¡Luce Plaza de la Constitución!

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El sol, bañó cada uno de los rincones de la Plaza de la Constitución; los monumentos históricos estaban relucientes desde arriba, pero abajo el olor era cada vez más insoportable, entre jabón y agua, los pisos mojados pretendían reflejar “estabilidad” social en el centro de Oaxaca.

Las habilidades acrobaticas y de gimnasia de los niños de preescolar, de jóvenes bachilleres y universitarios está vez no lucieron, se guardaron en los salones escolares que desde el jueves cerraron para dar paso al puente vacacional.

El balcón del Palacio de Gobierno permaneció mudo, sin algarabía y sin su gobernador Alejandro Murat Hinojosa. El desfile fue desplazado por una ceremonia cívica a unas cuadras del centro de la ciudad.

El argumento fue el mismo: la atención a los damnificados por los sismos del pasado mes de septiembre.

Cobijados en sus módulos, los desplazados de las colonias de la Villa de Zaachila se asomaban atentos ante cualquier ruido y movimiento. Pero sus demandas también descansaron.

Los triquis de San Juan Copala aprovechaban estas “vacaciones” para ofertar sus artesanías, las cuales han sido invadidas por productos chinos.

La voz, quitó el sueño a más de uno que trataba de sacudirse el frío en las jardineras desocupadas por los normalistas, quienes se tomaron sus días, eran los vecinos de San Andrés Zautla, Etla.

Desde un megáfono, un hombre gritaba frente a la “casa del pueblo” los nombres de los presuntos defraudarores, quienes revendieron terrenos adquiridos por más de 300 familias.

¡Ya valió!, fue la expresión inmediata de un mesero quien un tanto desanimado reflejaba la molestia y la impotencia ante marchas y manifestaciones.

Las cafeterías, restaurantes y calles embleaticas lucían por ratos atiborrados pero muchos más vacíos. Los letreros de los descuentos del buen fin colgaban de un hilo antes de caer, así como las esperanzas de los oaxaqueños.

Carina García