Lavadero Político 01/12/19

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El que se vio temerario y osó hablar de una forma poco decorosa sobre el régimen que el emperador de México, Andrés Manuel López Obrador, ha implementado en nuestro país desde el pasado 1 de diciembre, fue el escritor y premio Nobel, Mario Vargas Llosa, esto cuando su amor y admiración por nuestro país, lo hizo manifestar su preocupación porque en nuestro país “el populismo” que “sacó” a la dictadura del PRIAN de los pinos, se vuelva otra nueva (¡ni Dios lo quiera!).

Así fue como durante una conferencia de prensa el pasado viernes en el Museo Memoria y Tolerancia en CdMx, el escritor peruano manifestó abiertamente su amor por México y lamentó el rumbo que está tomando.

“Yo lamento decirlo porque quiero mucho a México… tengo mucha admiración por México, yo quisiera que jugara un papel absolutamente fundamental como el gran país que es en América Latina, y mucho me temo que este gobierno esté retrocediendo un poco a México que comenzaba salir de esa dictadura perfecta”, declaró.

Ya entrado en el tema, y sin miedo a la deportación, satanización o el ataque de los bots que esta dictadura ya tiene a su servicio en las redes sociales, aseguró que el populismo del presidente de los 30 millones de chairos, lo lleve a crear una nueva dictadura.

Me temo muchísimo de que el populismo parece realmente la ideología del actual presidente de México y nos conduzca nuevamente a una dictadura” enfatizó.

Desde luego que las reacciones no se hicieron esperar, ya que en este régimen la palabra dictadura no puede ir antes ni después de la palabra presidente (por aquello de despertar a uno que otro chairo de su letargo idílico con el mesías), siendo Beatriz Gutiérrez Müller, quien sacara la casta por su peor es nada y en un arrebato de euforia arremetió sutilmente contra el ganador del Premio Nobel en 2010. La también escritora (pero sin Nobel) lamentó que ideologías como el fanatismo y dogmatismo de ciertos autores “nos conduzcan otra vez al panfletario perfecto”. (samamada).

Remató expresando su admiración por los narradores y su deseo para que jueguen un papel importante para Latinoamérica y su temor porque ciertos comentarios pueden hacer que esta región retroceda al “panfletarismo perfecto” del cual “comenzaba a salir” (¡ya siéntese señora!).

Otro que sacó el pecho por su amo y cual perro amarrado no dejó de ladrar para hacerse notar, fue el impresentable legislador, Gerardo Fernández Noroña, quien como pepito, no podía dejar de estar en este cuento y también se metió al borlote llamando “cretinazo” al ganador del Nobel (el chiste se cuenta solo).

Sin embargo, no todo fue odio sobre el escritor, ya que el otro pepito pero de la política mexicana, Vicente Fox Quezada, quien con una opinión totalmente opuesta a la del impresentable Noroña, reconoció el atinado comentario y alertó al pueblo mexicano para que “no nos dejemos engañar con pan y circo”.

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Los que hicieron el oso mil, ocho mil fueron una serie de pendejolotes con iniciativa que jugándole al vivo sorprendieron a propios y extraños con su endeble y mal copiada reforma a la Ley, con el único fin de sangrar a quien se deje (y se apentonte), todo empezó cuando los Minions dieron a bien tener la gran idea de fusilarse el texto de una reforma del Estado de México con la intención de gravar con nuevos impuestos estatales, el ejercicio de la profesión, la de Extracción de Materiales y (lo que más calienta) el mezcal (qué mamá da esos consejos).

