Las agencias municipales: Mario Arturo Mendoza Flores

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El día de ayer, con la elección en asamblea de la agencia de policía de Guadalupe Victoria, misma que desarrolló en completa calma y con una gran participación ciudadana, concluyó el proceso electoral en las trece agencias que conforman el municipio de Oaxaca de Juárez. Antes debo mencionar que he tenido la fortuna de presenciar muy de cerca tal proceso , ya que conjuntamente con los Regidores Flor Hernández Quero, Enrique Cortés Guzmán, Ángel Moreno Estévez, Emilio Santiago Cruz, Marco Aurelio Vásquez López y David Juárez López pertenezco a la Comisión de Participación Ciudadana y Organización Comunitaria, que es la responsable de la organización, desarrollo y vigilancia de los mismos, siempre con el respaldo del Cabildo, que se erige en Cuerpo Colegiado, presidido éste por Luis Ugartechea Begué, Presidente Municipal Constitucional de Oaxaca de Juárez.

 

Dada su categoría, las agencias se dividen en agencias municipales y de policía;  siendo las municipales las  de: Donají, Pueblo Nuevo, San Felipe del Agua, San Juan Chapultepec, Trinidad de Viguera, Santa Rosa Panzacola y San Martín Mexicapam de Cárdenas y las agencias de policía las siguientes: Candiani, Cinco Señores, Dolores, Guadalupe Victoria, Montoya y San Luis Beltrán. Es importante señalar que cada una de ellas registra su propia forma de selección de sus agentes, por lo que ningún proceso es similar al otro, pues incluso algunos de ellos se rigen bajo el sistema de derecho consuetudinario, mejor conocido como el de “Usos y costumbres”, el que incluso puede variar entre una agencia y otra. Actualmente el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, como también sucede en la mayoría de los Ayuntamientos del estado, se carece de un reglamento o manual de procedimientos que defina y regule la organización de su proceso electoral. Lo anterior, como lo he constatado genera muchos vacíos legales que suelen ser solventados por la propia Comisión, quien en todo momento busca actuar de buena fe, garantizando los principios constitucionales que en todo proceso electoral debe prevalecer.

 

Sin embargo, resulta impostergable que el Congreso del Estado se proponga legislar al respecto, pues está más que comprobado que no basta con la buena fe para garantizar un proceso que genera muchos apasionamientos, dado que los colonos ven en la figura del Agente Municipal, a su autoridad más próxima; lo anterior aún cuando la Ley Orgánica Municipal los clasifica como “autoridades auxiliares” del Ayuntamiento en funciones. Cito como ejemplo, lo sucedido en Oaxaca de Juárez y que fue motivo de ásperas críticas, a pesar de que se intentó por disposición y voluntad del Presidente Luis Ugartechea y de su Cabildo, realizar unas elecciones que garantizaran transparencia y certeza para los candidatos participantes y para los ciudadanos avecindados. Fue por ello, que se solicitó el apoyo del Órgano electoral estatal, y ante su negativa para intervenir, del Federal; para que por vez primera se desarrollaran elecciones en donde se hicieran uso de los métodos tradicionales en donde la elección es con voto universal y secreto. Fue con el apoyo del IFE que se obtuvieron los listados nominales de las secciones electorales que pertenecen a dichas agencias, lo anterior a pesar de no existir ninguna obligatoriedad para ello y de las propias restricciones que el manejo de dichos listados conlleva. Fue por ello que sólo entregaron un listado en donde sólo aparecía el folio de los electores, sin foto y sin nombre; lo que a la postre fue el motivo de cancelación de la elección  el pasado 13 de marzo en San Juan Chapultepec, San Martín Mexicapam y Pueblo Nuevo. Lo que nos motivó a organizar una elección sumamente pulcra, en donde se privilegiaron los acuerdos con los candidatos para darle certeza a la jornada que se desarrolló el pasado domingo 27 de marzo. Hoy se tienen las bases para reglamentar tal proceso, pero es necesario contar con la voluntad de los diputados locales para en base a las experiencias registradas se eviten conflictos que en nada contribuyen a la paz, el desarrollo y la estabilidad de las agencias.

 

Resulta indispensable que se reglamente las bases mínimas para garantizar que ni un solo candidato se sienta vulnerado en su derecho constitucional de votar y ser votado; pero que además les permita ubicar con toda claridad lo que se puede y lo que no se puede hacer antes, durante y después de emitida la convocatoria para tal efecto. Y pongo otro ejemplo: el de San Juan Chapultepec. Ahí, como en las otras dos agencias se determinó no sólo la forma en que se podría votar, sino adicional se cuidó que todas las peticiones que en consenso se alcanzaban con los candidatos, fueran integradas a una minuta de acuerdos que se fueron verificando una a una. Ahí uno de los candidatos presentó por escrito días antes de la jornada electoral su solicitud para ir en Coalición, informándole que tal figura no estaba prevista en la Convocatoria, además de que se trata de una elección en donde no intervienen los Institutos Políticos. Uno de ellos preguntó que si era posible que los candidatos  que pretendían la coalición, pidieran el voto a favor de sólo uno de ellos, a lo que se les respondió que se trataba de una decisión personal . Fue así como se desarrolló la jornada sin ni un solo incidente, incluso los representantes de los participantes reconocieron la responsabilidad con el que se desarrolló la elección, sólo que cuando se llega a la obtención de resultados y el candidato que había solicitado la coalición queda tan sólo a 20 votos del candidato ganador; sus seguidores y los simpatizantes de los otros dos candidatos comienzan a gritar que se les sumen los votos registrados a sus nombres al candidato que había quedado en segundo lugar, siendo esta la razón que los ha llevado a expresar su inconformidad, cuando es evidente que su solicitud no es procedente, pero además no abona a la certeza que todo proceso que se jacte de ser democrático conlleva.

 

De ahí mi insistencia, que es la misma de los Regidores enunciados párrafos arriba, para que se legisle al respecto y evitar que una jornada democrática termine en una justificación para generar inestabilidad y protestas, que en su mayoría carecen de sustento y que sirven para que grupos plenamente identificados generen problemas ficticios que encubren situaciones distintas a las meramente electorales.

 

No podría terminar el presente artículo sin reconocer la vocación democrática del Presidente Municipal Luis Ugartechea, quien en todo momento se mostró respetuoso de las decisiones tomadas por la Comisión encargada del proceso.