Las Mentiras Presidenciales: Luis Octavio Murat

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El pasado lunes, el mandatario estadounidense afirmó que su homologo mexicano, el presidente Enrique Peña Nieto, le llamó para felicitarlo por las acciones que está tomando en materia migratoria, esto es, deportaciones masivas, asalto policiaco a los domicilios de los migrantes, cacerías de migrantes en centros de trabajo, escuelas, universidades, y todo el resto de acciones represivas en contra de los indocumentados con la finalidad de aprehenderlos y deportarlos.

Debido al éxito de las operaciones furtivas en contra de los indocumentados, según Mr. Trump, el Presidente Peña Nieto, le dijo, telefónicamente, que México estaba muy agradecido porque la migración centroamericana hacia México había disminuido considerablemente.

Al conocerse tal afirmación, de inmediato, la Secretaria de Relaciones Exteriores emitió una nota informativa que dice: El Presidente Enrique Peña Nieto no ha sostenido recientemente comunicación telefónica con el presidente Donald Trump.

Durante el encuentro que ambos mandatarios sostuvieron el pasado viernes 07 de julio del presente, en Hamburgo, Alemania, el tema de migración fue abordado por ambos mandatarios. El Presidente Enrique Peña Nieto compartió que las repatriaciones de ciudadanos mexicanos desde Estados Unidos han disminuido 31% (para el periodo de enero a junio de 2017, comparado con el mismo lapso del año anterior); y que durante el mismo semestre la migración hacia México proveniente de centro y Sudamérica ha disminuido alrededor de 47%, en su comparación anual. Hasta ahí la nota informativa de la SRE.

La facilidad para mentir del señor Trump no tiene medida. Engaña con facilidad de croupier y hasta sus electores, que aunque ya no le creen les encantan sus falacias, como esta última de la que no hay prueba alguna de que, en efecto, hubo una conversación telefónica entre ambos presidentes.

Debido a las filtraciones y a los dislates que a diario se cometen en el Despacho Oval, el presidente Trump ha removido a tres directores de prensa. Hace unos días, el turno le tocó a Daniel Scaramucci, que por boca suelta fue despedido por ofender a varios miembros del gabinete presidencial. Solo 10 días duró en el cargo haciendo honor a su apellido, Daniel Escaramuce.

Un jefe de estado que en seis meses de gestión no haya logrado conformar un equipo presidencial (gabinete) sólido, compacto, eficaz, brillante, prestigiado y respetable; solo refleja que el ejercicio de gobierno en Estados Unidos está en manos y mentes equivocadas. Explicable, en consecuencia, es el que Estados Unidos haya perdido el liderazgo político a nivel mundial.

Estar multiplicando, día a día, las controversias y animadversiones en Europa, en Asia, en América Latina y además, tener dividido al propio país, no es positivo negocio político.

El repudio contra Trump es obvio, en cualquier lado es difícil escuchar a alguien que hable positivamente de este señor, y de un país que está transformándose en un estado nacionalista que empieza a oler rancio, a naftalina, a polvo de cortinas pesadas de los palacios del siglo XV.

Tan rápido ha sido la pérdida de prestigio y de respeto hacia el país más poderoso del orbe; que gobiernos como el del dictador venezolano, Nicolás Maduro, o el de Corea del Norte, Pyongyang, se atreven a desafiarlo, incluso el misil transcontinental lanzado por Corea del Norte hacia el Mar de Japón fue seguido de una declaración contundente de Pyongyang: “Todo el territorio continental de Estados Unidos está a mi alcance”.

Por su parte, el gobierno de Cuba advirtió a Estados Unidos, que Venezuela cuenta con todo el apoyo del gobierno cubano y que está pendiente de las decisiones políticas que se están tomando en ese país.

Es obvio, que el respeto de otros tiempos ha desaparecido debido a que Estados Unidos no tiene al líder adecuado y si a un simulador que en seis meses desapareció el poderío de la política exterior estadounidense y ahora enfrenta la realidad cruda y difícil que no se le puede vencer con falsedades de prestidigitador.

Aun así, cometiendo dislates, zaragatas y bataholas, Trump insiste en continuar con las erratas hasta que la cuerda tensa se reviente. Es el caso de que la Cámara de Representantes acaba de aprobarle mil 600 millones de dólares para la construcción de 24 kilómetros de barrera física entre Tijuana y San Diego, decisión que deberá pasar por la aprobación o rechazo del Senado.

La construcción de esta barda atentará contra el medio ambiente, flora y fauna, pero al gobierno de Trump no le importa, prueba de ello es haberse salido del Acuerdo de Paris; por lo que emitirá una serie de permisos para esquivar ciertas leyes, regulaciones y requerimientos legales y, de esta forma, acelerar la construcción de la barrera con México.

De nueva cuenta la verdad enfrenta las mentiras de Trump, pues según las promesas de campaña, su gobierno construiría un muro en los 3 mil 500 kilómetros de frontera con nuestro país; lo cual significaría un gasto descomunal de un poco mas de 25 mil millones de dólares.

Los legisladores dieron marcha atrás a tal cifra, en cambio le darán una migaja en comparación de lo que necesita. Poco dinero que seguramente correrá otra suerte, pues sabemos cómo se las gasta Mr. Trump; seguramente se le ocurrirá otra mentira para justificar el gasto de los mil 600 millones que probablemente recibirá.