales del 2012. Los profesores, grupos porriles y policías fueron el instrumento de aquellos que desde hace mucho tiempo se ha empeñado a sumir a la entidad en los últimos lugares de competitividad: líderes sindicales, funcionarios públicos, políticos de diversos partidos y porque no decirlo nosotros mismos al aceptar sus corruptelas, desmanes y torcidas acciones.

Oaxaca requiere un nuevo pacto social, que provenga desde el corazón mismo de la sociedad y sea avalado por las autoridades. Se necesita transparentar de forma rápida la administración pública. No podemos repetir el 2006, los acontecimientos de ese año destruyeron la economía de la entidad y sus impactos aun se están viviendo. De repetirse aquel escenario la economía oaxaqueña quedaría condenada a no ser competitiva. Una nueva caída sellaría el ingreso al infierno económico.

Bajas tasas de crecimiento económico, elevado desempleo, migración ilegal, delincuencia, informalidad, se convertirán en acontecimientos permanentes de la economía oaxaqueña sino hacemos algo para evidenciar y castigar a los responsables de las continuas actividades de desorden y quebrantamiento de ley. Oaxaca debe ser el paraíso del imperio de la ley. No existe libertad cuando se está sujeto al capricho de funcionarios públicos, políticos y líderes sindicales. La libertad y el apego estricto a la ley son la única forma de lograr revertir nuestra deteriorada condición.

Recomiendo a las nuevas autoridades un mejor contacto con la sociedad, señalar como se hizo en campaña las intenciones, aclarar que la visita del presidente consistía en ofrecer a Oaxaca una suma nada despreciable de dinero para las comunidades indígenas, que la policía y en especial el jefe de la misma se equivocó y será castigado. Que se emprenderán negociaciones para restablecer el diálogo con los profesores, hasta hacerles ver la importancia que tiene que trabajen con dedicación y esmero.

Como lo he mencionado antes, si las negociaciones fracasan, entonces debe buscarse por todos los medios la disolución del sindicato. La sociedad oaxaqueña al verse afectada por los malos resultados de sus profesores tiene todo el derecho de despedirlos e iniciar la contratación de nuevos docentes, que pueden ser los mismos, siempre y cuando aprueben exámenes de calidad y estén dispuestos a someterse a evaluaciones permanentes.

Se requiere un gobierno a la altura de los problemas que enfrentamos, en los primeros meses parece que no lo está, aunado a que existen elementos de oposición que se están esmerando en reventar la nueva administración. Con sus acciones todos perdemos, la oposición existe para indicar errores, malos manejos y alternativas, no para destruir todas las acciones oficiales emprendidas. Los mejores oaxaqueños y oaxaqueñas deben ponerse al servicio de la sociedad, para evitar la repetición del 2006 y condenar a los enemigos del progreso de nuestra entidad. La economía nunca mejorará si continúa la inestabilidad política y la debilidad o ausencia institucional.

 

Si lo deseas, sígueme en twitter:

@tiempoeconomico

* Doctor especialista en estudios regionales y profesor-investigador de la UACJ