Así fue como en medio de la austeridad republicana que el emperador Obrador a impuesto a todo el país, los Minions tuvieron la gran idea de aventar una nueva ley así nada más, “sin salivita”, dejando a más de uno con el Jesús en la boca y una punzada en el bolsillo, al enviar una reforma que contempla cuatro nuevos impuestos, establecidos en el Título Segundo a la Ley Estatal de Hacienda y están previstos en los siguientes capítulos: Capítulo Cuarto Bis denominado Sobre el Ejercicio de Profesiones, el Capítulo Séptimo Bis “Sobre la Venta Final de Bebidas con Contenido Alcohólico”, en el Capítulo Noveno Bis “Impuesto Sobre la Extracción de Materiales por Remediación Ambiental” y por último, Capítulo Noveno “Contribución para la Reconstrucción por los Sismos del 7 y 19 de Septiembre de 2017 (samamada!).

Según el gobierno del Estado y de acuerdo con la iniciativa de reforma a la Ley de Hacienda, los nuevos impuestos son para mantener la nave a flote y sufragar gastos propios de servicios como seguridad, defensa, justicia, sanidad o la educación (y mantener uno que otro aviador), de acuerdo con lo establecido en el artículo 73 fracción VII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por la cual esperan juntar nada malos 21 mil 399 millones de pesos, lo que representa una disminución del 4.52 por ciento respecto a la estimación de Ley de Ingresos actualizada 2019.

Desde luego que a nadie le hizo gracia la intención de aventar impuestos a lo wey al primer apretón, y considerando que la recaudación de impuestos es lo que hace que el sistema funcione (en teoría), por lo que los Minions defendieron su endeble y mal copiada reforma, asegurando que esa marmaja será destinada a infraestructura vial y seguridad (se vale soñar).

“El 3% que se propone como aumento que se destinará a publicidad e infraestructura vial, llámense carretera o caminos que comuniquen el centro del estado con sus destinos turísticos.

Además, implementar mayores medidas de seguridad que favorezcan tanto a habitantes como a visitantes, lo que convertiría a esta entidad como un destino turístico con mayor atractivo”, dijeron.

Desde luego las reacciones no se hicieron esperar, comenzaron las refrescadas de jefa y las manifestaciones en contra de dicha iniciativa, unos de los primeros en hacer mitote fue el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), Salvador López, quien se lamentó (y también se indignó) por la intención de que se pretenda generar una “contribución” para la reconstrucción por los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 (que mamá da esos consejos).

“Con un aumento al impuesto al hospedaje vamos a ahuyentar al turismo que llega a Oaxaca, ya que lo único que se logrará es alejar a los visitantes que prefieran otros destinos”, dijo el portavoz de los inconformes que con cartulinas se manifestaron el pasado martes en el centro de la ciudad.

“Desde hace varios años, Oaxaca sufrió una caída en ocupación hotelera que se ha buscado recuperar sobre todo por el estancamiento económico en el que se encuentra la entidad”, agregó.

Otros que también se “re” enojaron harto mucho y manifestaron por múltiples medios su desacuerdo, fueron los mezcaleros en el estado, quienes hasta olvidaron sus diferencias y se unieron para pedirle que “no la chiflen si ni soplar pueden”, ya la ocurrencia de grabar la venta final de bebidas alcohólicas en el estado, le viene a sumar a la carga fiscal que el mezcal tiene (que ya pagan el 53% del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), más 16 % el Impuesto al Valor Agregado) a la cual se le sumaría el 4.5% de impuesto local.

Uno de los que alzó la voz sin temerle al éxito, fue quien charolea como presidente del Clúster del Mezcal de Oaxaca, Jorge Vera García, quien herido del corazón por la poca empatía del gobierno al sector mezcalero, aseguró que de implementarse un nuevo impuesto, inhibiría el consumo de la bebida espirituosa que ya ha ganando predilección entre los consumidores ante el whisky o el ron.

“Un nuevo impuesto significará sin duda un nuevo costo y eso va a inhibir el consumo de una bebida que se ha posicionado en el gusto del consumidor por encima de bebidas como el ron y el whisky”, declaró en entrevista.

“Mientras Oaxaca ardía por varios lados ante la propuesta de los Minions, el adorno más caro de la Secretaría de Economía, Juan Pablo Guzmán “El condorito” Covián, toreaba a quienes le cuestionaban sobre la reforma, aseguraba que escuchaba los lamentos de los distintos sectores y hasta calmaba las aguas asegurando que nada estaba definido aún.

“Hay diálogo abierto, estamos escuchando la opinión de los sectores (productivos), cámaras empresariales y clústers, y luego reunirnos con el secretario de Finanzas y tomar la determinación, aún no es determinante”, externó.

Por su parte el presidente de la Mesa Directiva de la 64 Legislatura local, Jorge Villacaña, sacó el pecho y defendió el proyecto enviado al asegurar que la entidad como destino turístico, no es tan caro como otros a nivel nacional e internacional (¡seas mamón… wey!).

“(Los impuestos) nos da como resultado que se tenga recursos económicos para tener en buen estado los sitios turísticos, además de adecuada promoción turística y no quedar en desventaja”, sostuvo.

El Legislativo tiene hasta el 15 de diciembre para modificar y aprobar el paquete económico 2020, y aunque no queda mucho tiempo, todos sabemos que para esa fecha tendremos o no, nuevos impuestos en Oaxaca, aunque dicen las que saben que el Gobernador ya les puso una “regañiza” a su sequito de Minions y todo indica que esta iniciativa va para atrás.

Esperemos dijo don Teofilíto.

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herencia2Quienes decidieron ayudar para que de una vez por todas no tenga alternativa Sofía Castro en su inminente cambio, fueron los Diputados oaxaqueños de la 4T, y aunque los Diputados priistas fingieron demencia todo indica que fueron estos los encargados de tirar línea, así con un fuchi, guacala enviaron el documento al ejecutivo.

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No hay plazo que no se cumpla, ni mal que dure cien años.

Andrés Manuel, llega al primer año de su gobierno, que para ser objetivos es un año y medio, pues sus ansias de poder lo llevaron a despachar un día después que se supo presidente.

Su gobierno caracterizado primero por la esperanza del cambio, fracasó desde su concepción, la idea de desterrar la corrupción se fue desdibujando cuando los encargados de operar las principales estructuras y dependencias tenían un tufo a cañería, a complicidad a perversión y a inmoralidad ejemplos sobran pero Manuel Bartlett y José María Riobóo dibujan de cuerpo entero este fracaso.

El tráfico de influencias comenzó en su gobierno muy temprano, al nombrar a Yasmín Esquivel Mossa como Ministra de la Suprema Corte de Justicia.

Su desprecio por las instituciones ha sido permanente tanto que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 ha quedado de manifiesto.

En materia migratoria nos convertimos en el hazme reír del mundo, pasamos de ser un país de avanzada en materia de Derechos Humanos al muro migratorio y policíaco con el que Donald Trump siempre soñó.

En materia de seguridad las cosas resultaron bastante peor, se dio paso libre a la delincuencia organizada y los actos delictivos, robos, secuestros y asesinatos subieron más de un 300%.

La lista de desaciertos es interminable, de ahí el desprecio por los críticos y sus señalamientos, la polarización de sus palabras y sus mentiras permanentes que suenan a un pueblo feliz, feliz, feliz.

Este gobierno de ocurrencias, tiene manchadas las manos y la lengua de sangre, las masacres se multiplican a lo largo y ancho del territorio, y a pesar de que muchos lo ven, ellos fingen demencia tienen una óptica diferente y otros números, esperaremos este informe y daremos cuenta de ello, si hay algún logro lo señalaremos si solo se trata de un discurso populista donde se presuma lucrar con la pobreza y la miseria también lo señalaremos.

Esperemos entonces este informe, con calma, sin prejuicios, para que no se diga que satanizamos sin bases y que somos adversarios malquerientes de la cuarta transformación.

Esta historia continuará…

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Vivirá poco quien no entienda lo aquí dicho, recuerde estimado ciberlector la frase de la semana:

En política siempre recuerda: “Cuando no tienes proyecto político todos los caminos conducen al fracaso”.